Anfitrión en la Villa Imperial, el gobernador masista Juan Carlos Cejas dijo que esperan a 5.000 mineros en el desfile y advierte sobre el temperamento de este sector social

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3 de agosto de 2018, 7:00 AM
3 de agosto de 2018, 7:00 AM

El de ayer no ha sido un día de movimiento en Potosí, pero la tensión en los discursos sobre los actos oficiales del 6 de agosto se disparó. Por un lado, el gobernador potosino Juan Carlos Cejas (MAS) –como quien alienta al bloque oficialista– dice que espera al menos a cinco mil mineros y dirigentes de otros sectores sociales en el desfile cívico por el 193 aniversario de la fundación de Bolivia, unos mineros a los que describe como ‘especiales’ y que reaccionan “con dinamita” cuando se los provoca. Como si eso no fuese suficiente, el presidente Evo Morales acusó a políticos opositores de “buscar muertos”, ante el riesgo de choques por la anunciada presencia de colectivos ciudadanos que promueven la defensa del referéndum del 21-F, que rechazó su repostulación.

Cejas, la máxima autoridad potosina, y el comandante departamental de la Policía, Vladimir Luis Lazo, aseguraron que los integrantes de los colectivos ciudadanos podrán desfilar sin restricción alguna, incluso con poleras y pancartas si es que lo ven conveniente. “¿Qué me hacen a mí diciendo ‘Bolivia dijo No’? Porque yo también puedo decir ‘Bolivia dijo sí’. Estamos en democracia, en última instancia eso lo va a definir el soberano con su voto”, reflexionó el gobernador, quien descartó que exista instrucción alguna del presidente para evitar que esas movilizaciones que lo incomodaron en otros puntos del país pasen delante suyo.

“El presidente tiene una experiencia amplia, no se olviden de que ha sido dirigente sindical, mandatario ya con muchos años trabajando, no se tiene por qué sentir incómodo. El presidente ya ha pasado muchas cosas, incluso, en su momento ha corrido riesgo su vida, cuando era dirigente, entonces no hagamos ver que el presidente tiene miedo, no es así, además, no va a pasar nada, eso yo lo puedo asegurar”, complementó.

Sin embargo, como ocurrió también en La Paz el 16 de julio, se prevé la aplicación de una estrategia de protección para el mandatario de parte de la seguridad del Estado. Cejas y el jefe policial coincidieron en que se hará respetar de forma muy estricta un rol de ingreso que tiene en sitios preferentes a los campesinos, los mineros y los transportistas, que aunque sus dirigentes y el gobernador no quisieron admitirlo como afinidad, tienen una relación muy fluida y trabajan proyectos conjuntos con el MAS.

“Vinieron a la Gobernación muchas organizaciones y entre las más importantes, sin menospreciar a nadie, está la Federación de Cooperativas Mineras (Fedecomin). Sus dirigentes me dijeron que no vendrán a pelear con nadie. Hemos pasado momentos difíciles con este sector, como el que llevó a la muerte del viceministro Illanes, pero en Potosí nunca hubo necesidad de lanzarles una sola granada de gas en sus movilizaciones, todo es diálogo. Pero esta es una región muy especial, provocas al minero y reacciona con dinamita, así nomás es, conocemos”, aseguró y complementó que estarán también transportistas y campesinos.

Sin embargo, el máximo ejecutivo de Fedecomin, Fernando Gonzales, replicó que “podemos garantizar un máximo de dos mil mineros, hablar de más sería mentir”. Fue muy cauto al momento de referirse a la posibilidad de enfrentamientos durante esta actividad. “Es un desfile cívico y estamos comprometidos todos los bolivianos. No buscaremos ninguna confrontación. No es el momento de meter temas políticos, nosotros respetaremos la circular que recibimos de la Gobernación, en la que se nos indica que desfilaremos en el segundo puesto, tras ellos. El cronograma de ingreso debe respetarse, eso ya está coordinado”, resaltó.

Movimientos opositores de distintos puntos del país anunciaron su presencia en las calles de la capital potosina. El dirigente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), Johnny Llally, quien ayer estuvo en el norte del departamento en labores de coordinación, confirmó que en esta jornada se realizará el “embanderamiento” de la ciudad con el ‘Bolivia dijo no’. Mientras tanto, el dirigente Marco Antonio Pumari, aseguró que hoy Comcipo se volverá a reunir para definir qué es lo que se hará. Lo más probable es que se genere un acto progubernamental en la parte baja de la ciudad y un opositor en los sectores altos.

