Fue en un modesto hotel de Túnez cuando en 2017 se terminó de derrumbar la carrera de Karim Hossam, la gran esperanza del norte de África y quien durante su adolescencia estuvo merodeando entre los 10 mejores del mundo.

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6 de febrero de 2019, 17:03 PM
6 de febrero de 2019, 17:03 PM
Karim Hossam en Roland Garros en 2012.
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Karim Hossam fue una de las mayores promesas del tenis africano y como juvenil logró codearse con los mejores del mundo.

Tuvo condiciones para dejar su nombre inmortalizado como la gran estrella del tenis de su país y de todo un continente.

En cambio es recordado por su participación en una de las más grandes redes de amaño de partidos que ha salpicado el deporte de la raqueta en los últimos años.

Se trata de Karim Hossam, el tenista que terminó arrastrado en una trama de corrupción y escándalos tras despuntar en su juventud como una de las mayores promesas del circuito.

Su historia es contada por los periodistas de la BBC, Simon Cox y Paul Grant, tras consultar documentos confidenciales.


Fue dentro en la habitación de un modesto hotel de Túnez, en junio de 2017, cuando la carrera de Hossam comenzó a derrumbarse.

El entonces jugador de 24 años se encontró sentado junto a dos inspectores británicos, miembros de la Unidad de Integridad del Tenis (TIU, por sus siglas en inglés) que investigaban la corrupción en el tenis.

Los funcionarios sospechaban que el jugador egipcio había amañado algunos partidos, corazonada que el mismo Hossam terminó confirmando en una serie de interrogatorios durante varios meses.

Karim Hossam jugando en 2010 en un campeonato juvenil en Alemania
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Karim Hossam jugando en 2010 en un campeonato juvenil en Alemania

Todo había comenzado cuatro años antes, en su casa, en Sharm el Sheikh, un torneo Future de la Federación Internacional de Tenis.

Lejos del lujo, el dinero y la atención de los grandes abiertos del calendario profesional, los jugadores se batían por las canchas de un pequeño club al costado de un centro comercial.

Y lo hacían ante un pequeño grupo de espectadores con la mira en los US$15.000 en premios que reparte el torneo, alrededor de una cuarta parte de lo que recibe el perdedor en la primera ronda del cuadro principal de Wimbledon.

Hossam ya había ganado cuatro veces allí cuando llegó a participar en 2013.

En su palmarés sumaba otros títulos menores y participaciones en el Abierto de Australia y en Roland Garros en su época juvenil, en la que estuvo codeándose con los mejores jugadores del mundo.

Sus actuaciones eran seguidas con mucha expectativa dada la ausencia de tenistas exitosos en la historia de Egipto.

Pero poco podía imaginar el momento que terminaría siendo un punto de inflexión en su carrera, de forma negativa.

El contacto

Hossam se estaba entrenando para un partido cuando un jugador que no conocía bien se le acercó.

"¿Quieres perder el partido y ganarte US$1.000?", le preguntó.

El francés Richard Gasquet jugó contra Hossam en el abierto de Qatar.
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El francés Richard Gasquet jugó contra Hossam en el abierto de Qatar.

Era el mismo que meses antes le había ofrecido esa misma cantidad de dinero si perdía el primer set en el abierto de Qatar.

En aquella oportunidad, Hossam se enfrentaba a uno de los mejores jugadores del mundo, el francés Richard Gasquet, entonces número nueve de la clasificación, y no dudó ni un segundo su respuesta: "Juego contra Gasquet, no estoy aquí para vender un partido".

Pero en Sharm el Sheikh fue diferente.

"Simplemente quise probarlo porque nunca lo había hecho... Pensé que esta persona me estaba mintiendo... No sabía que las apuestas existían", le explicó Hossam a los investigadores.

No fue mentira y después de perder Hossam fue acompañado por el jugador a una sucursal de Western Union para recibir su dinero.

Codicia

Lo que no supo Hossam es que había vendido su carrera por US$1.000.

Una sola ofensa es castigada por las autoridades del tenis con una suspensión de por vida. No fue la única.

Karim Hossam jugó en el torneo juvenil de Roland Garros en 2012.
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Karim Hossam llegó a ubicarse en el puesto 337 del mundo en septiembre de 2013, la mejor clasificación de su carrera.

Por un tiempo trató de no volverlo hacer, pero pensó que si tuviera más dinero sería más fácil progresar.

"Quería jugar los grandes torneos, sabes, y para ir a Estados Unidos para un campamento o cualquier cosa necesitaba dinero", explicó.

