Estas personas son capaces de enfrentarse a tiros o dinamitazos con la Policía o los militares que resguardan las minas

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24 de marzo de 2019, 16:52 PM
24 de marzo de 2019, 16:52 PM

EL DEBER recorrió la zona que divide Oruro y Potosí, donde deambulan los ‘jukus’ (ladrones de mineral) y mandan los ‘coyotes’ o también conocidos como reclutadores, gente que forma bandas de 20 o 30 personas, unidas por una mezcla de ambición, necesidad y falta de trabajo. Están listos para dejarse atrapar por los túneles clandestinos que han construido para robar estaño, mineral que tiene un precio de $us 20 el kilo en el mercado.

Para participar del robo, estos ladrones deben pagar hasta $us 300 al 'coyote' el hombre que les ofrece el negocio y que les facilita las claves para que puedan operar dentro de la mina sin ser detectados. Estos les dan claves para que no levanten sospechas con los demás mineros.