La Policía no se confía, porque desplegará dos mil efectivos, recibirá el apoyo de 200 de Oruro y Sucre, y se reforzará con efectivos de distintos puntos del departamento, como Llallagua, Villazón, Tupiza y Uyuni. El despliegue esencial tiene el objetivo de “evitar el encuentro entre los hermanos campesinos, mineros y vecinos, con los que forman parte de estos colectivos. Una sola ruta, un orden definido de ingreso, esa es la premisa. De hecho, nuestra labor se concentrará en resguardar a los opositores”, explicó Lazo.

Los transportistas son otro sector muy importante y numeroso. Su dirigente Raúl Alcoba, en declaraciones a este medio, reflexionó que el desfile del lunes no es momento oportuno para la confrontación. “Nuestra federación estará presente, calculamos que rebasaremos las 400 personas en la movilización”, pero estableció claramente que el sector, en caso de recibir provocaciones del otro bando, dejará de marchar, “la premisa es no confrontar”, aseveró. Por su parte, el dirigente campesino Damián Choque Cruz declaró que al menos cinco mil personas asistirán al desfile. “Nosotros lo hacemos por civismo, pero también porque apoyamos al presidente Morales, por todo aquello que hace por nosotros, por las obras. Eso debe quedar claro”.

El presidente habla de muertos

El Gobierno, en los últimos días, ha apuntado a las movilizaciones opositoras, y ha denunciado oscuros objetivos. La primera piedra la lanzó esta misma semana el ministro de Minería, César Navarro, quien dijo que los pronunciamientos de las plataformas son de “grupos de amigos y lo que quieren hacer el 6 de agosto es buscar víctimas, por eso buscan la confrontación”.

El presidente Evo Morales volvió sobre ese tema este jueves durante un acto oficial en Yapacaní y acusó a los políticos opositores de “buscar muertos” para desacreditar su gestión. Además, los desafió a medir fuerzas en las próximas elecciones presidenciales. “Saben hermanas y hermanos, ellos (la derecha) están buscando muertos para echarnos la culpa, como siempre. Respetamos porque es su derecho, pero también nos veremos en el voto”, manifestó.

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Morales felicitó a los interculturales de Yapacaní por la convocatoria que hicieron, pues más de un centenar de personas lograron concentrarse en el lugar flameando banderas del MAS y vitoreando el nombre del presidente, reportó ANF. Además, aseguró que “la derecha se muere” por realizar concentraciones de esa magnitud y minimizó los movimientos del 21-F que exigen a Morales deje de lado su repostulación a la presidencia y respete los resultados del referéndum que le negó la posibilidad de la reelección. “Ya quisieran concentrar así (a la gente). La derecha (está) con sus pancartitas y con algunitos. Pero es su derecho y hay que respetar, no hay que agredir”, agregó.

El senador opositor Óscar Ortiz replicó que un presidente debe generar serenidad y no confrontación, y dar ejemplo de respetar a quienes piensan distinto. “No creo que nadie que se manifieste en Potosí a favor del respeto al 21-F busque muertos, lo claro es que refleja el estado de ánimo del presidente porque sabe que perderá en el voto si es que se presenta a las elecciones y porque ya no tiene nada que ofrecerle al país”.

Las plataformas opositoras se aprestan a medir fuerzas. Xiomara Klinsky, de G-21, calculó que habrá unas 3.000 personas de todo el país movilizándose hacia Potosí para gritar “Bolivia dijo No”. No serán los únicos que harán la peregrinación. Azules del Oriente, Generación Evo, las juventudes del MAS y diferentes grupos de movimientos sociales también viajan hacia la Villa Imperial.

CORTITAS

SAMUEL SE METE EN EL DESFILE

Samuel Doria Medina confirmó que, junto a militantes de UN, estará presente en el desfile del 6 de agosto en Potosí, donde se prevén manifestaciones por el 21-F. Él afirmó que su participación en el acto será pacífica.

LA COB

La Central Obrera Boliviana (COB), a través de su secretario ejecutivo, Juan Carlos Huarachi, se declaró una organización de “soldados defensores” del denominado “proceso de cambio” y convocó a los trabajadores a no tener miedo a las plataformas ciudadanas del 21-F.