A la Feria del Libro de Santa Cruz llegó este tomo de Anagrama que contiene cuatro de las mejores novelas del estadounidense John Fante

El Deber logo
2 de junio de 2018, 4:00 AM
2 de junio de 2018, 4:00 AM

El cuarteto de novelas protagonizadas por Arturo Bandini –alter ego de John Fante– es una de las cumbres de la literatura estadounidense. Su creación no fue un camino de rosas: el primer título, escrito en 1936, fue rechazado y permaneció inédito hasta que la viuda del autor lo recuperó póstumamente; el segundo y el tercero, publicados en 1938 y 1939, pasaron entonces sin pena ni gloria; el último se lo dictó a su esposa, ya anciano y ciego, y apareció un año antes de su muerte. En medio, el redescubrimiento de Fante gracias a un rendido admirador que le recomendó a su editor que lo rescatase del olvido: Charles Bukowski.

El antihéroe Bandini lo reconocemos durante su infancia y adolescencia en el Colorado de la Gran Depresión, hijo de una familia de emigrantes italianos pobres; lo reencontramos en Los Ángeles, con dieciocho años, haciendo trabajos mal pagados y soñando con ser un escritor. Un sueño por el que lucha entre penurias económicas mientras trabaja como guionista en Hollywood y vive experiencias sexuales y amoríos: con una prostituta, con una camarera mexicana, con su casera, que podría ser su madre.

Vida póstuma
Menospreciada durante décadas, Pregúntale al polvo es posiblemente la más bella historia de amor protagonizada por alguien que no sabe nada de eso. Novela iniciática y febril, anticipa las torpezas sentimentales de Kerouac en Los subterráneos y, como lo mejor de Carver o Bukowski, demuestra que la anécdota es un efecto del estilo. "Nos acercábamos a la vida, pero no acabábamos de poseerla", señala Bandini; en más de un sentido, Pregúntale al polvo enseña que la vida solo late a través de las pasiones. Y que las pasiones se asumen en "la sensación de haber cometido un delito, de haber infringido la ley, de haber cometido el pecado de la autodestrucción". La magia, o el milagro, consistiría en cuidar esa culpa y transformarla en el material básico de una literatura plena en energía, deseo, y un humor que es la cima de la desesperación.

Igual que en Pregúntale al polvo, Espera a la primavera, Bandini (1938) incorpora la confianza en la vida como laboratorio de la ficción y se construye a través de la infancia y adolescencia del protagonista, cuyo camino se continúa en Sueños de Bunker Hill (1982, dictada por Fante a su esposa Joyce) y la póstuma The Road to Los Angeles (1985).

Tags