Es ya una experta en música del siglo XIX. Dentro de tres meses participará de un taller sobre interpretación histórica en Santa Cruz. Ha tomado como base el trabajo de Pedro Ximenez Abrill y Tirado, compositor que trabajó en Sucre

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24 de agosto de 2019, 4:00 AM
24 de agosto de 2019, 4:00 AM

La musicóloga Karin Cuéllar Rendón utiliza dos métodos para investigar. En uno de ellos se la ve encarnando la imagen tradicional de un estudioso que pasa horas fatigando bibliotecas y archivos, en busca de partituras y documentos del siglo XIX.

Recientemente estuvo en la Biblioteca Nacional de Perú, en Lima. En esos repositorios ha encontrado noticias divertidas, como poemas dedicados a las virtudes del alcohol y discusiones por alimentar a un caballo en la calle y algunas ‘críticas’ musicales en las que el periodista solo escribe acerca del aspecto físico de la cantante.

La segunda metodología usada por Cuéllar consiste en la interpretación. Eso le permite interiorizarse en el estilo compositivo y en el lenguaje musical del compositor. “Transcribo las obras y las estudio detalladamente”, cuenta.

Luego las interpreta en concierto, así que cuando Karin toca, está investigando. Es lo que se llama performance as research o investigación a través de la interpretación.

Su tema de doctorado, que prepara en la Universidad McGill de Canadá, es Prácticas de interpretación musical en los países andinos en la primera mitad del siglo XIX. Al tocar se interioriza en el estilo y el lenguaje musical del compositor. “Con la consulta de material de archivos, como partituras, documentos, manuales o textos de enseñanza musical, periódicos de la época que describan conciertos, cuadros y pinturas que representen músicos e instrumentos de la época, y además el estudio organológico y la búsqueda de instrumentos que hayan sobrevivido de la época, intento dibujar un bosquejo del contexto histórico, político y cultural en el que el compositor vivió”, explica. A todo eso se le llama ‘interpretación históricamente informada’.

Hace dos siglos

Si bien utiliza como caso de estudio la música del compositor peruano-boliviano Pedro Ximenez Abrill y Tirado (Arequipa 1784- Sucre1856), hay otros que pueden ser estudiados. Cuéllar nombra a José Bernardo Alcedo (Lima 1788- Lima 1878), el compositor del himno peruano. Alcedo tiene composiciones de formato sinfónico-coral que están durmiendo en la Biblioteca Nacional de Perú, esperando ser interpretadas.

También hay otros compositores que llegaron de Europa y se asentaron en América. Se han encontrado algunas obras de José Manuel Aldana (Valladolid 1730-Ciudad de México 1810) y Mariano Pablo Rosquellas (Madrid 1784-Sucre 1859), entre otros.

Sin embargo, el caso de Ximenez es muy peculiar, porque, según la experta, hasta la fecha no se ha encontrado un compositor más prolijo en esta época musical. Además, el volumen y la calidad de su obra compositiva es incomparable. Según Gabriel Schebor, experto en técnica de guitarra antigua, Ximenez compuso 50 sinfonías, 20 cuartetos de cuerdas, 47 misas, motetes, salmos, canciones, y más de 150 obras para guitarra, tanto para solista y como para conjunto. “Ximenez incorpora, mezcla y se apropia de estilos y estéticas europeas muy influenciadas por la ópera italiana, con ritmos y lenguajes musicales locales, tales como el yaraví, el gallinacito, zamacueca y huayño entre otros”. Quien desee comprobarlo, encontrará en el Divertimento Op. 43 (En YouTube) todos estos rasgos.

Partituras en venta

El historiador William Löfstrom, que vive en Sucre, relató el hallazgo de la obra de Ximenez. Todo empezó cuando el historiador se enteró de que una persona ofrecía fajos de partituras a la venta en Sucre; dio la voz de alarma al Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia para que se pueda adquirir esta colección. En este río revuelto, la colección de Ximenez se dispersó en manos de particulares, pero el resto pudo ser comprada por el ABNB, el Archivo y Biblioteca Arquidiocesana de Sucre, el Centro de Documentacion de la Universidad San Francisco Javier y por la Colección Andrés Orías Bluchner.

Antiguas novedades

Durante el siglo XIX la estética musical experimentó numerosos cambios. Por eso se modificaban constantemente los instrumentos. Aclara Cuéllar que el proceso que se seguía en la evolución de la tecnología de construcción de instrumentos en cualquier época empezaba en la creación musical: “El compositor le presentaba una obra al músico, y éste al ver que sus herramientas no conseguían lo que la música requería, iba a su luthier (constructor de instrumentos) o a su arquetero (constructor de arcos para instrumentos de cuerdas) y les pedía que modificasen sus herramientas para satisfacer los requerimientos estéticos y musicales de la composición”.

