Generación. Actualmente ocupan hasta el 10% de las planillas laborales y las firmas ya perciben una nueva masa de consumidores hiperconectados e independientes

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22 de enero de 2019, 4:00 AM
22 de enero de 2019, 4:00 AM

Último lustro del siglo XX. De acuerdo con los registros, la economía afrontaba una transformación con el aumento de ‘inputs’ –factores (materias primas, productos intermedios o energía) que intervienen en la generación de un bien o un servicio– que predominaron como fuente de crecimiento y reactivación de productividad. El fenómeno de la red internet daba sus primeros destellos globales entre los consumidores y, sin tener conceptualizaciones, se gestaba una frontera que hoy separa a los millennials de una nueva generación emergente que aparece como una nueva fuerza laboral y de consumidores: los ‘centennials’.

Nacidos después de 1995 (hasta 2010) y también conocidos como la Generación Z, los centennials se caracterizan por ser ‘hijos’ de la tecnología (nativos digitales hiperconectados), por buscar objetivos a corto plazo, resultados inmediatos, ser autónomos y, al mismo tiempo, tener un espíritu emprendedor. Ese perfil es resultado del estudio de entendimiento generacional ¿Cómo son los centennials bolivianos?, realizado por el centro de investigación Human Value y que se presenta como una brújula para los reclutadores de talento y especialistas de recursos humanos.

El informe establece que esta generación está copando hasta el 10% de las planillas laborales de algunas empresas. Además, su importancia dentro de la Población Económicamente Activa (PEA), tomando como referencia los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), va en ascenso. Este grupo etario representa el 17,1%, es decir, 402.612 personas forman parte de la PEA, según el informe de la entidad apoyado en el censo de 2012. Por grupos de edad, entre centennials empleables por las empresas representan el 29,9% o una cifra superior a los 120.000 nuevos perfiles.

A escala regional, hay más de 70 millones de personas nacidas más allá de 1995 ya en edad de trabajar, según las estadísticas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). De ellas, la mayoría (casi un 58%) se encuentra todavía inactiva en el mercado laboral, es decir, no está trabajando ni tampoco buscando un empleo (algunos siguen estudiando).

La líder de la investigación, Denise Hurtado, explicó que, si bien la comunidad de Recursos Humanos todavía está desarrollando instancias prácticas que les ayuden a insertarse en el mercado laboral, existen patrones que determinan la predilección de un Gen-Z por una organización.

Tales patrones se refieren al desarrollo de la inteligencia emocional, guías para encontrar propósitos y talentos, dejar que lideren su empleabilidad y compromiso con la ética (estar pendientes al ejemplo y credibilidad), así como reconocimiento público y líderes que sean creativos brindando flexibilidad “en la inflexibilidad laboral boliviana”.

A esta voz se sumó la presidenta de la Asociación Boliviana de Gestión Humana (Asobogh), Oriana Hoyos, quien expresó que un cambio generacional afecta las estructuras, las formas de interactuar y sistemas de trabajo en las organizaciones, debido a que cada generación tiene su forma de ver las cosas y realizar su trabajo.

“Uno de los temas importantes que las empresas deben abordar y trabajar es el del respeto hacia las diferencias generacionales, que se tendrán que encarar con los valores dentro de cada organización. A partir del respeto a las diferencias se llega a dar un entendimiento y una forma sana de encarar los quehaceres diarios”, sostuvo la ejecutiva. No obstante, el emprendimiento también tiene cabida. El director titular de Juventud Empresa, Saúl Paniagua, dijo que hay una fuerte tendencia en este sentido y que algo muy común para conseguir sus metas es que se están aliando entre ellos para conseguirlo y, “pese a la incertidumbre de la economía nacional, estos apuntan a largo plazo”, explicó, a tiempo de agregar que apuntan a ser empresarios innovadores a través de la consolidación de startups. Juventud Empresa cuenta con al menos 400 asociados y el 15% (60) son centennials.

Por su parte, el gerente general de Avícola Sofía, Mario Ignacio Anglarill, señaló que los líderes empresariales deben aprender a diferenciar a las nuevas generaciones para luego identificar los perfiles y adaptarse a ellos. “Es un desafío. Se tarda un poco en acostumbrarse a congeniar y trabajar con las nuevas generaciones. Hay que entender sus motivaciones. Con los ‘millennials’ hemos aprendido a llevarnos bien todas las generaciones, ya que es la generación más grande en la actualidad”, indicó.

Comportamiento de consumo

Según Anglarill, para a atraer a los consumidores de nuevas generaciones hay que tener en cuenta que estos ya no compran una marca por necesidad o gusto, sino que buscan marcas que sean responsables, saludables e inocuas, además que analizan los productos y servicios en 360 grados.

El gerente general del hotel Marriott Santa Cruz de la Sierra, Gustavo Lovera, manifestó que, además de contar con el 12% de colaboradores centennials en el centenar de su planilla laboral, estos también son huéspedes con necesidades como la conectividad y facilidad para obtener cosas específicas ajustadas a sus gustos. “Hay que saber adaptarse a ellos porque los necesitamos como fuerza laboral y también como huéspedes”, subrayó.

Para el gerente general de RoHo, Marcelo Áñez, ha sido una sorpresa que, así como familias convencionales, existen consumidores que corresponden a la Generación Z y que ya se orientan a vivir de manera independiente, aspecto que se ha sabido encajar con el público joven interno de la empresa que no solo se halla en la parte operativa, sino también en áreas de gerencia.

Áñez acotó que en la confluencia generacional de la organización se percibe la voluntad de aprender y aportar desde las distintas partes y puntos de vista, al igual que existen planteamientos y perspectivas de los centennials que permitieron ampliar la visión de la empresa.



 

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