En los años 90, un sacerdote condenado por abuso sexual de una menor fue enviado como misionero a Bolivia. Trabajó en El Alto, La Paz y Cochabamba, donde falleció en 2017

El Deber logo
11 de diciembre de 2018, 7:51 AM
11 de diciembre de 2018, 7:51 AM

El sacerdote jesuita Luis Tó González recibió en España una condena de dos años por abuso a una menor a inicios de los noventa, pero al no tener antecedentes y ser una pena de dos años, tuvo otro destino: fue enviado como misionero a Bolivia.

El cura, según un artículo publicado este domingo en el periódico El País de España, era profesor del colegio San Ignacio de Barcelona y fue condenado por abusar de una menor de ocho años, cuando él tenía 57.

El caso es similar al del padre  agustino recoleto, José Luis Untoria Mahave, que en 1997 fue enviado a Perú pese a haber sido condenado.

Sobre el traslado a América Latina, desde España explicaron: “se veía conveniente alejarle de Barcelona”, dicen los jesuitas. “De esta manera, se le ocupó en tareas donde estuviera alejado del trato con menores”, explican los agustinos recoletos. Ninguna de las dos órdenes abrió un proceso canónico ni tomó luego mayores medidas disciplinarias, solo prohibirles la actividad docente. 

El padre Tó fue enviado a Bolivia “con la prohibición de tener actividad pastoral o docente con menores”, según los jesuitas. Sin embargo, al anunciar su muerte en abril de 2017, la curia boliviana dijo que el religioso colaboró toda su vida en el Centro de Multiservicios Educativos, la obra social educativa de los jesuitas, y en las escuelas populares de Fe y Alegría. 

Según una publicación del diario Opinión de Cochabamba,  de 2017, Tó Gonzales trabajó en La Paz y El Alto. Luego de tener problemas cardíacos y pulmonares tuvo que trasladarse a Cochabamba donde falleció a la edad de 82 años.