La cantidad de firmas que anularon sus matrículas cayó un 5% con respecto al mismo periodo de 2018, menos que en 2017; según Fundempresa. La Cainco ve un estancamiento de la economía formal

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3 de septiembre de 2019, 4:00 AM
3 de septiembre de 2019, 4:00 AM

En siete meses de 2019, 4.456 empresas dieron de baja su matrícula de comercio, según Fundempresa. Esa cantidad, representa una reducción del 5%, con respecto a igual periodo del año pasado, cuando fueron 4.715.

El comportamiento mantiene la tendencia del año pasado, aunque el porcentaje es menor. Y es que, en siete meses del año pasado, 4.715 compañías dejaron de operar; es decir, un 15% menos de las registradas en el mismo lapso de 2017.

Ese menor cierre de compañías este año se explica, según Rolando Schrupp, expresidente de Fundempresa, por la disminución en la creación de nuevas firmas. “Estamos en el punto de inflexión hacia el cierre de empresas sin el mismo ratio de reemplazo”, señaló.

La afirmación de Schrupp es respaldada por los datos de Fundempresa, ya que, por ejemplo, las inscripciones de firmas unipersonales pasaron de 16.514 en siete meses de 2018, a 8.945 en igual periodo de 2019.

Para Fernando Hurtado, presidente de Cainco, los datos de Fundempresa alertan sobre el estancamiento de la economía formal y llaman la atención acerca de una problemática estructural.

“La cancelación de matrículas de comercio puede tener como causa una menor confianza de los actores económicos privados para seguir arriesgándose con un emprendimiento formal. Mientras más incertidumbre sienten, menos disposición tienen para enfrentar las múltiples presiones y obligaciones que significa responder por una estructura formal”, explica Hurtado.

Para el viceministro de Pensiones y Servicios Financieros, Omar Yujra, el cierre de empresas es parte de cualquier economía.

Por su parte, el economista Róger Banegas, indicó que hay que tener cuidado con las variaciones de registro en las matrículas de comercio, ya que se atribuyen a un efecto estacional, temporal y porque los negocios en una etapa de dos años tienen alta movilidad y mortalidad organizacional: abren y cierran pronto.

Tipo de compañías

En siete meses de 2019, de las 4.456 matrículas canceladas a escala nacional, 4.027 correspondieron a empresas unipersonales (90,4%); 388 son sociedades de responsabilidad limitada (8,7%) y 22 sociedades anónimas (0,5%).

Esas cantidades de cierres de firmas, comparado con los primeros siete meses de 2018, evidencian un descenso de 271 empresas unipersonales, una caída de13 sociedades de responsabilidad limitada (SRL) y un aumento de seis de las sociedades anónima(SA).

“Que las empresas unipersonales se creen o no, no tiene un impacto directo en la economía, ya que son autoempleos. Lo que preocupa es el menor crecimiento de la base empresarial (creación de más SRL y SA)”, dijo Schrupp.

Para revertir esa situación, Schrupp sugiere despolitizar la economía y ‘liberar’ a los empresarios, que, en la actualidad, considera, están ‘esclavizados’ por tantas leyes.

Por su parte, Hurtado señala que, analizando la base empresarial vigente, llama la atención que el 79% son firmas unipersonales y que existe una menor presencia de SRL, con solo el 19% y la mínima cantidad de SA, con apenas el 1%. Esto, según Hurtado, refleja la escasa sofisticación de la estructura empresarial del país.

“Si bien las unipersonales tienen un rol social y económico fundamental y destacable, normalmente las empresas de mayor estructuración, como es el caso de las SRL y SA, podrán calificar a sus empleados, ofrecer puestos de trabajo de mayor nivel, incorporar tecnología y así aumentar la productividad. Sin esta combinación virtuosa de condiciones no podremos superar la pobreza en forma sostenida”, dijo Hurtado.

A decir de Banegas, se requieren estímulos para el desarrollo de la economía formal de las empresas. Esto, con el objetivo de que, en el mediano plazo, las SRL puedan copar un 20% del total de empresas y las SA el 5%.