En entrevista con EL DEBER, el expresidente dijo que no se da por aludido frente a las críticas indirectas de Rubén Costas sobre políticos del pasado. Planteó reformar la CPE para eliminar la corrupción

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10 de octubre de 2018, 10:00 AM
10 de octubre de 2018, 10:00 AM

En una de sus primeras entrevistas como precandidato presidencial del Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), Carlos Diego de Mesa Gisbert quiso rayar la cancha, explicar su candidatura y evitó sentirse aludido frente a un reproche del gobernador Rubén Costas que parece dirigido a él.

Se registró al FRI, ¿es su primer partido político?

No, no he tenido militancia nunca y en este contexto hay que entender la idea: la idea es que he recibido una invitación del FRI y esa invitación ha sido aceptada por mí. La razón por la que me inscribo, obviamente, es porque tengo que votar en las elecciones primarias. El concepto es una construcción de un escenario en el que la idea de militancia debe ser sustituida por la idea de ciudadanía.

Un tema de trámite, un requisito para las primarias...

Sí, con un respeto muy grande por la organización política que me ha invitado, esto es muy importante subrayarlo. No se trata de decir: Ah no, esto es simplemente un trámite burocrático, la construcción del concepto de militancia debe entenderse en el contexto que expliqué.

En su momento Sol.Bo y Demócratas dijeron que hubo conversaciones con usted, ¿por qué tomó otro camino?

La idea fundamental fue: si yo propongo un proyecto político, ese proyecto político tiene que tener una estructura que permita desarrollar las ideas de ese proyecto y conversarlas y dialogarlas en un espíritu de unidad con organizaciones políticas que ya tienen un desarrollo y un camino avanzado.

 

¿Por qué el Frente Revolucionario de Izquierda? ¿Es revolucionario y de izquierda usted?

Si tú haces un análisis de lo que ha representado la trayectoria del FRI puedes matizar el concepto de revolucionario y de izquierda. Yo en lo particular creo que los términos de la palabra izquierda, la palabra derecha o la palabra centro son terminologías del siglo XX. Y creo que esa es una cuestión que comprende el propio FRI. Creo que sin renegar en lo absoluto -y no pretendo que eso ocurra con los dirigentes del FRI- de lo que ha significado su nacimiento histórico, la idea del FRI hoy día tiene que entenderse como un gobierno de ciudadanos en el que el nombre de la sigla representa una estructura de línea histórica.

El FRI no ha tenido relevancia en el poder y es un partido del anterior siglo, pero usted plantea una renovación política. Quiero saber si la relevancia del FRI en la política nacional no es una limitante para una candidatura como la suya, que pudo apostar a otra estructura mayor. Segundo, ¿no es una contradicción aterrizar su candidatura en un partido del siglo pasado?

Aquí no tenemos otra opción que ser absolutamente claros, con todo el respeto que tengo para los dirigentes del FRI, quienes tuvieron la virtud de entender la propuesta que hicimos: el camino que te pone la Ley de Organizaciones Políticas y el tiempo que te da esa ley, forzada para destruir el 21 de febrero y forzada para destruir a la oposición, te obliga a tomar una decisión que en condiciones de serenidad de tiempo y de construcción de estructura, obviamente, te hubiera llevado por el camino de la organización de un partido propio. Es lo lógico.

¿Esa era la opción que prefería Carlos de Mesa?

Ese es un elemento básico: la opción era la construcción de un partido propio, que es imposible por razones obvias de tiempo.

Hubiera preferido la construcción de un partido propio...

Sin ninguna duda. Para que el titular no esté colgado: en ese contexto, sobre la base de los imperativos que plantea la Ley de Organizaciones Políticas, hablamos con el FRI, les explicamos lo que nosotros queríamos hacer, cuál era nuestro proyecto, entendieron las reglas de ese proyecto sobre una base fundamental. Y un último punto: quien crea que yo soy y he sido ‘antipartidos’ se equivoca. El hecho de que yo haya sido independiente toda mi vida no quiere decir que yo no haya comprobado la evidencia de que los partidos políticos son fundamentales para la democracia.

El gobernador Rubén Costas, de quien usted ha hablado muy bien antes, ha planteado observaciones a políticos que encabezaron gobiernos del pasado y que hoy usen el ‘disfraz’ de ciudadanos. Esto parece una suerte de crítica a su propuesta, claro, casi indirecta, sin ser frontal y sin aludir nombres.

Primero, la respuesta tiene que darse sobre una base: ¿me doy por aludido o no me doy por aludido? No, no me doy por aludido. Por supuesto que no me doy por aludido. Entiendo que las palabras del gobernador Costas tienen un carácter general y tienen que interpretarse de diferente manera. Empezaré por decirte que mantengo mi absoluto respeto por el gobernador Costas, creo que es una figura política muy relevante y creo que demostró tener una base política muy importante desde cuando él era presidente cívico y yo presidente de la República: hemos creído en las autonomías y creo en las autonomías hoy.

¿No está cerrada la puerta a conversar con Demócratas?

No está cerrada la puerta a conversar con nadie, por supuesto que no. El mensaje que yo di tiene que ver con una idea de unidad, que por supuesto no es una idea de unidad abstracta: está basada en principios, en valores democráticos.

¿Qué opina de la posición de Costas de no apoyar a antiguos políticos?

Esa posición es totalmente entendible, estoy seguro de que cuando converse con él podremos hablar sobre la construcción política. Entenderá que la palabra ‘disfraz’ no entra en mis pensamientos.

