Este 11 de octubre se cumple un siglo del "terremoto de San Fermín". El sismo, junto a un inmediato tsunami, causaron la muerte de 116 personas en Puerto Rico, un territorio que está condenado inevitablemente a sufrir nuevos terremotos.

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11 de octubre de 2018, 11:10 AM
11 de octubre de 2018, 11:10 AM
Puerto Rico tras el terremoto
Red Sísmica de Puerto
Rico
El
11 de octubre de 2018 se cumplen 100 años del "terremoto de San Fermín", el más mortífero en la historia de Puerto Rico.

"¡Que viene el mar! ¡Que viene el mar!".

Con este grito desesperado, muchos vecinos de Mayagüez, en el oeste de Puerto Rico, alertaron de la llegada de un tsunami el 11 de octubre de 1918.

Solo cuatro minutos antes, la isla entera se había estremecido por los temblores del que se considera el terremoto más mortífero en la historia del país.

Según los reportes, un total de 116 personas murieron como consecuencia de ambos desastres, 40 de ellas ahogadas por el maremoto.

Casa arrastrada por las olas en Mayagüez, 1918.
Red Sísmica de Puerto
Rico
El
tsunami arrastró literalmente algunas de las casas de la costa oeste de Puerto Rico.

Los expertos creen que es poco probable que dos sismos de tanta magnitud como el llamado "terremoto de San Fermín" puedan registrarse en un período de menos de 100 años.

Pero precisamente este jueves, un siglo después, Puerto Rico recuerda este suceso que marcó su historia mientras trabaja por prepararse ante la inevitable llegada, tarde o temprano, de un nuevo terremoto.

"Como un crujir"

Eran las 10:14 de la mañana cuando el sismo, con una magnitud aproximada de 7,3 en la escala Richter, comenzó a hacerse sentir, sin previo aviso.

Aunque según Alberto López Venegas, profesor de geología en la Universidad de Puerto Rico, "hoy hablaríamos de otras magnitudes".

"El problema es que al llegar a ciertos niveles, los sismógrafos se saturan aunque el evento siguiera creciendo", le explicó a BBC Mundo.

Mapa del terremoto de 1918 en Puerto Rico.
BBC

El epicentro, registrado en el Cañón de la Mona que separa el país de República Dominicana, se localizó en el mar, muy cerca de la esquina noroeste de Puerto Rico: a poco más de 40 km.

Esta zona fue la más afectada, en especial municipios como Mayagüez o Aguadilla, donde las olas del posterior tsunami llegaron a los seis metros de altura.

Ada Monzón, la primera meteoróloga profesional en la televisión de Puerto Rico, aún recuerda las historias que su abuela de Mayagüez, que por aquel entonces tenía 19 años, le contaba sobre la tragedia.

"Cuando la tierra comenzó a temblar, todo el mundo empezó a correr y la gente gritaba en la calle que el mar se había retirado y que venía el maremoto", le dice a BBC Mundo.

Escuela improvisada en casas de campaña en Aguadilla.
Red Sísmica de Puerto
Rico
Tras
los derrumbes por el terremoto, en Aguadilla se construyeron escuelas improvisadas en tiendas de campaña.

Su abuela hablaba del ruido que hacía la tierra, "que era como un crujir".

Muchas personas aseguraron haber visto ondulaciones del suelo, "como si el terreno hiciera olas del mar" como señal de la propagación de las ondas sísmicas.

Las réplicas

La abuela de Ada Monzón sobrevivió al terremoto, pero no todos en la familia corrieron la misma suerte.

"Un sobrino de mi abuela, de siete años, murió en la escuela. Según el certificado de defunción, falleció cuando una pared lo aplastó a consecuencia del temblor. Murió de la mano de su maestra".

Escuela donde murió el sobrino de la abuela de Ada Monzón.
Red Sísmica de Puerto
Rico
Así
quedó la escuela en la que el sobrino de la abuela de Ada Monzón murió durante el terremoto junto a otros cuatro niños, la profesora y otra trabajadora del centro.

Precisamente en una reciente exposición fotográfica organizada sobre el terremoto, Monzón descubrió cómo el nombre de su familiar encabezaba la lista de víctimas en Mayagüez: Hiram Joaquín Gómez y Doiteau.

