El vicepresidente que participa de una evaluación del Gobierno en el Trópico cochabambino describió un panorama sombrío si la oposición política llega al poder. En cambio, si continúa el presidente Morales anuncia un tiempo de buenos empleos y salarios. 

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29 de diciembre de 2018, 14:28 PM
29 de diciembre de 2018, 14:28 PM

El vicepresidente Álvaro García Linera empleó una metáfora religiosa para explicar las dos opciones que existen para la población en las elecciones presidenciales de 2019. La primera se trata de "buenos empleos con mejores salarios" aludidos al presidente Evo Morales y el otro con "cierre de fábricas y privatización" relacionado con la oposición política.

“Habrán dos caminos, uno ancho y otro angosto, en octubre se va a decidir si el pueblo, la gente trabajadora, el campesino, el estudiante, el profesional continúa teniendo buen empleo, continúa produciendo, continúa mejorando su salario, avanzando con más riego, con más carreteras, con más colegios o si esto se cierra”, reflexionó García Linera, según un comunicado de la Vicepresidencia. 

La autoridad explicó que el camino angosto significa el retroceso económico, político y socialmente ya que se corre el riesgo de que se cierren fábricas o las privaticen, al igual que la educación, que los recursos naturales sean entregados a manos extranjeras, que ya no haya inversión en los barrios ni en las comunidades y que el dinero ya no beneficie a los mismos bolivianos, sino “se vaya al extranjero”. Este desolador panorama es atribuido a los candidatos opositores por García Linera. 

O, en su criterio, se puede seguir, “con la gente humilde, con la gente trabajadora, con la juventud o regresamos a un pasado en el que no había pueblo, no había juventud, ni igualdad ni justicia; un pasado en el que cinco familias se robaban el dinero del país para llevárselo al extranjero”.