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28 de julio de 2018, 4:00 AM
28 de julio de 2018, 4:00 AM

El escritor catalán Luis Goytisolo fue galardonado el miércoles con el Premio Carlos Fuentes, dotado con 250.000 dólares, por “su compromiso irrenunciable y persistente con la literatura”, según destacó el jurado de este premio concedido por el Gobierno de México y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Integrado por Jaime Labastida, director de la Academia Mexicana de la Lengua, Aurora Egido, secretaria de la Real Academia Española, los escritores Nélida Piñón y Alberto Ruy Sánchez, el escritor y académico mexicano Eduardo Lizalde, ganador de la anterior convocatoria, así como por varios representantes de la Secretaría de Cultura y de la UNAM, el jurado ha definido el conjunto de la obra de Goytisolo como de ruptura con las tradiciones.

“El suyo es un edificio verbal asombroso”, en el que destaca “su compromiso irrenunciable y persistente con la literatura y su afán de renovar la novela tradicional a través de la pluralidad de perspectivas, incluido el ensayo, la filosofía y la reflexión sobre la creación literaria misma”, es el juicio del jurado de un premio bienal que en su última edición ganó Lizalde y, anteriormente, el nicaragüense Sergio Ramírez (2014) y Mario Vargas Llosa( 2016). Sí, el mismo escritor peruano que en esa Barcelona de los años 60 donde coincidieron ya elogió, como también lo hiciera el entonces vecino del barrio Gabriel García Márquez, los méritos de Las afueras.

Luis Goytisolo fue siempre, ya desde esa novela que no reflejaba el maniqueo realismo social del momento, a contracorriente. “Era un ensayo, el inicio del camino hacia Antagonía”, admitió el escritor, autor de una treintena de libros, pero que en aquella tetralogía que arrancó en 1973 con Recuento empezó a buscar valientes estructuras y puntos de vista que se fueron convirtiendo en parte de la razón de ser de su novelística, algo que el jurado del Carlos Fuentes ha elogiado al destacar su brillante uso del “método autorreflexivo en la narrativa”.

“La novela debe tener también siempre un punto de contenido reflexivo”, defendía el pasado febrero.

No en vano, para su obra magna, Antagonía, que fue publicada con prólogo de Ignacio Echevarría, Goytisolo empleó 17 años. “Tardo en escribir una novela una media de tres años -explicaba en una entrevista concedida al diario El Cultural en 2016-, y de esos tres años, paso solo seis meses escribiendo”.

“El resto es planificación. Luego, no soy esa clase de escritor que dice estar escribiendo siempre la misma novela. Lo que hago es encontrar minas que luego exploto. En cada nueva novela encuentro una nueva mina que pienso explotar en la siguiente. Así es como me muevo”.

Compuesta por cuatro volúmenes (Recuento, Los verdes de mayo hasta el mar, La cólera de Aquiles y Teoría del conocimiento), la recepción crítica de Antagonía lo consagró como un autor fundamental del siglo XX.

Ganador del Premio Biblioteca Breve con su primera novela, Las afueras, su preocupación por la evolución del género es el corazón de uno de los más reconocidos ensayos del autor que nació en 1935 en Barcelona, Naturaleza de la novela, con el que obtuvo el premio Anagrama.

Es, además, autor de Cosas que pasan, El atasco y demás fábulas o El lago en las pupilas.

El Carlos Fuentes es el séptimo galardón en la trayectoria de un autor con lectores más cualitativos que cuantitativos, único superviviente de la saga literaria que compuso con sus hermanos José Agustín y Juan, que completan el Ciudad de Barcelona en 1976 por Los verdes de mayo hasta el mar, el de la Crítica de 1984 por Estela del fuego que se aleja y el Nacional de Narrativa de 1992 por Estatua con palomas.

El escritor Luis Goytisolo es también miembro de la Real Academia Española.

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