El demócrata asegura que todos hablaban de formar un bloque opositor en torno a su candidatura. CC dice que no excluye a nadie

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28 de mayo de 2019, 6:39 AM
28 de mayo de 2019, 6:39 AM

Samuel Doria Medina aún cree en que la unidad opositora es posible. El jefe de Unidad Nacional estuvo ayer en Usted Elige Radio (lunes a viernes, a las 8:00, en la 103.3 FM) y pintó un camino sinuoso y lleno de baches, pero posible, para lograr el tan deseado bloque mayoritario de oposición. Vislumbra una ruta que pasa por la bajada de candidatos con menor intención de votos, que se dan cuenta de la imposibilidad de ganar y desisten de su postulación, y -sobre todo- por la fusión de las candidaturas de Óscar Ortiz y Carlos Mesa.

Deberían coincidir en busca de una convergencia para no hacerle el favor a Evo Morales”, dijo Doria Medina, que, de momento, parece predicar en el desierto.

Ortiz rechaza la idea sin meditarla demasiado. De hecho, no es novedad que lo haga. El postulante de Bolivia Dice No lleva por lo menos dos meses culpando a Mesa de hacer fracasar los intentos de alianza y ayer no fue la excepción. “Lo que ha quedado claro a estas alturas es quiénes hemos buscamos la unidad y quiénes no. Nos pasamos septiembre, octubre y noviembre sosteniendo reunión tras reunión para construir una concertación democrática, pero estaban los que se creían autosuficientes para ganar la elección. Frente a esa circunstancia, nosotros no nos íbamos a quedar de brazos cruzados y presentamos nuestra alternativa”, dijo ayer.

De hecho, el viernes, antes de entrar a la reunión con los cívicos, Mesa insistió que era la única candidatura capaz de derrotar al MAS. Su acompañante de fórmula, Gustavo Pedraza, respondió sin mencionar a Ortiz. Aseguró que valora las recomendaciones de Doria Medina y afirmó que ellos trabajan con todas las organizaciones sociales y políticas para impulsar “la unidad del pueblo boliviano”, “derrotar el abuso de poder” y recuperar el “Estado del autoritarismo”.

Ortiz también dice que han salido a buscar la unidad en el pueblo y que los candidatos hablan como si ellos fueran los dueños de la gente. “Hemos salido a buscar el voto del ciudadano, entendiendo que solos no ganamos. Queremos una alianza con la gente, por eso hemos firmado 44 acuerdos con organizaciones y hemos tenido más de 100 reuniones”, aclara. Recuerda que lleva cinco meses recorriendo el país.

Para Adriana Salvatierra, presidenta de la Cámara de Senadores, el gran problema de la oposición, a diferencia del MAS antes de llegar al poder, es que “no ha madurado políticamente” y eso se refleja en exigir la renuncia de otros candidatos para lograr la unidad y “en la frustración de todas aquellas personas que tienen una expectativa en torno a esas candidaturas”.

La senadora oficialista observa que hasta ahora no ha escuchado ni una sola propuesta de los ocho opositores sobre qué de distinto quieren hacer con el país en los próximos años.

Pedraza aclara que Comunidad Ciudadana está en proceso de construcción colectiva y que este no excluye a nadie, pero que busca a los que quieren mirar hacia el futuro saliendo de las “viejas prácticas políticas que han desprestigiado a los partidos ante la sociedad”.

Para Ortiz, incluso Doria Medina entra en contradicción. Bolivia Dice No es -pese a los deseos del empresario- una alianza entre Demócratas y Unidad Nacional, y el senador cruceño asegura que el bloque que buscaba Doria Medina era alrededor de él como candidato. Lo mismo pasaba con Mesa, con quien también negociaron. “Todos se definían como ‘el’ candidato. Es como decir: ‘Hubiera habido unidad si me apoyaban’. Creen que la unidad es alrededor de su persona”, reclama Ortiz, que dice que construye un proyecto en torno a la gente que busca quién les dé la garantía de una verdadera alternativa frente al MAS.

El papel cívico

El rol de los comités cívicos y la reunión política del viernes último no escapó de las miradas de Doria Medina y Salvatierra. Para el empresario y político, se debió hacer un trabajo previo de acuerdos y no convocar a conferencia de prensa antes de comenzar. Cree que la labor debe ser más silenciosa y llamar a los medios cuando se tienen resultados, no antes.

Salvatierra cree que los comités ya fracasaron en dos de sus líneas: las movilizaciones, que se volvieron cada vez más violentas hasta terminar con la quema del TED en Santa Cruz de la Sierra; y la internacional, con los pedidos a Luis Almagro (secretario general de la OEA), a la CIDH y a los países garantes, que no han dado -hasta el momento- resultados.

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