La obra Buscando el hogar entre las estrellas, del artista boliviano, participó de la muestra Planeta Vibrante del Word Art Tokyo, en Japón, uno de los mayores encuentros del arte en el mundo

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13 de abril de 2019, 4:00 AM
13 de abril de 2019, 4:00 AM

Enmarcado en la búsqueda de los distintos universos que integran su naturaleza como artista, Fabricio Lara no pierde la mirada en lo cotidiano y lo real, como tampoco en lo etéreo, lo fantástico o lo remoto. Una de sus más recientes obras, con la que se convirtió en una especie de embajador del arte boliviano en la tierra del sol naciente, así lo confirma. Buscando el hogar entre las estrellas es el nombre del acrílico sobre tela de 1,94 x 1,62 m con el que participó de la exposición Planeta Vibrante del World Art Tokyo, muestra que se realiza de forma paralela al Art Fair Tokyo, en la capital japonesa.

Se trata de una de las ferias de arte más importantes del mundo, que se celebra desde 2005, como una exposición que abarca una amplia gama de obras; antigüedades, artesanías, pintura japonesa, arte moderno y arte contemporáneo. En la misma participan más de 100 galerías internacionales. En esta ocasión, la exposición Planeta Vibrante incluía la invitación a artistas de 30 países, cada participante debía llevar un cuadro que representara o estuviera inspirado en la temá- tica de la diáspora (que implica la dispersión de personas o su exilio).

Lara fue invitado y decidió participar con un cuadro que aborda el tema de la migración del hombre desde una perspectiva diferente. “La temática de la muestra se refiere un tanto al traslado de habitantes de un lugar a otro, ya sea por motivos de fuerza mayor, como guerras o crisis económicas, situación que implica un cambio cultural.

En ese sentido, mi trabajo tiene que ver con una serie de personajes que están en la nebulosa y se encuentran como caminando entre planetas, como quien busca un horizonte, como quien busca su hogar”, explica el artista. De esta manera, Lara logró llevar la mirada más allá de lo terrenal y situarla en el hipoté- tico caso del que busca nuevas oportunidades de vida, ya no en nuestro planeta, sino en otros lugares del universo. “La idea era ver cómo el hombre se desplaza a otros sitios para buscar un mejor futuro.

Traté de representar ello, no sólo desde el punto de vista de los límites geográficos o de fronteras, sino a través de otra perspectiva. Intenté ver un poco más lejos, porque sabemos que hoy el hombre está buscando otros planetas dónde vivir. Y ojalá que no tengamos que migrar, ojalá que podamos preservar nuestro planeta, pero es una realidad que también se da”, añade Lara.

Hijo del recordado pintor, escultor y ceramista orureño Gustavo Lara, Fabricio viene trabajando en los últimos años en técnicas mixtas, entre lo figurativo y lo abstracto, pero con énfasis en el acrílico. “En un principio trabajaba en el soporte rígido de madera, y conseguía resultados similares a la pintura rupestre. Ese era mi punto de partida. Después encontré el gusto por el óleo, una técnica tradicional, que tiene muchas virtudes, pero que, sin embargo, implica dedicarle un tiempo diferente a la pintura. Fue así que, por motivos técnicos, sobre todo por el tiempo de secado y por la limpieza del color, encontré en el acrílico la técnica que se adecuaba a lo que quería”, comenta Lara.

El artista ha sido acreedor de numerosos primeros premios y menciones honorables por su trabajo en pintura, dibujo y escultura en el Salón Pedro Domingo Murillo de La Paz y el Salón 14 de Septiembre de Cochabamba. Su obra también ha sido reconocida en el exterior, como la Mención Honorífica durante la IV Bienal de Cuenca, Ecuador. Además, Fabricio ha sido ganador del Primer premio del II Concurso Municipal de Pintura de Santa Cruz y en 2010 reconocido como el artista boliviano destacado en el exterior por Coral Gables EEUU.