Margarita Gracheva, de 26 años, fue víctima de la violencia extrema de su esposo cuando éste le cortó las dos manos con un hacha en diciembre pasado en un bosque a las afueras de Moscú, Rusia. Su caso provocó protestas en el país y despertó la solidaridad internacional.

El Deber logo
16 de noviembre de 2018, 6:03 AM
16 de noviembre de 2018, 6:03 AM
Margarita Gracheva
BBC
Margarita
Gracheva fue víctima de violencia de género en Rusia.

"Me llevó a un bosque, a un lugar aislado. Y me gritó: ´¡Pon tus manos sobre el árbol!´"

"Yo lloraba, gritaba y le rogaba que no me hiciera daño".

"Él me dijo que no mirara y comenzó a cortarme las manos".

Esta es la historia de la rusa Margarita Gracheva, de 26 años, víctima de la violencia de su esposo.

En diciembre de 2017, después de dejar a los niños en la guardería, su ahora exmarido Dmitry Grachev llevó a Margarita a un bosque en las afueras de Moscú.

Allí le hizo torniquetes en sus brazos y le cortó las dos manos con un hacha.

Después de eso, la llevó sangrado al hospital y les dio a los médicos una caja con la mano derecha de su esposa. Luego se entregó a la policía.

Las manos de Margarita Gracheva.
BBC
Los
médicos pudieron recuperar una de las manos de Margarita Gracheva en una operación que demoró 10 horas.

El caso de Margarita puso en relieve los poco severas que son las leyes rusas sobre violencia doméstica, luego de que en 2017 varios delitos fueran eliminados del código penal.

Su exmarido fue declarado culpable este jueves y condenado a 14 años de prisión.

Amenazas

Un mes antes de que Margarita fuese atacada con el hacha, su esposo la había amenazado con un cuchillo.

"Él tomó un cuchillo y lo puso en mi garganta. Y repetía: ´¡Admítelo! ¿Me estás engañando o no?", le dijo Margarita a la BBC.

Dmitry Grachev.
Getty
Images
Dmitry
Grachev fue condenado a 14 años de prisión.

"Cuando fui a la policía estaba segura que vendrían al día siguiente y harían algo. Pero no fue así".

"El policía me dijo: ´Tú y él harán las paces. Esto no es importante´. A principios de diciembre, el caso se cerró. Tres días después, me llevó al bosque y me cortó las manos", contó.

Leyes

En febrero de 2017, el Congreso ruso eliminó algunas de las leyes del código penal que castigaban el abuso doméstico.

Las primeras agresiones en las que la víctima no es hospitalizada ya no se tratan como delitos penales y se redujeron las penas.

Esta decisión motivó varias protestas de activistas en las calles de Rusia.

Margarita Gracheva con periodistas tras la lectura de la sentencia contra su exesposo.
Getty
Images
Margarita
Gracheva fue amenazada por su esposo antes de que la atacara, pero la policía no le dio importancia.

Un informe de la organización Human Rights Watch (HRW) advierte que el cambio en las leyes priva a las mujeres de protección clave.

Desde el gobierno ruso desestimaron el reporte de HRW diciendo que decenas de entrevistas no representan la realidad del país.

En el caso de Margarita, como en el de muchas otras mujeres en Rusia, el abuso físico comenzó cuando su marido empezó a pegarle.

Al principio "pensé que sucedía algo extraño. Se calificó solo como un caso administrativo y no un delito. Le pegas a alguien y solo eres penado con una multa".

"En mi caso, él fue multado con 10.000 rublos (US$150)", describió.

Juicio

Dmitry Grachev.
Getty
Images
Dmitry
Grachev fue condenado este jueves y se le prohibió el acceso a sus dos hijos.

El exmarido de Margarita fue a juicio acusado de secuestrar, amenazar de muerte y herir gravemente a su esposa.

En el proceso judicial confesó haber cortado las manos de Margarita.

Este jueves, el hombre fue condenado a 14 años de prisión. También se le prohibió el acceso a sus dos hijos.

"Mis hijos no saben lo que pasó. Piensan que tuve un accidente. Es difícil para ellos. No sé cómo se lo explicaré", dijo.

"Para mí, lo mejor hubiera sido que le dieran cadena perpetua. Eso me mantendría segura. Si él, eventualmente, vive cerca, eso no será seguro ni para mí ni para los niños".

Recuperación

Margarita Gracheva
BBC
Margarita
Gracheva recibió una mano derecha biónica.

"Mi mano izquierda se perdió en el bosque. La encontraron más tarde. Estaba destrozada con los huesos rotos en ocho partes. Me trasplantaron piel y venas", relató Margarita.

Los médicos le cosieron su mano izquierda en una operación que duró unas 10 horas.

Personas de todo el mundo le enviaron donaciones que alcanzaron los US$65.000 para que la mujer pudiera tener una mano biónica derecha.

Actualmente está siendo reparada en Alemania.


Ahora puedes recibir notificaciones de BBC News Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.

Tags