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Mueren dos uniformados intoxicados en La Asunta

Los dos uniformados integraban una denominada Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) que estaba realizando labores de erradicación manual de coca en el poblado de La Asunta, en la región de Yungas.

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8 de octubre de 2018, 18:01 PM
8 de octubre de 2018, 18:01 PM

Dos uniformados de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) fallecieron por intoxicación en los Yungas, y el gobierno deslizó este lunes su sospecha de que estas muertes podrían obedecer a una acción criminal de los lugareños.

"A causa de estas intoxicaciones hay dos fallecidos, uno del contingente policial y otro del militar", afirmó en rueda de prensa el jefe de una unidad de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Teófilo Marca.

Los dos uniformados integraban una denominada Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) que estaba realizando labores de erradicación manual de coca en el poblado de La Asunta, en la región de Yungas al este de la ciudad de La Paz, donde en agosto pasado se registraron enfrentamientos que dejaron tres muertos.

El viceministro de Defensa Social y principal responsable político de la lucha antidrogas, Felipe Cáceres, informó por separado que un informado se encuentra en terapia intensiva y otros 11 reciben atención médica por los incidentes registrados el pasado fin de semana.

El gobierno maneja dos hipótesis: la primera relacionada con que los lugareños, contrarios a la erradicación de coca, pudieron haber regado con mercurio los ríos donde los uniformados se bañan y lavan ropa; y la segunda que los plantíos estaban fumigados con algún químico para combatir plagas y que entraron en contacto con los policías y militares.

Las autoridades precisaron que equipos especialistas se desplazaron al lugar para investigar la intoxicación de los uniformados.

Bolivia realiza labores de erradicación de cocales, en el marco de compromisos internacionales, y ocupa el tercer lugar en producción, detrás de Colombia y Perú.   Según las Naciones Unidas, en el país hay 24.500 hectáreas de cocales, un extensión superior a las 22.000 hectáreas permitidas por la ley para fines de mascado, rituales religiosos e infusión.