Vestida con un kimono de color durazno, se dirigió a la recepción del presidente Morales en la sede de Gobierno, donde en su discurso tuvo palabras para los cerca de 13.000 descendientes japoneses en Bolivia, conocidos como nikkeis

El Deber logo
15 de julio de 2019, 15:03 PM
15 de julio de 2019, 15:03 PM

La princesa Mako de Japón agradeció este lunes a Bolivia la acogida durante los últimos 120 años de migrantes japoneses y sus descendientes, en el inicio de su visita oficial al país.

"Quisiera reiterar nuestro profundo agradecimiento al Gobierno de Bolivia y a todo el pueblo boliviano por haber acogido cálidamente a los inmigrantes japoneses", dijo la princesa acompañada del presidente de Bolivia, Evo Morales.

La sobrina mayor del emperador japonés Naruhito inició su estancia en Bolivia con un acto en la plaza Murillo de La Paz, donde presidió junto al canciller boliviano, Diego Pary, una ofrenda floral en el mausoleo del mariscal Andrés de Santa Cruz, figura destacada en la historia del país suramericano.

Vestida con un kimono de color durazno, se dirigió a la recepción del presidente Morales en la sede de Gobierno, donde en su discurso tuvo palabras para los cerca de 13.000 descendientes japoneses en Bolivia, conocidos como nikkeis.

La princesa, de 28 años, recordó que el legado japonés en Bolivia llega a su sexta generación en regiones como Beni y Pando, con las mayores concentraciones de descendientes de los primeros japoneses llegados al país en 1899.

Mako de Akishino se mostró orgullosa de que aquellos primeros 91 inmigrantes y sus descendientes "hayan contribuido al desarrollo de Bolivia y hayan sido un puente entre los dos países, superando numerosas dificultades" en estos 120 años, para lograr "la plena confianza de la sociedad boliviana".

El discurso concluyó con un deseo de que las relaciones de amistad entre ambos países "perduren para siempre" y un "muchas gracias" en español.

Evo Morales recibió a su invitada con un saludo de bienvenida a todo el pueblo de Japón, país del que destacó la condonación de unos 500 millones de dólares en deuda externa a Bolivia y la concesión de un crédito por otros 550 millones para proyectos energéticos.

Morales entregó varios regalos a la princesa, como un busto de la heroína indígena Bartolina Sisa, para que "nunca olvide Bolivia", y varios libros, mientras que ella le correspondió con un vistoso jarrón de Japón.

La hija mayor de Fumihito, hermano del emperador y heredero de Japón, tiene previsto continuar su jornada en la Alcaldía de La Paz, para recibir las llaves de la ciudad y después dirigirse en teleférico hasta el jardín japonés de la ciudad andina.

La visita proseguirá esta semana con actividades en La Paz y Santa Cruz, región boliviana con importantes colonias japonesas.

La princesa llegó al aeropuerto de El Alto, ciudad vecina de La Paz, procedente de Perú, donde también conmemoró la llegada de inmigrantes japoneses hace más de un siglo, ya que fueron demandados como fuerza laboral y desde allí llegaron luego a Bolivia.

Te puede interesar: