El ministro de Deportes asegura que la empresa del exministro tiene experiencia en el área. Existían otras 8 empresas interesadas para organizar la inauguración del evento

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3 de mayo de 2018, 15:11 PM
3 de mayo de 2018, 15:11 PM

La experiencia de Pablo Groux en el Ministerio de Culturas pesó para que acceda al contrato de 11 millones de bolivianos para la inauguración y clausura de los Juegos Odesur, en Cochabamba, según afirmó hoy el ministro de Deportes, Tito Montaño, en conferencia de prensa.

"En el país no se han organizado eventos de esta magnitud, en el proceso de evaluación se ha tomado en cuenta la experiencia, a través de lo que ha representado Pablo en el Ministerio de Culturas, ha llevado adelante eventos grandes, como el Dakar y la reunión del G77", aseveró la autoridad.

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Existieron ocho empresas inicialmente interesadas en acceder a la tarea, entre las cuales está el emprendimiento de la exautoridad, Kronopios. Los organizadores evaluaron los precios de preferencia para elegir finalmente a la mencionada; ayer la oposición denunció favorecimiento en el acuerdo.

"Quienes nos ofrecían servicios para este evento eran empresas dedicadas a ferias o promociones (...) Qué mejor que Pablo que ha coordinado eventos de esta naturaleza", agregó la autoridad, explicando que las organizaciones de Chile y Colombia pagaron entre dos a tres millones de dólares por similares servicios cuando organizaron los juegos.

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A su turno, el director general ejecutivo del evento, Juan Manuel Cheverría, sostuvo que "es completamente falso que se haya favorecido, hemos hecho diferentes evaluaciones y no hay ningún tipo de favoritismo, se ha evaluado currículum", destacando la experiencia en el área del exministro de Culturas. 

Aseguró que se aplicaron las normas vigentes habilitadas para contratar empresas para distintas áreas del evento internacional y lamentando que quienes realizaron las denuncias "no han leído el reglamento y confunden mucho los términos".

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Ayer el senador Oscar Ortiz denunció que una empresa, sin experiencia, sin boleta de garantía,  que opera desde 2015 y que reportó un capital de 75.000 bolivianos se adjudicara el contrato por 11 millones.