Activistas ven que sus propuestas se incorporan a 'medias' en la esfera pública y en el discurso de opositores. Expertos en redes y analistas hacen énfasis en el peso del voto de los jóvenes y la necesidad de incluirlos dentro de sus programas

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12 de junio de 2018, 11:46 AM
12 de junio de 2018, 11:46 AM

La juventud boliviana, parte de la denominada generación millennial, impulsa desde las redes sociales las 'microcausas' como una nueva forma de hacer política, que ejercen ajenos a la agenda formal que se establece desde las esferas de Gobierno y de la oposición. 

Para algunos expertos en redes y comunicación política, en las redes se debate sobre temas como la defensa por el medioambiente, el derecho de los animales, derechos de la niñez y la lucha contra la violencia de la mujer. 

"Las microcausas canalizan la buena voluntad de las personas, las ganas de hacer y de participar; los individuos tienen la libertad de sumarse a una microcausa, apoyarla e incluso abandonarla cuando lo consideren conveniente", explica el ciberactivista, Mario Durán Chuquimia.

"La agenda política formal en el país, es aquella que gira en torno tanto del oficialismo como la oposición; no escucha los temas de la agenda de las redes, no los toma en cuenta y en todo caso, a algunos de esos temas los usa instrumentalmente", dice Serio Lea Plaza, coordinador de la Red Latinoamericana de Comunicación Política.

 

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Se incorpora 'a medias'

Entre las plataformas que ejercen algún tipo de activismo, citaron el Colectivo Árbol, que promueve la preservación de los árboles en la ciudad, Más y Mejor Internet para Bolivia, que promueve el acceso a internet de calidad, Masa Crítica que promueve el uso de la bicicleta, Soprama, una plataforma en defensa de los animales, la Red Ciudadana contra el Infanticidio y el Abuso Sexual, o Los Amigos de la Ciudad de Tarija.

Para la abogada e integrante del Colectivo Árbol, Eliana Torrico, la agenda de los colectivos en las redes 'se incorpora a medias' en lo tradicional. Pone de ejemplo la ley del Árbol o los proyectos de bicicultura del municipio, que nacieron 'impuestos' ante la presión ciudadana.

"No es a la voluntad de estos líderes políticos, sino que es una imposición. Porque hay realidades que tal vez queden de lado en los medios, pero en las redes se difunden y se comparten, lo que los obliga a incluirlas en sus planes", señaló Torrico.

Torrico reconoce que el desafío para los activistas de las redes es lograr una incidencia en la agenda pública, lo cual, según Mario Durán Chuquimia se logra en algunos casos transformándose en causas de alcance nacional, normas y anteproyectos. 

 

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El peso del voto joven 

Para el activista Federico Morón Encinas, la tecnología y la globalización le permite a los jóvenes acceder a nuevas fuentes de información e interacción más allá de los medios tradicionales.

"Estos temas nunca tuvieron protagonismo en la agenda de los partidos políticos tradicionales; sin embargo si les interesa a los jóvenes deberán ser incorporados o en caso contrario van a dejar de lado a un grupo importante de votantes", afirmó Morón.

Según proyecciones del INE, los millennials, jóvenes entre 16 y 29 años, para las elecciones de 2019 serán alrededor del 40% del padrón (2.610.000 personas) y para las subnacionales de 2020 serán 43% del padrón cruceño (771.000 votantes).

 

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Disputa discursiva

En la coyuntura política actual, los líderes de los partidos no dudan en reconocer la importancia de estos nuevos escenarios, tal es el caso de Samuel Doria Media, que lanza denuncias a través de su cuenta de Twitter, o del Gobernador de Santa Cruz y líder Demócrata, Rubén Costas, que dice que su estructura 'se está preparando'.

Sin embargo, el analista Lea Paza señala que en las redes se produce una disputa discursiva entre una nueva agenda que está desplazando a la agenda del cambio del Estado Plurinacional. 

"Venía sucediendo antes, con la irrupción de la revolución digital en Bolivia, pero el 21-F, como punto de inflexión, fue como abrir la válvula para la emergencia de nuevos discursos", añadió.

 

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