Una obra para recordarnos que vivimos en un mundo donde la gente está cada vez más aislada u oculta sentimientos que poco o nada tienen que ver con el amor

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19 de mayo de 2018, 4:00 AM
19 de mayo de 2018, 4:00 AM

Dios juega a los dados y siempre pierde. Lo sabe el Mendigo, la Chica, la Doña y el Hombre. Todos lo saben pero no a todos les importa. Todos coinciden en una calle, pero cada uno tiene fantasmas que afrontar, episodios que recordar y voces propias que expresar en un escenario en el que el caos, la soledad y la muerte son tan suyos como ajenos. Así de contradictorios. 

También lo sabe el Contratista, un personaje violento y sombrío (impecable Fred Núñez) que viene para llevarse a nuestros personajes ‘allá’. Para tal fin no escatima el uso de la fuerza física, pero también intenta seducirlos, conquistarlos con charque, chivé y con una inmortal pieza del gran Ludwig van Beethoven. 

Así es L.O.V.E., obra del proyecto Pez Plátano (ala teatral de la productora audiovisual Núñez & Heinrich). El libreto de Sebastián Romero ha sido amplificado para que lo audiovisual cumpla un rol protagónico y la palabra amor se convierta en excusa para matar, odiar, morir o querer estar solo.  

Acertada puesta en escena  para un trabajo que vio la luz luego de un prudente  periodo de maduración, en el que el director (Núñez) esperó lo necesario hasta ver las  piezas donde las quería.  Para eso fue imprescindible la labor de un equipo que mezcla experiencia, ímpetu y profesionalismo. Glenda Rodríguez y Paola Ríos aportan fuerza y emociones a un texto cargado de ironía y un humor que se transforma en tragedia el rato menos pensado.  

Raymundo Ramos (actor cochabambino con largo recorrido en teatro de calle) y Juan Pedro Montefinale (que llegó desde Chile para estudiar en la Escuela Nacional de Teatro) no desentonan. Se nota que, para ambos, este viaje surrealista fue un gran reto al que han demostrado estar a la altura. Es gente que comprende el proceso, los códigos y las distancias entre el cine y el teatro. Así logran trabajar un momento para el público y otro para la cámara, sin que esto signifique un divorcio de ambos soportes. 

Parece innecesario profundizar en reflexiones luego de ver L.O.V.E. Lo más probable es que en la sala se deje todo. Ahí queda el miedo del hombre, que llora a su caballo asesinado y teme la misma suerte para él. Ahí queda el mendigo, que no soporta la indiferencia (incluyendo la del público, que no le da ni una  triste moneda). Está en uno hacer eso suyo o dejarlo. 

Hay cosas a las que nadie puede quedar indiferente, una de ellas es el estruendo que anuncia la aparición del contratista, como si se tratase de la llegada de un demonio o algo peor. 

L.O.V.E. nos recuerda qué no es amor, que ‘yo soy vos, pero a quien veo es a mí’, que los temores de ellos son los nuestros, que preferimos estar acá y no allá, que Dios juega a los dados y pierde. 

Más detalles

Cuarto fin de semana de la obra dirigida y protagonizada por Fred Núñez 

Tome nota. L.O.V.E. se presenta todos los viernes y sábado, a las 20:30, en el Centro de la Cultura Plurinacional Santa Cruz (René Moreno # 369, entre Pari y Mercado). La entrada cuesta Bs 50.

El elenco. Paola Ríos, Glenda Rodríguez, Raymundo Ramos, Juan Pedro Montefinale y Fred Núñez.

El proyecto. Pez Plátano nace en 2014 como ala teatral de la productora Núñez & Heinrich. El primer trabajo que se llevó a escena fue Debajo del puente, obra sobre la masacre de Porvenir. Debe su nombre al cuento Un día perfecto para el pez plátano, del escritor J.D. Salinger.

El equipo. César Morón diseñó la escenografía, el encargado de las luces es el fotógrafo Gustavo Soto, el vestuario es de Paola Labertini, la asistencia en dirección de Alana Delgadillo y Melina Terceros y los técnicos son Benjamín Richter, Isaac Nogales y Rodrigo Mendoza. Todo bajo la producción general de Mónica Heinrich. 

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