Pero como suele ocurrir, al gran terremoto de aquel 11 de octubre le siguieron muchas réplicas, con dos de especial intensidad el 24 de octubre y el 12 de noviembre.

"Tras el primer terremoto no había energía, así que la gente cocinaba en calderos sobre leña y fuego. Y mi abuela siempre decía que alguien tenía que sujetarlos, porque había tanta réplica que los calderos se caían al suelo", recuerda la también fundadora del Museo de Ciencias de Puerto Rico, EcoExploratorio.

Ada Monzón
ADA
MONZÓN
La
abuela de Ada Monzón, una de las meteorólogas más reconocidas de Puerto Rico, sobrevivió al terremoto de 1918.

"Quién sabe si los constantes relatos de mi abuela me llevaron a ser lo que soy hoy, que pasa por enfatizar en la educación para que las familias no tengan que volver a pasar lo que pasaron en 1918 o lo que acabamos de pasar con el huracán María", dice la meteoróloga.

Riesgo permanente

Esa educación y preparación de la población ante desastres es fundamental en cualquier lugar, pero más en Puerto Rico, donde cada día se registran hasta diez pequeños temblores aunque no sean sentidos por la población.

"Que van a ocurrir más terremotos en el futuro, no hay duda. Puede ser ahora, mañana, en 100 años más... no lo sabemos", afirma el experto López Venegas, miembro de la Red Sísmica de Puerto Rico.

Puerto Rico tras el terremoto
Red Sísmica de Puerto
Rico
Los
expertos no tienen dudas de que, tarde o temprano, Puerto Rico se verá afectado por un nuevo gran terremoto como el de 1918.

Pero ¿por qué esta zona del Caribe esté en riesgo permanente de sufrir una catástrofe?

El motivo es la cercanía de la Trinchera de Puerto Rico, una gran hendidura provocada por la colisión hace millones de años de dos placas tectónicas y en cuyo límite (el punto más susceptible de registrar sismos) se encuentra la isla.

"En la parte noreste del Caribe tenemos la convergencia entre la placa de Norteamérica y la del Caribe, en la que la primera está haciendo subducción y hundiéndose constantemente por debajo de la segunda", explica López Venegas.

Mapa geológico de la trinchera de Puerto Rico
Servicio Geológico de EE.UU.

Este desplazamiento se produce "a una velocidad de 2 cm. por año". Se trata de un proceso lento si se compara, según el experto, con el desplazamiento de 5 cm. anuales de la falla de San Andrés en California, lo que provoca mayor número de eventos sísmicos.

"Pero el desplazamiento de la placa del Caribe en dirección a Europa no para. A veces se atasca y a veces se libera. Si se atasca durante mucho tiempo, entonces puede generar eventos grandes. Si no, va moviéndose poco a poco", explica.

Otros países de la zona son igualmente afectados por la cercanía de esta placa tectónica del Caribe. Es el caso de Haití, que el pasado 6 de octubre sufrió un nuevo terremoto.

"Imposible de predecir"

Esta particularidad de su ubicación geográfica es, pese a los avances en los sistemas tecnológicos, lo que provoca que un gran futuro sismo como el de hace un siglo sea "imposible de predecir" en Puerto Rico.

Monzón identifica estructuras de Puerto Rico como las "casas sobre zancos" (viviendas sobre columnas que se hincan sobre piedra debido a la geografía montañosa de la isla) o las escuelas construidas antes de 1987 como las más vulnerables a sufrir daños significativos por no estar preparadas para resistir sismos.

Señal de ruta de evacuación por tsunami en San Juan de Puerto Rico
Marcos
Gonzalez
La
preparación ante emergencias es clave en Puerto Rico, en cuyas calles es habitual ver señales que indican cuál es la ruta de evacuación en caso de tsunamis.

"La preparación es la única herramienta que tenemos para evitar que un desastre se convierta en algo mucho peor, sabiendo qué tenemos que hacer, cuáles son los planes de emergencia, teniendo nuestras mochilas de seguridad…", asegura López Venegas.

"Y si estamos todos preparados, entonces no debería haber ningún tipo de temor", dice.


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