Rolando Viera critica a las plataformas paceñas por abandonar la vigilia instalada al frente del TSE.

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16 de diciembre de 2018, 10:03 AM
16 de diciembre de 2018, 10:03 AM

Lucha en soledad. Rolando Viera, conocido como 'Poteco' en Santa Cruz, es el único que da batalla en La Paz en defensa del voto del referendo del 21 de febrero de 2016. Tiene su carpa y su hamaca al frente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), en la sede de Gobierno. Quedó solo y reclama el apoyo de los colectivos ciudadanos paceños, pero también de otras regiones. 'Poteco' piensa regresar a su tierra y dejar la vigilia, decisión que es muy difícil de tomarla, dice.

Ayer por la tarde conversaba con cuatro personas que lo acompañaban en su lucha. Ellos se quedan solo parte del día y al terminar la tarde dejan solo a 'Poteco', quien se asombra de la apatía de la gente paceña. Relata que los días previos al paro cívico (6 de diciembre) había un apoyo ciudadano, pero al día siguiente del paro dice que el respaldo se cayó. Todo volvió a la normalidad.

"La cosa anda no muy bien porque la gente acá (en La Paz) es muy apática. Escuché que decían que eran cuna de tiranos y que tumbaron un presidente electo y este que es dictador no hacen nada, a qué se deberá, no lo sé, están sumamente suaves. Solo hay una agrupación que me apoya (de El Alto) y vienen otras esporádicamente y luego se van. A las plataformas acá no las veo animadas, no les digo que tiren tiros o cosas, pero los veo muy sumisos, esa es la palabra", relata.

'Poteco' mantiene su vigilia con su propio dinero. Él tiene maquinaria en Santa Cruz que la alquila para distintos rubros, en especial la zafra azucarera en Montero. Varios colectivos cruceños le piden que se quede en La Paz, pero él piensa seriamente en regresar a su tierra.  

"Solo llegué. Ellos (cuatro personas de El Alto) me acompañan un rato, pero todas las noches estoy solo desde que huyeron todos. Se fueron, abandonaron la vigilia. Estoy pensando seriamente volver (a Santa Cruz), pero las plataformas de allá me piden que me quede un rato más. Quiero hacer algo, pero que la gente me apoye", relata.

El activista puso un mojón en un espacio de la plaza Avaroa, justo al frente del edificio electoral. Dice que es símbolo de la lucha y cuando su movimiento haya vencido, relata, colocará otro en el jardín del TSE.