Los cuatro cuerpos tienen impactos de armas de fuego, cuyos proyectiles tienen orificios de ingreso y de salida en todos los casos. Las autoridades indagan sobre los antecedentes de los fallecidos y sus entornos

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6 de septiembre de 2018, 7:00 AM
6 de septiembre de 2018, 7:00 AM

Los cuatro hombres que fueron encontrados el martes a un costado de la ruta Oruro-Uyuni murieron como consecuencia de traumatismos provocados por impactos de armas de fuego. Tres cadáveres tenían un solo disparo y uno tenía dos; en todos los casos los impactos provocaron orificios de entrada y de salida, dañando en su trayecto órganos vitales de las víctimas.

Victoriano Mendieta Montaño recibió un impacto de bala en la cabeza; Mario Calisaya Ferrufino y Freddy Vallejos Montaño recibieron un disparo, cada uno, que al salir de su cuerpo les da- ñó el cuello; Emeterio Mendieta Montaño fue el único que tenía dos lesiones provocadas por proyectiles, una en el abdomen y el otro en la cabeza, ambos tienen orificios de ingreso y de salida.

Basados en estos datos que emergieron del informe forense realizado a los cadáveres y datos que comenzaron a ser descubiertos en el avance de la investigación del crimen, el comandante departamental de la Policía de Oruro, Rommel Raña; el fiscal departamental de Oruro, Mario Rocha; el comandante departamental de la Policía de Santa Cruz, Alfonso Siles; el ministro de Gobierno, Carlos Romero; y el director departamental de la Felcc, Gonzalo Medina, han indicado oficialmente que un ajuste de cuentas relacionado con drogas es la hipótesis que cobra más fuerza sobre la razón que provocó la muerte de estos cuatro hombres, que salieron desde nuestra capital presumiblemente con dinero para comprar minerales preciosos en Oruro.

Además, otro de los detalles que arrojó la autopsia es que los cuatro hombres, que hasta el martes eran considerados desaparecidos, pudieron haber sido ejecutados en alguna zona alejada del lugar donde se hallaron los cuerpos, ya que en la pampa donde los encontraron no hay rastros de sangre ni signos de que allí fueron asesinados.

Una familiar de los fallecidos, que ayer al final del día estaba tramitando la documentación necesaria para retirar los cadáveres de la morgue, le dijo a EL DEBER que temía por su seguridad y, en medio de muestras claras de nerviosismo, solo indicó que hoy los cuerpos podrán ser llevados de Oruro a otras regiones para ser enterrados. Extraoficialmente se conoció que no volverán a Santa Cruz, ya que dos serán llevados hasta Cochabamba y los otros dos serán esperados en Tarija.

Los jefes policiales de Oruro y de Santa Cruz han solicitado a las unidades correspondientes la remisión de los antecedentes de los fallecidos e incluso se conoce que se está indagando a los familiares más cercanos, ya que hay informes que dan cuenta de que algunos estaban involucrados en temas de narcotráfico.

De acuerdo con Siles, comandante cruceño, en los primeros datos que recibió solo uno de los cuatro occisos tenía antecedentes policiales por violencia familiar, pero nada relacionado con el tráfico de drogas.

El jefe de la Felcc, Medina, también precisó que se solicitarán más informes para coadyuvar en la investigación.

La llamada y el dinero

La esposa de Victoriano Mendieta, que declaró en la Policía de Oruro, indicó que ella recibió una llamada desde el teléfono de su esposo, haciéndole conocer que él y los otros tres acompañantes con los que viajó habían muerto. Además de esta noticia, el sujeto que se contactó con ella, según su testimonio ante los agentes, le dijo que debía llevar $us 120.000 para rescatar los cuerpos.

Esta afirmación ha hecho que los investigadores realicen la triangulación de llamadas para determinar el lugar de donde se hizo este contacto. Sin embargo, hay dudas en esta versión, ya que otras fuentes vinculadas a la pesquisa de este caso señalan que en realidad el dinero es parte de una deuda que los hombres vinieron a pagar hasta Oruro, por un negocio de venta de cocaína.

Un ‘trabajo’ profesional

Los investigadores indicaron que, por la forma en que se encontraron los cadáveres y el embalaje al que fueron sometidos, se puede pensar que el ‘trabajo’ de su ejecución fue practicado por gente ‘profesional’ en este tipo de acciones.

A decir de los agentes que investigan los crímenes, el haber envuelto los cuerpos de los cuatro hombres en bolsas plásticas y amarrarlos con cinta adhesiva no fue una acción casual, sino una forma de borrar huellas y pistas que puedan hacer que lleguen a ellos, ya que al estar ‘embalados’ de esta forma el sudor y la descomposición de sus cuerpos borraría cualquier indicio.