El vicesecretario Kevin O’Reilly llegó al país y se reunió con el canciller Diego Pary. El funcionario afirmó que los procesos democráticos incluyen no solo elecciones libres, sino también en libertad de expresión

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27 de julio de 2019, 8:00 AM
27 de julio de 2019, 8:00 AM

Es la primera vez que llega a Bolivia y lo hace en una etapa difícil. El vicesecretario de Estado Adjunto para el Hemisferio Occidental del Gobierno de Estados Unidos, Kevin Michael O’Reilly, arribó al país y se reunió con el canciller Diego Pary para abordar la relación bilateral.

El funcionario estadounidense fue cuidadoso y no emitió conceptos que puedan dañar el relacionamiento diplomático.

Es más, en un momento llegó a destacar la lucha antidroga que ejecuta el Gobierno de Evo Morales y dijo que, por ahora, están conformes con los vínculos sin embajadores.

El Ejecutivo mira con optimismo la llegada de O’Reilly. El vicesecretario estadounidense se refirió también a la lucha contra el narcotráfico que ejecuta el Gobierno de Morales. O’Reilly dijo que hay “tendencias positivas”, pero expresó su preocupación por que Bolivia se convirtió en un país de tránsito de la cocaína peruana que va rumbo a Estados Unidos, Asia y Europa. “Hay menor producción de coca y dieron pasos importantes en interdicciones trabajando estrechamente con sus vecinos.

Todavía la producción (de hoja de coca), a nuestro juicio, es más alto que el techo puesto por el propio Gobierno. Nos preocupa que sigue el tránsito de droga ingresando por sus fronteras. Ojalá que estas tendencias positivas sigan en las mismas direcciones de los últimos meses”, destacó O’Reilly.

Reacción del Gobierno

El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, destacó la valoración del funcionario estadounidense y anunció que se tiene coordinación con los paí- ses de la región para disminuir el tráfico de sustancias controladas que llegan del Perú.

“La Unodc (Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) es el organismo acreditado, que no solamente reconoce sino felicita los resultados de la lucha antidroga de Bolivia.

Qué bueno saber que existen gobiernos e instituciones que reconocen nuestro trabajo, pero esta labor debe continuar, ya que falta mucho por hacer”, detalló Cáceres.

En las últimas gestiones, el Gobierno de Estados Unidos consideró que Bolivia y Venezuela fallan en materia de lucha contra el narcotráfico. Mediante un memorando presidencial dirigido al Secretario de Estado, Trump sostiene que el país no cumple con los tratados internacionales antinarcóticos.

Campo político

Ríe cuando se le consulta si vino a reunirse con líderes de oposición. O’Reilly lo descartó. “Estados Unidos no apoya ni a candidatos ni a partidos políticos, sí apoyamos el fortalecimiento de la democracia, la transparencia y el Estado de derecho en Bolivia y en todo el mundo’”, aclaró. Su única reunión oficial en Bolivia fue con Pary. “Fue un encuentro cordial y amistoso”, dijo.

El funcionario estadounidense negó que su llegada tenga algo que ver con el proceso electoral y que su deseo es mantener con el próximo gobierno el buen relacionamiento bilateral.

Cuando se le consultó sobre la reelección, explicó que cada democracia en el mundo tiene que realizar su propio debate y cada sociedad toma su decisión de acuerdo a las normas constitucionales y la voluntad de su pueblo. “En varias ocasiones, por ejemplo, acá, el pueblo expresó su voluntad”, disparó O’Reilly.

También se dio tiempo para dejar en claro cuál era el contenido mínimo de la democracia: “Los procesos plenamente democráticos incluyen no solamente elecciones libres y justas, sino también las libertades de prensa y asociación, y el Estado de derecho”. Sobre las relaciones bilaterales, dijo que por ahora están conformes con los vínculos sin embajadores, solo a nivel de encargados de negocios. “Estamos muy felices con nuestro encargado de negocios (Bruce Williamson).

Tenemos mucha confianza en él. Vemos esto como un proceso, mantenemos un diálogo con el Gobierno de Bolivia y esperamos mantener y profundizar este diálogo con autoridades bolivianas.

Lo tomamos paso a paso, tenemos muchos temas de interés común y ojalá lleguemos a la situación en la que ambos gobiernos compartamos el interés de establecer otro tipo de relación; pero, por el momento, andamos en la situación constructiva al cargo de nuestro encargado de negocios y su contraparte en Washington”, detalló O’Reilly.

El encargado de negocios de Bolivia en Estados Unidos, Pablo Canedo, con dos años en la función exterior, destacó que su misión es construir “puentes de integración” y el vínculo comercial entre los dos países. “Son ambos países los que tienen que evaluar la posibilidad de una reposición plena de relaciones. Ahora bien, aunque no se tiene relación de embajadores, existe todo lo demás.

El comercio boliviano en Estados Unidos tuvo un periodo de mucho éxito”, destacó Canedo. Por ahora, el termómetro político entre ambas naciones sigue frío. Son 11 años sin embajadores y las voluntades de superar las diferencias quedan en palabras.

Segundo visitante

O’Reilly es el segundo emisario de Trump. Si bien su labor ahora fue más de intercambio de ideas con la sociedad civil, aprovechó su estadía en La Paz para dialogar con el canciller Diego Pary, en la que compartió la visión que tiene el Gobierno de Trump.

“Tuvimos ayer una reunión con el canciller (Pary). Hablamos de muchos temas, temas de comercio, de cooperación, por ejemplo, en el campo de salud, sobre centros de control de enfermedades y también otros temas similares”, aseguró O’Reilly. Bolivia y Estados Unidos mantienen una relación diplomática sin embajadores, desde 2008, cuando Evo Morales expulsó al embajador Philip Goldberg, a quien acusó de injerencia polí- tica en Bolivia. Washington hizo lo mismo con el diplomático boliviano Gustavo Guzmán.