El pacto anunciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para evitar imponer aranceles a México mostró su forma peculiar de manejar las relaciones exteriores.

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11 de junio de 2019, 9:40 AM
11 de junio de 2019, 9:40 AM
Donald Trump
Reuters
Donald Trump exhibe un estilo peculiar de tratar con otros países como el presidente de EE.UU.

Cuando el presidente Donald Trump anunció que Estados Unidos y México desactivaron la bomba de tiempo que él mismo había echado a andar, una sensación de alivio corrió a ambos lados de la frontera.

No era para menos: el acuerdo sobre migración firmado entre los dos países el viernes evitó que Trump impusiera este lunes los aranceles progresivos con que había amenazado a México.

Los aranceles, que costarían miles de millones de dólares al comercio bilateral, podían haber desatado una crisis para la economía y la confianza de dos naciones que se precisan mutuamente.

Pero el pacto anunciado por Trump también es visto por expertos como un caso paradigmático de su forma de manejar las relaciones con otros países.

"Así es como Trump negocia: trata de atacar lo que ve como un adversario, luego trata de parecer como alguien duro con quien negociar, y tiende a obtener un resultado factible, que puede vender como una victoria", dice Pamela Starr, profesora de relaciones internacionales en la Universidad de Southern California, a BBC Mundo.

De hecho, el "método Trump" de tratar con otros países parece incluir tres capítulos: amenaza, negociación y acuerdo.

Aunque claro que las cosas no siempre salen según el libreto.

Amenaza

Trump ha convertido las amenazas y ultimátum en algo cotidiano de su política exterior, a menudo vía Twitter.

En el caso de México, tuiteó el 30 de mayo que impondría aranceles de 5% a todos los productos que EE.UU. importa de ese país "hasta que se detenga el flujo de los inmigrantes indocumentados" por la frontera binacional.

Y agregó que los aranceles aumentarían "gradualmente hasta que se resuelva el problema de la migración ilegal".

Esto muestra además una tendencia de Trump a mezclar temas de migración, seguridad nacional y comercio, usando poderes que la ley otorga al presidente de EE.UU. para casos de emergencia.

En marzo Trump había amenazado cerrar la frontera con México por los mismos motivos, aunque luego también desistió de hacerlo citando compromisos asumidos por su vecino del sur.

Migrantes en México
Getty Images
La llegada de migrantes a EE.UU. a través de México es un tema sensible para Trump.

En el primer año de su gobierno amenazó con salirse del acuerdo de libre comercio que EE.UU. tiene con México y Canadá, lo que llevó a negociar un nuevo pacto entre los tres países.

Trump también ha lanzado advertencias de guerra.

En 2017 dijo que Corea del Norte se toparía con un "fuego y furia nunca antes vistas" si volvía a amenazar a EE.UU., aunque luego acabó negociando un acuerdo nuclear con ese país.

Joshua Sandman, un profesor de la Universidad de New Haven experto en comportamiento presidencial que investiga los métodos de Trump, afirma que "su estilo de operar se basa en su experiencia en el mercado de bienes raíces: el ir y venir, el engaño, la amenaza, la intimidación…".

"Todos los presidentes aprenden de sus experiencias pasadas y la experiencia de (Trump) no fue en política sino en el mercado de bienes raíces de Nueva York, que es muy competitivo", dice Sandman a BBC Mundo.

Negociación

Las amenazas de Trump tienen a menudo el objetivo de colocarse en una posición fuerte para abrir negociaciones con otros gobiernos.

Su anuncio de que impondría aranceles a México llevó al presidente de este país, Andrés Manuel López Obrador, a enviar de inmediato a su canciller a Washington para varios días de negociaciones que concluyeron en el acuerdo.

En algunos casos Trump pasó de las amenazas a los hechos, como cuando subió a 25% los aranceles de EE.UU. a productos chinos por un valor de US$200.000 millones el mes pasado.

Trump y Xi Jingpin
Getty Images
Donald Trump y busca un nuevo encuentro con su par chino Xi Jinping, en medio de la guerra comercial entre sus países.

Pero incluso en medio de la escalada de su guerra comercial con China, el objetivo de Trump parece ser negociar.

Este lunes, Trump dijo que espera encontrarse con su homólogo chino, Xi Jinping, durante la cumbre del G20 en Japón este mes.

Y amenazó con imponer aranceles adicionales a productos chinos si Xi evitaba reunirse con él.

En el caso de Corea del Norte, Trump mantuvo dos cumbres de negociaciones con el presidente Kim Jong-un, consideradas histórica pero que concluyeron sin un acuerdo de desarme nuclear.

Acuerdo

El pacto que Trump logró con México implica que este país desplegará 6.000 efectivos de la Guardia Nacional para controlar el flujo migratorio en sus fronteras norte y sur.

También contempla ampliar un programa para que migrantes que solicitan asilo en EE.UU. aguarden en México mientras se desarrolla el proceso.

Sin embargo, el diario The New York Times informó que este acuerdo contiene principalmente medidas que México ya había prometido adoptar antes, incluso durante negociaciones secretas.

Los negociadores mexicanos evitaron aceptar un acuerdo de "tercer país seguro", que habría permitido a EE.UU. rechazar las solicitudes de asilo de centroamericanos que no hayan buscado primero refugio en México.

migrante
Getty
México anunció el despliegue de 6.000 efectivos para controlar la migración.

Trump sostuvo en un tuit que los "medios corruptos" ignoraban sus logros: "Conmigo, pese a nuestra economía récord y todo lo que he hecho, ¡no hay reconocimiento!".

Este es un tema sensible para Trump, ya que alcanzó la presidencia con la promesa de detener el flujo de migrantes indocumentados a EE.UU. desde México, que en cambio ha crecido recientemente.

Pero los analistas creen que aún es incierto el alcance del acuerdo alcanzado.

"(Trump) no siempre gana, pero trata de dar esa apariencia. Ese es el método: no sabes las consecuencias de lo que realmente va a suceder", dice Sandman.

Starr destaca que EE.UU. "obtuvo un acuerdo escrito, lo que es bastante importante", así como el compromiso de volver a negociar si no se logran los resultados esperados.

Pero señala que este método de Trump de negociar "no parece funcionar bien con China", que tiene más margen para tomar represalias contra EE.UU. que México.

Y advierte que por ahora se ignora el impacto real que tendrá el acuerdo alcanzado, entre otras cosas porque EE.UU. ya intentó sin éxito usar la fuerza para lidiar con los inmigrantes cruzando su frontera sur.

"No veo por qué sería más exitoso cuando los mexicanos intenten la misma estrategia", concluye.


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