A su partida, la comisión asegura que vio un ejemplo de participación democrática

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16 de febrero de 2019, 4:00 AM
16 de febrero de 2019, 4:00 AM

Tras casi 10 días de trabajo en Bolivia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se va del país tras celebrar 24 audiencias públicas, escuchar a más de 100 ciudadanos bolivianos, hacer 30 reuniones de trabajo, generar 15 soluciones amistosas a controversias, dictar ocho medidas cautelares, 11 informes de fondo de distintos casos y 37 reuniones bilaterales.

Esmeralda Arosemena, presidenta de la Comisión, calificó como intensos los 10 días de trabajo y volvió a aclarar que no podían referirse a los problemas de derechos humanos del país que los recibe, pero que estar en Bolivia les ha permitido acercarse a su sociedad civil. En su opinión, el respeto a la opinión contraria, el respeto al derecho del otro a expresarse es un ejemplo de democracia y aseguró que el reto ahora es consolidar esa democracia.

Consultada sobre la lentitud de la comisión para resolver demandas de la sociedad civil, la presidenta aseguró que entre 2017 y 2018 han acelerado su trabajo, han duplicado el presupuesto y que ahora las audiencias cautelares que llevaban años en resolverse se atienden casi en tiempo real.

Sobre si el caso del referéndum del 21-F se iba a tratar con igual celeridad, Arosemana repitió que no podían referirse a Bolivia.

En su estadía pusieron especial interés en Venezuela y en Nicaragua. Arosemena pidió que ambos países encuentren una solución dialogada y, aunque Venezuela saldrá de la OEA y de la comisión en abril, dijo que seguirán haciendo saber su opinión y monitoreando lo que sucede.

El presidente Evo Morales afirmó ayer que la CIDH vio que en el país hay “democracia y está garantizada”. También agradeció el apoyo de los sucrenses por su hospitalidad para con los comisionados y observó que los activistas que llegaron de otras regiones no empañaron el encuentro.

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