Cofundador y director general de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), sugiere abordar el ámbito de la comunicación y de los medios desde una nueva perspectiva, a fin de afrontar la era digital

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27 de julio de 2019, 4:00 AM
27 de julio de 2019, 4:00 AM

Estuvo en San Pablo (Brasil), en representación de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Ibeoramericano, durante la entrega del Premio Roche de Periodismo en Salud 2019. Desde hace casi 25 años, Jaime Abello Banfi dirige la FNPI, que cofundó con el premio Nobel de Literatura de 1982. El trayecto recorrido, en tan nutritiva compañía, le ha dado la suficiente experiencia para dar una mirada al periodismo que va ganando terreno a escala mundial, el digital, también a la militancia de algunos medios y a la censura.

¿En qué medida se cumplió la aspiración de Gabo de integrar el periodismo iberoamericano desde la FNPI?

En 2020 cumpliremos 25 años y ese es uno de los aspectos que más nos satisface. Hay una sensación de gran comunidad del periodismo latinoamericano alrededor de la fundación, gente de muchos países ha compartido espacios en los talleres.

El Premio Gabriel García Márquez o Premio Gabo es un referente en lengua española y portuguesa, pero sobre todo un espacio y comunidad de aprendizaje e intercambio. Nos hemos acostumbrado a mirar más lo que se produce en el continente; estamos en una era en que vemos más condiciones para la colaboración periodística entre países, proyectos en red. La fundación ha cumplido un papel y no son muchas las organizaciones que a nivel mundial pueden crear estas redes.

La era digital refuerza la integración, pero ¿cuál es la incidencia de su acelerado ritmo en la investigación, profundización y excelencia?

Lo digital amplifica lo bueno y lo malo. Así como son posibles los riesgos derivados de lo digital, también hay muchas oportunidades que antes no existían. Lo digital básicamente cambia el ritmo, la intensidad, los alcances, genera nuevos riesgos, pero también nuevas oportunidades, si lo asumimos de manera positiva, porque el vehículo principal de información global está ahora en las plataformas y en las redes.

En junio, un informe de Pew Research mostró que en un país muy sintomático en cuanto a tendencias globales de los usuarios o consumidores, Estados Unidos, el celular superó a todos los demás medios juntos, a la TV, a la radio y al papel, como herramienta informativa principal de la ciudadanía. Es una realidad inexorable y debemos prepararnos, perderle el miedo, familiarizarnos y generar pensamiento crítico.

Más allá del ámbito de los premios ¿Es posible la investigación en el día a día?

Es cuestión de cómo se organice el trabajo, no todos los días se puede hacer un súper reportaje, pero debemos ponernos el objetivo de las agendas propias, ver de pronto en la redacción distintos ritmos de trabajo y equipos y permitir que los periodistas desplieguen el interés y la dedicación por determinados temas, al fin y al cabo cuenta mucho el interés personal.

Se trata de crear un menú con platos fuertes, al lado de cosas más ligeras, lo importante es que siempre haya algo bueno que escoger, que nos haga sentir orgullosos como periodistas porque profundiza, investiga y aporta, pero sobre todo por una razón, el periodismo tiene que convertirse en indispensable, o mejor dicho los medios, la empresa periodística.

Los lectores se perderán en el momento en que lo que recibían de una casa periodística que tradicionalmente seguían, ahora lo pueden recibir de cualquier fuente, si el periódico no les da algo propio, con un valor agregado. Para volverse indispensable hay que hacer un esfuerzo, es retador, pero es el único camino, crear una comunidad de seguidores, de lectores que consideren que hacemos un periodismo irremplazable, que les llena una necesidad informativa y, entre otras cosas, para que tarde o temprano esa comunidad vuelva a la fuente principal de financiamiento a través de las suscripciones o de donaciones.

¿Es una apuesta por el lector por encima de la inversión publicitaria?

Las empresas pueden tener múltiples intereses, pero tienen un medio y una marca que tiene una comunidad y que tiene un paquete de contenidos que ofrecer, entonces el trabajo del producto es muy importante y esa fidelización pasa por construcción de confianza porque sabemos que hoy en día uno de los aspectos más complicados es la pérdida de confianza de la gente en las instituciones y en los medios también.

Otro tema es la identidad y, otro aspecto es, además, es la diferenciación; de pronto no podemos cubrir todo, pero sí podemos hacer la mejor información local y regional de Santa Cruz, así no seamos tan potentes en las noticias internacionales, y la gente ya verá cómo se informa de otros temas, pero en lo que escojamos como nicho o como objetivo informativo propio, tenemos que ser los mejores.

Cuando habla de la falta de confianza en los medios ¿Alude a la militancia?

Hay gente que gusta del periodismo de militancia y eso no se puede generalizar, el periodismo también puede tomar posiciones, pero los medios que quieren cubrir amplios sectores tienen que ser pluralistas, equilibrados y ojalá imparciales.

