La banda inglesa Arctic Monkeys lanzó su sexto álbum, Tranquility Base Hotel & Casino, ayer, que dejó desconcertados a los fans de su veta rockera

El Deber logo
12 de mayo de 2018, 4:00 AM
12 de mayo de 2018, 4:00 AM

Hay algo a lo que los fans de los Arctic Monkeys debemos resignarnos: nunca más sacarán un disco parecido a esos dos primeros. No les interesa. Alex Turner está en otra. No quiere rockear. 

Es que ha pasado mucho tiempo desde el  Whatever People Say I Am, That's What I'm Not (2006) y del Favourite Worst Nightmare (2007). Más de 10 años ¿Se podría decir que se han aburguesado? Esa es una salida fácil. Aunque, hay que ver el video de I bet you look good on the dance floor, con el que se hicieron conocidos, donde salían con esas poleras holgadas y jeans, lucían como unos vagos, bueno, como jóvenes ‘normales’. Tenían apenas 20 años. Ahora Turner es un muchacho que se preocupa mucho por su cabello, la banda se presenta con trajes suntuosos. Los tiempos han cambiado. La tranquilidad llegó. 

Todo esto viene a razón porque ayer los Arctic Monkeys lanzaron su sexto disco, y muchas reacciones (no voy a decir la gran mayoría) eran de sorpresa acompañada de desconcierto por el nuevo rumbo que tomó la banda: 11 canciones lentas, 11 baladas, y encima, esta vez Alex Turner cambia la guitarra por el piano como un Elton John cualquiera. 

Pero, ¿por qué la sorpresa y el desconcierto de los fans por un disco ‘lento’ cuando el título del mismo es Tranquility Base Hotel & Casino? Un poco de perspicacia, muchachos. 

Recuerdo que cuando lanzaron el Favourite Worst Nightmare, un año después del disco debut, Turner dijo que no querían esperar tanto tiempo para darle a sus seguidores un nuevo trabajo. Pues esta vez se tomaron cinco años para lanzar el Tranquility...que está bien, con la fama, los proyectos aumentan. En una entrevista a una revista Turner -que ahora tiene 32 años-, dijo que si sus fans piensan que estuvieron en la playa este lustro, él sintió que no tuvo un minuto de descanso en este tiempo.

Tranquility Base Hotel & Casino abre con una frase que ya se ha citado bastante: “Quería ser uno de los Strokes y mirá ahora el desastre que hiciste de mí”, que pertenece al tema Star Treatment. Como declaró Turner, esta canción muestra el estado de ánimo que tendrá todo el disco.  Y así es.

Son canciones que están cargadas de nostalgia, pero también con ironía, con letras a las que ya nos tiene acostumbrado el señor Alex Turner: “Jesús está en el spa, llenando la ficha de información/ mamá ya tiene listo el peinado, acaba de salir para cantar una canción de protesta”, canta en el tema que da nombre a este disco.

Con un sonido que a veces recuerda a su proyecto The Last Shadow Puppets, Alex Turner ha mencionado influencias que van desde el cine del alemán R. W.  Fassbinder (en otra entrevista menciona a su película World on a Wire como la inspiradora para el aura de ciencia ficción que recorre el disco) y del francés Jean-Pierre Melville, hasta la novela La broma infinita de Foster Wallace (aunque en alguna canción aparece por ahí Bukowski).

La banda no lanzó ningún tema para promocionar el disco. Tampoco tienen un video por el momento, aunque ya se puede ver una presentación en Youtube en el programa de Jimmy Fallon, en el que tocan magistralmente Four Out of Five.

Porque puede que no me guste el camino que han tomado estos monos ingleses, pero no puedo negar que mantienen la calidad de sus composiciones. Ahora a darle más escuchadas hasta encontrarle el gusto.

 

Tags