Siguió recibiendo dinero por perder y no tardó mucho en comenzar a ser el intermediario entre los apostadores y los jugadores para amañar los partidos.

A veces era perder partidos, en otras ocasiones solo bastaba un set. Dependía de lo que querían los apostadores y las probabilidades.

Pasó los siguientes cuatro años arreglando partidos en Egipto, Túnez y Nigeria, ganando normalmente US$200 por un amaño de US$1.000.

Los documentos a los que tuvo acceso la BBC muestran como utilizaba Facebook para corromper a una decena de jugadores del norte de África.

Operativo en España
AFP
En los últimos años se han desarticulados redes de apuestas ilegales en varios países como el que ocurrió en enero en España.

En mayo de 2016, tuvo un extenso intercambio con un jugador al que le ofreció US$2.500 por perder el primer set y luego ganar el partido.

Al final no hubo acuerdo, pero en otras ocasiones la comunicación era más directa.

En agosto de ese mismo año le mandó un mensaje a un jugador temprano por la mañana.

"Un set por US$3.000", escribió.

Intrigado por la oferta, el jugador contactado respondió: "¿Cuánto por perder?".

"Por perder US$3.000, mi amigo", y el jugador perdió.

Reincidente

En los documentos consultados hay más de 20 jugadores implicados tanto en haber participado en amaños o por no avisar a las autoridades cuando fueron contactados.

En su primer interrogatorio con los investigadores, Hossam confesó lo que lo llevó al arreglo de partidos.

"Simplemente no me podía permitir seguir jugando y como mi papá era el que estaba pagando por mi, y tenía que pagar por mi hermano también, yo no estaba recibiendo ningún ingreso", se puede leer en la transcripción.

Youssef Hossam
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Cuando esta fotografía fue tomada, en septiembre de 2017, el hermano de Karim, Youssef Hossam, se encontraba en el puesto 334 del mundo y buscaba patrocinadores para impulsar su carrera.

Luego que terminó la conversación le envió un mensaje a su hermano, Youssef, también tenista profesional.

"Me atraparon en mi cuarto bro (hermano)", escribió. "Y fui estúpido de no borrar algunas cosas".

Hossam confiaba en escapar de las sanciones más severas por colaborar con la TIU, pero no fue lo que pasó.

Primero fue suspendido de manera provisional y en julio de 2018 fue castigado de por vida.

Eso no sirvió de escarmiento.

En agosto de ese mismo año, tuvo una conversación con un jugador al que le ofreció US$3.500 por perder un set con un marcador específico.

Al final surgió el rumor que el partido estaba amañado y los apostadores se echaron para atrás. Hossam sospechó que uno de los jugadores había hablado.

"Amigo, nosotros necesitamos a hombres, no bebés", le dijo.

La BBC contactó a Hossam para preguntarle sobre estos mensajes y sus acercamientos a otros jugadores pero nunca respondió.

"Tsunami" de corrupción

El mes pasado un operativo en España desarticuló una red de apuestas armenia en la que había hasta 28 jugadores españoles implicados.

También hubo apostadores armenios vinculados en una red expuesta por la policía belga en junio de 2018.

Y en los documentos a los que tuvo acceso la BBC muestra que uno de los contactos de Hossam también era armenio.

La mayoría de los jugadores mencionados no han sido castigados y el tenista que contactó por primera vez a Hossam, el que los investigadores querían que testificara en su contra, todavía juega profesionalmente.

El informante que habló con la BBC fue muy crítico con al respuesta de la unidad de integridad.

"La TIU no es efectiva porque sus procesos son lentos e ineficientes. Ellos reciben la evidencia sobre alguien y su investigación dura dos años", lamentó.

Pelota de tenis
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Las apuestas en el tenis mueven una gran cantidad de dinero.

"Tuve un jugador que me dijo que iba a recibir un castigo de por vida pronto y que se iría por todo lo alto en los dos últimos torneos que iba a jugar. ¿Por qué permitirle esa oportunidad?".

La TIU ha castigado a 44 jugadores en los últimos dos años, de los cuales 16 han sido de por vida.

Evitaron hablar de las investigaciones que lleva a cabo en este momento, pero un panel independiente que supervisó su trabajo tras la revelación de la BBC junto a BuzzFeed en 2016 sobre apuestas ilegales advirtió que se enfrentaba a un "tsunami" de corrupción en el deporte.

La Federación Internacional de Tenis le dijo a la BBC que siguen "comprometidos con proteger la integridad y está impulsando las medidas necesarias para hacerlo".

Pero también aceptó que "hay una cantidad significativa de trabajo por hacer".


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