La investigadora sostiene que, incluso alrededor de 1850, cuando se estandariza la mayoría de los instrumentos musicales, no había un solo tamaño ni modelo de arco en uso. Tampoco había un solo tipo de flauta con una cantidad de llaves homogeneizada entre los países europeos ni americanos. Por supuesto, tampoco había un solo modelo de piano con una cantidad estandarizada de octavas, por dar algunos ejemplos.

En el caso de los instrumentos de cuerda, la mayor transformación que sufrieron en el cambio de siglo fue la reducción del ancho del mango y alargamiento del diapasón. “Las frases musicales del periodo Romántico se fueron alargando en comparación con el periodo Clásico, y por tanto, las frases requerían de una mayor continuidad sonora. Por eso construyeron arcos de diversas longitudes (algunos ni entraban en los estuches de violines y esto dificulto su preservación) y se pronunció la curvatura convexa de la varilla”. Explica.

Los instrumentos de viento (flauta traversa, oboe, clarinete, fagot) tenían diferentes características físicas y hasta afinación dependiendo del país donde los hacían. “Los pianofortes que tenían cinco octavas en los tiempos de Mozart, extienden la cantidad de octavas hasta siete durante las primeras décadas del siglo XIX”. Señala Cuéllar que en Bolivia hay algunos pianos de estas épocas entre los cuales destacan dos preservados en la Casa de la Libertad en Sucre, de cinco octavas, y otros en Tarata, en Cochabamba.

Después de Lima, Arequipa

Cuéllar estará en Arequipa en 2020 para continuar su investigación. En esa ciudad nació Pedro Ximenez. Sin embargo, encontró en la Biblioteca Nacional de Perú un libro de enseñanza musical escrito por Mariano Bolognesi en 1861. Mariano fue hijo de Andrés Bolognesi, violonchelista italiano que llegó a Arequipa en 1810 y se convirtió en el maestro de capilla de esa ciudad. Se cree que fue uno de los más cercanos colegas de Ximenez Abrill y Tirado.

Después de Lima, y con ayuda del Fondo de Cultura del Programa de Intervenciones Urbanas (Ministerio de Planificación del Desarrollo), se quedará en Inglaterra durante tres semanas para formar parte de un proyecto de investigación y experimentación en la Universidad de Oxford, siempre en torno a la interpretación de la música del siglo XIX. “La investigación se enfoca en música compuesta a finales del siglo XIX, y como parte de este proyecto grabaremos un CD que acompañará la publicación de un libro en 2022, con dos serenatas para cuerdas, una de Tchaikovsky y otra de Robert Fuchs”, explica. Se trata de una interpretación históricamente informada.

Perú-Bolivia

La obra de Ximenez ya ha empezado a ser difundida e investigada. El musicólogo chileno José Manuel Izquierdo escribió su tesis de doctorado en la Universidad de Cambridge. Titula Ser un compositor en los Andes en la era de las revoluciones: opciones y apropiaciones en la música de José Bernardo Alzedo y Pedro Ximenez Abrill Tirado; La musicóloga peruana Zoila Vega está escribiendo una tesis doctoral enfocada en la obra de Ximenez, pero con énfasis en el uso que le da a los yaravíes.

En el Festival Internacional de Música Barroca y Renacentista Misiones de Chiquitos, gracias al musicólogo Piotr Nawrot y Ana Luisa Arce, se han estrenado sinfonías y divertimentos concertantes. Hubo en Sucre en 2018 un Encuentro PXAT organizado por William Löfstrom, para el cual se invitó a músicos de Arequipa.

En Arequipa, en 2018, se creó un Festival Internacional dedicado a la difusión de la obra de Ximenez, y en su primera versión presentaron ponencias musicológicas, estrenaron varias obras de cámara, unas sinfonías y Salmos de Visperas para Nuestro Amo.

“En noviembre de este año en Santa Cruz tendremos un encuentro enfocado en el estudio y difusión de la obra de Ximenez, especialmente de obras para coro y orquesta. En el marco del proyecto “Bolivianos por el Mundo” impulsado por el Coro Santa Cecilia, se dictará un taller de interpretación históricamente informada y se presentarán en estreno la Misa de Réquiem a 4 voces y orquesta, Ave Maris Stella a 3 voces y orquesta y el Villancico a 4 voces para la natividad del Señor también con acompañamiento de orquesta”, complementa Cuéllar.

La música del siglo XIX ha recuperado vigor y oyentes.