¿Cuánto se diferencia este FRI del MNR que un día Carlos de Mesa respaldó?

Primero, más que en cuánto se diferencia el FRI, cuánto representa mi proyecto personal colectivo. Cuando yo me adscribí como respaldo al MNR, cuando yo fui candidato a la Vicepresidencia de la República, creí que las transformaciones estructurales que se habían hecho en la década eran muy importantes. Te estoy hablando de la Participación Popular, te estoy hablando de la Ley INRA, te estoy hablando de la Reforma Educativa, te estoy hablando del Bonosol, elementos que formaban parte de una democracia participativa que tuvieron una evolución que llegó adonde no debían llegar.

Raúl García Linera sugirió que su vuelta a la carrera electoral es su reencuentro con su forma de hacer campaña por el MNR, con otras siglas. La misma forma de hacer política en el pasado, por tanto no tiene sentido que se reivindique como el futuro y señale a Evo como el pasado.

El Gobierno de Evo Morales es el pasado porque todo aquello que movilizó a la sociedad boliviana entre los años 2005 y 2006, o se ha cumplido, o se ha hecho mal, o no se ha hecho, pero ya no tiene posibilidades de ir adelante porque ha cerrado el ciclo a partir de su propia vocación por el poder mismo.

Bueno, pero estas expresiones dejan claro que esta campaña viene muy dura del oficialismo y de una parte de la oposición. ¿Está en condiciones de enfrentarla?

Si no creyera que estoy en condiciones de enfrentarla no estaría como candidato. El autoritarismo del Gobierno está fuera discusión. ¿No he experimentado acaso los embates del oficialismo en el caso de Quirobax? Y la forma en que me he defendido será la forma en que me voy a defender. Y la palabra defender es insuficiente. Me voy a defender atacando en lo que me parece que debe ser atacado, como es la pretensión de responsabilidades que te tratan de transferir a ti cuando son ellos los responsables de una defensa vergonzosa en el caso Quiborax. La historia me va a dar la razón.

¿Cómo explica la paradoja de ser candidato después de las tantísimas veces que le dijo al país que no tenía la intención de buscar la Presidencia?

 

 

No, no encuentro ninguna paradoja. Es fácil, yo encuentro perfectamente claros dos momentos claros y específicos. Hace tiempo tomé una decisión, en una proyección a nivel personal, sentía que había llegado un momento en mi vida en que tenía que retirarme de la actividad pública y dedicarme a otro tipo de acciones privadas. Pero sufrí acusaciones en el caso de Quirobax. No saques la conclusión de que decidí mi candidatura para protegerme jurídicamente, no; lo que pasa es que cuando tú haces una consideración abstracta dices: caramba, la justicia es un desastre, caramba no hay independencia de poderes, pero estás sentado como yo aquí, no acabas de comprender eso en su profundidad. Pero cuando te toca directamente, cuando sientes el peso brutal de la arbitrariedad del poder, del abuso sin límites y de la aberración jurídica a cambio de destruir a una persona, dices ¡ah, caramba!

Posiblemente los casos de presunta corrupción y de violación de derechos humanos empuje a una parte del electorado a buscar un cambio de Gobierno. Entonces, si Carlos de Mesa es elegido presidente, ¿investigará los casos de corrupción y la vulneración de los derechos humanos que supuestamente existen en el gobierno de Morales?

Me parece que está pregunta peca porque tiene los mismos tintes a los que nos tiene acostumbrado el presidente Morales. Nos han habituado a que el presidente es quien perdona, indulta, acusa, define, investiga.

En resumen, por supuesto que hay que llevar adelante un proceso de investigación, se deben esclarecer los supuestos casos de corrupción, todo eso le corresponderá al Ministerio Público y al Poder Judicial. Tenemos que terminar con esta justicia que está en malas condiciones, sin justicia no hay democracia. La justicia en el Gobierno de Morales es lo peor que se vivió en la historia de nuestro país. En ese contexto considero que el cambio de justicia se convierte en paso fundamental de mi propuesta, hay que cambiar la justicia y hacer justicia.

Debemos hacer una consulta a la gente, tenemos los mecanismos democráticos para hacerlo. Debemos sacar las costras de putrefacción que hay en la justicia boliviana, se debe colocar un nuevo sistema judicial. Se debe hacer una nueva reforma a la Constitución y hacer una consulta específica. No hay que complicarse demasiado, hay que hacer un planteamiento. Quiero aclarar que con hacer un cambio en la Constitución no significa que se debe hacer un viaje al pasado, se debe trabajar en una nueva propuesta. Hay una necesidad radical de cambiar la justicia.

¿Cómo hará para sostener su campaña política?

Con el apoyo de la gente, no debemos gastar más de lo que tenemos, lo que consigamos de recursos lo usaremos, todo será transparente y claro, hasta ahora creo que mi lanzamiento fue el más barato.

¿Podía adelantar cuánto vale su patrimonio?

Prefiero dejar esta pregunta pendiente para no hablar de memoria, no calculé bien lo que tengo, haré público lo que tengo, las cuentas bancarias darán un ejemplo de lo que tengo, no soy ganadero, no tengo grandes cosas. No calculé, no es una escapatoria y luego lo haré público, es menor a cuando salí de la Presidencia.

¿Continuará con la vocería de la manda marítima?

Es un tema que depende de lo que haga el Gobierno, no hablamos con el presidente sobre esto. Mi compromiso con esta causa es plena y así será siempre. Es muy delicado y prefiero no hablar del tema.