Cada uno escoge un camino, lo importante es que en nuestro camino seamos los mejores, y si nuestro camino es hacer periodismo desde un punto de vista determinado, digamos de orden político, que sea verdaderamente periodismo y no proselitismo, caso contrario no tiene sentido. Los que tratan de hacer propaganda en los contenidos informativos, rápidamente caen por su propio peso.

No creo que haya una fórmula única, lo importante es que encontremos nuestra fórmula para llegar a nuestro público, para crearle pertenencia, esa sensación de que somos indispensables y además, que me faltó complementar en la respuesta anterior, no solo tenemos que esperar que la gente regrese, hay que estar siempre siguiéndola, llegándole, desarrollando audiencias, todas las estrategias para mantener ese impacto y esa llegada a los lectores es importante. Los periodistas hoy tienen que trabajar de la mano de los desarrolladores y diseñadores, estrechamente. Es importante cómo se empaqueta la información y cómo se transmite.

¿Qué referencias tiene del periodismo boliviano?

Tiene cronistas interesantes, es un país que está evolucionando, más allá de las contradicciones políticas que son muy fuertes, creo que Bolivia está creciendo, dando pasos y madurando como país, con una conciencia nacional, con una emergencia de sectores tradicionalmente marginados que están tomando la vocería de sus intereses.

Es un momento apasionante para el periodismo, por supuesto que por otro lado el periodismo boliviano está afectado por lo mismo que el resto del periodismo a nivel global en el sentido de que estamos en un proceso de cambio y de adaptación, pero tiene todas las condiciones. Conozco varios de sus cronistas, recientemente recibí el último libro de Roberto Navia, es un privilegio que hubiera querido compartirlo conmigo y es señal de que es un periodismo vivo, que es lo importante, para un país que también está vivo y está buscando un futuro mejor.

¿Y la censura?

En todas partes hay limitaciones y estoy seguro de que los periodistas bolivianos no se van a dejar doblegar ante ningún tipo de censura. Puede haber intentos de censura, pero esperemos que no prosperen, así como veo que en Venezuela hay un periodismo que resiste, creo que si se diera el caso, en Bolivia también habría resistencia, pero esperemos que no se llegue a ese extremo.

En casi 25 años de FNPI y Premio Gabo ¿qué inquietudes nos unen y nos dividen?

Lo importante es que América Latina es un continente donde el periodismo está vivo, vemos que las mujeres están jugando un papel cada vez más importante, el periodismo resiste, a veces en condiciones extremadamente adversas, como en Venezuela, donde hubo una cooptación política y económica de los grandes medios, y sin embargo han surgido emprendimientos independientes en América Latina.

También estamos observando que así como se han achicado las redacciones de los medios tradicionales, hay muchos periodistas que han salido de ellos a fundar nuevos medios con ideas, con gran entusiasmo.

Este es un continente, y esa sería mi conclusión, que está encontrando caminos del periodismo, pero muchas veces quisiera uno que los medios tradicionales también fueran más audaces y más enfocados a la adaptación y a la transición, a esa transformación que necesariamente a todos nos toca hoy, como a todos los sectores, la educación se está transformando por lo digital, el comercio, entonces ¿por qué los medios no nos vamos a transformar?

¿Qué temas son los más recurrentes en el Premio Gabo?

Hay temas muy interesantes como los ambientales, los movimientos sociales, los relacionados con el combate a la corrupción, las migraciones se están posicionando como un tema muy importante en este momento porque las estamos viviendo. El año pasado en el Premio Gabo hubo un trabajo conjunto de Venezuela y Colombia sobre migraciones, y un trabajo de Leo Vaca en imagen que fue el ganador sobre el movimiento de las mujeres en Argentina. Hay una variedad de temas, pero sin duda estos han sido recurrentes a lo largo de los años.

¿Qué representó seguir de cerca la labor de Gabo y continuar su legado con la FNPI?

Un privilegio, una experiencia increíble y apasionante. García Márquez me puso al frente de este proyecto. No imaginé que tendría este tipo de vida: recorro el continente, interactúo con la gente más interesante, es además un gran observatorio y hemos ampliado la misión de la fundación, no solo hacemos talleres y publicaciones, tenemos el premio, el festival, pero además nos estamos ocupando de la memoria de García Márquez, a través de un proyecto que tiene como objetivo investigar, narrar y promover la apropiación social de la memoria de nuestro fundador, no tanto para hacerle apología y propaganda, no lo necesita, sino para inspirar iniciativas de distinto tipo, educativas, culturales, especialmente trabajos con niños y jóvenes. Todo eso nos ha obligado a revisitar a García Márquez, por ejemplo, hemos recopilado sus entrevistas, estamos releyéndolo y es una fuente de inspiración formidable. Como tuve yo el privilegio de compartir personalmente con él, muchas veces puedo asociar los textos, las citas con su figura, su personalidad y lo que recuerdo de él. Entonces, es como que me la gozo doble.

García Márquez entregó su confianza a Abello y le dio la oportunidad de trabajar por la excelencia del periodismo