El Ministerio Público espera informe. EL DEBER Digital verificó que los registros públicos de sus vuelos fueron eliminados

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14 de julio de 2018, 4:00 AM
14 de julio de 2018, 4:00 AM

Pese a que las autoridades estatales lo habían anunciado, el Ministerio Público no activó ninguna causa por el misterioso jet que incautó la anterior semana la Aduana Nacional. Por otro lado,  su origen, por ahora, sigue en el  misterio, pero EL DEBER digital corroboró que los  registros de vuelos públicos internacionales fueron borrados.

Luego de que el avión  fuera incautado,  el  ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó que  la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) investigaría el origen de la nave.

Sin embargo, a más de una semana de este hecho desde la Fiscalía indicaron que todavía no se abrió una causa judicial.
Freddy Guzmán, coordinador de la Fiscalía de Sustancias Controladas, dijo que hasta el momento ni la Felcn o la Aduana hicieron llegar a este despacho un informe o denuncia.

“No hay nada, además la Aduana parece que tiene control sobre ese avión. Ellos no pueden hacer nada sin nosotros, no tengo ningún caso abierto”, dijo.

Afirmó que ellos (la Fiscalía)  investigarán cuando todo se haga de manera formal.

Borraron sus registros
El equipo de EL DEBER Digital pudo constatar que un contrato de fideicomiso, en Estados Unidos, esconde la identidad de los dueños del avión que llegó a Bolivia y fue incautado a favor del Estado. También pudo constatar que se eliminaron los registros públicos de vuelo.

Este jet, Gulfstream GIII con matrícula N557JK, está registrado a nombre del Banco Fideicomisario de Utah desde el año 2008, según figura en la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés). Pero esa entidad no es la propietaria del avión, lo tiene (junto a otros 1.600) en calidad de fideicomiso; es decir, que los verdaderos dueños le entregaron el avión para que lo administre y registre a su nombre.
EL DEBER  Digital contactó a un empleado de este banco que no quiso dar detalles del jet aparecido en Bolivia y se remitió a la información publicada en página web que dice que la práctica es habitual entre extranjeros y sociedades limitadas que solicitan su servicio porque pueden “no calificar para el registro de la FAA”.

“El Banco de Utah permite a los extranjeros ricos obtener legalmente registros estadounidenses para sus aviones a tiempo que protege sus identidades de la vista pública”, señala una publicación del diario New York Times.

Existen una serie de páginas web que registran las rutas de los vuelos tras una exhaustiva búsqueda  no se logró identificar los lugares en los que estuvo entre el 21 de agosto de 2016 y el 7 de abril de 2017, cuando llegó a Santa Cruz, su último destino.  Lo que sí se sabe es que estuvo por Canadá, Estados Unidos, Holanda, Costa Rica y la isla San Martín.

Pasa saber

Dueños anteriores
Según un historial de registros, el avión  tuvo nueve dueños antes de ser registrado a nombre del banco. Quien lo compró nuevo, en 1982, fue Shah Karim al-Hussayni, el actual imán de los musulmanes chiitas ismaelíes nizaríes y quien ostenta el título dinástico y religioso de Aga Khan.Tras su venta en 1989, el avión pasó a manos de varias empresas hasta ser registrado en 2008 a nombre del Banco de Utah, al que pertenece hasta ahora sin revelar el nombre de sus dueños reales. Mientras no se sabe quiénes son los dueños actuales del avión ni quiénes llegaron en él a Bolivia.

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