Mercado. El valor y volumen exportado crece un 15% y un 10%, respectivamente. La oferta china y brasileña es la ‘piedra en el zapato’ de las industrias nacionales

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23 de octubre de 2018, 4:00 AM
23 de octubre de 2018, 4:00 AM

El portafolio cerámico de industrias nacionales trasciende fronteras y adquieren alta notoriedad en el espectro del comercio exterior. A decir de la gerenta técnica del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), María Esther Peña, las exportaciones de cerámica este año se recuperan luego de una caída que tuvo su pico más alto en 2013, cuando el sector facturó más de $us 7 millones por la venta externa de 100.000 toneladas, para caer hasta $us 4,3 millones en 2017; sin embargo, aclara que hasta agosto de este año ya se exportó $us 2,6 millones siendo esta cifra un 15% más de lo registrado en el mismo periodo de 2017. El volumen exportado creció un 10%.

Perú, con una participación del 58% sobre el valor exportado, hasta agosto, es el principal país de destino de las exportaciones. Le sigue Ecuador (16%) y Chile (15%).

Respecto a importación de cerámica, Peña indicó que ascendieron en los últimos cinco años. En 2017 sumaron $us 62 millones por la compra de 141.000 toneladas. Hasta agosto de 2018, dijo que el ingreso de productos cerámicos ya alcanzó $us 41 millones, 2% más de lo registrado en el mismo lapso de 2017. El volumen alcanzó 99.000 toneladas y un crecimiento del 3%. China abastece el 41% de la demanda externa de cerámica, Brasil un 35% y Colombia un 5%.

A criterio de Peña, la balanza comercial para el sector de cerámica es aún deficitaria, es decir, Bolivia compra más productos cerámicos de lo que vende, “dado que la oferta externa es atractiva en cuanto a precio y calidad para el consumidor boliviano, por lo que las industrias nacionales deben afrontar un contexto interno poco favorable para el aumento de la competitividad empresarial”, apuntó.

De acuerdo con cifras del sector industrial cerámico, el país tiene una capacidad instalada de producción de 3 millones de metros cuadrados por mes. No obstante, dan cuenta de que la demanda, en la última gestión, cayó a 2 millones de metros cuadrados por mes.

Industrias nacionales

En el ámbito de operaciones en el mercado nacional e internacional, desde Cerámica Gladymar, su gerente general, Gonzalo Taborga, indicó que la empresa está enfocada en abastecer el mercado interno. “La mayor parte de nuestra producción se comercializa en Bolivia, pero tenemos clientes en Perú y el norte de Argentina”, dijo.

Gladymar produce 10 millones de metros cuadrados por año de cerámica y porcelanato. En comparación con 2017, se duplicó la producción gracias a una inversión realizada en la más moderna línea de producción del país.

Taborga reveló que, alineados en el ADN de Gladymar, realizan múltiples inversiones para romper esquemas y marcar tendencias. Concentran sus inversiones en investigación y desarrollo de nuevos acabados, texturas y formatos para brindar soluciones a sus clientes en sus construcciones. Invierten también en el desarrollo de capacidades del capital humano.

El ingreso de marcas brasileñas y chinas es la ‘piedra en el zapato’ de las industrias del país. Cerámica Gladymar atribuye el fenómeno, en el caso de Brasil, al tipo de cambio y devaluación de la moneda. “Competir con el producto importado, que no siempre es de calidad, es difícil. Bolivia debe hacer lo que se ve en Argentina. El Gobierno cerró sus puertas al contrabando y a los precios de venta por debajo del costo de producción a materiales brasileños, chinos e indios. Esa medida ‘antidumping’, con aranceles altos para cerámicas y porcelanatos importados, es una medida eficaz que protege al fabricante nacional, incentiva la inversión y garantiza empleos”, expresó Taborga.

Desde Faboce, el gerente general, Tito Orellana, apuntó que si bien la producción de porcelanato y cerámica está destinada al mercado interno desde hace 18 años, exportan a países vecinos, tales como Perú, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay, Ecuador y otros.

Hizo notar que la expansión de operaciones a estos mercados fue dominante gracias a la comercialización no solo de productos de Faboce, sino a la inserción exitosa de los productos Tonino Lamborghini Tiles & Styles en Latinoamérica.

En Bolivia, Faboce tiene presencia en ocho departamentos (excepto Pando) y cuenta con 19 showrooms ubicados estratégicamente en zonas de crecimiento y comerciales de cada región.

En 2017 Faboce invirtió más de $us 5 millones en la implementación de la planta más automatizada y moderna de Sudamérica, que permite producir porcelanato de alta calidad y de acabado superior con estándares europeos. La inyección de capital se suma a los más de $us 20 millones ya invertidos en la planta de porcelanato.

“La empresa invirtió para contar con una moderna fábrica e importó tecnología italiana para otorgar al mercado productos con diseños, acabados y formatos únicos”, aseguró Orellana, al dejar entrever, además, que el objetivo de la empresa es enfrentarse a la oferta de productos similares importados desde China, Brasil y otros países e incrementar la participación en el mercado nacional de porcelanato.

En la presente gestión, Faboce espera alcanzar un crecimiento del sector en el orden del 7% impulsado por la dinámica de construcciones de residencias por parte del sector privado y obras de infraestructura y planes de vivienda ejecutados por el sector público.

Cerabol, otro de los jugadores de la industria cerámica, según la gerente general Sandra Bruno, enfoca su producción en el mercado nacional y detalla que el costo logístico hace que la salida a mercados internacionales sea poco competitiva. No obstante, Cerabol realiza exportaciones esporádicas a Uruguay, Perú, Chile y busca expandirse a Paraguay.

Cerabol tiene una capacidad productiva de 500.000 m2 por mes, volumen que se mantiene desde 2017 y que su producción -130 productos en diversos formatos- se orienta, por lo general, a vivienda de clase media-baja, nicho que es el más masivo y donde no se especulan precios, ya que el consumidor guarda la relación de la calidad y cuánto está dispuesto a pagar por conseguir este atributo en su edificación.

Con la necesidad habitacional existente en el país, Bruno dijo que las expectativas, a corto plazo, son alentadoras, pese a una cierta contracción en las ventas.

Cerabol también siente la incidencia de la industria china y brasileña en el mercado. A decir de Bruno, la competencia no es leal y que el conglomerado empresarial en el que opera tiene la capacidad de abastecer al mercado. “Podríamos elevar nuestras ventas y no tener capacidad productiva ociosa, así se generarían más empleos y más impuestos, que se traducirían en mayor movimiento económico”, sentenció.

Desde la jefatura comercial de Cerámica Coboce, Karen Reinstch, indicó que producen 1 millón de m2 mensuales en distintos formatos. El 85% de su oferta productiva la destinan a Bolivia y el saldo lo exportan a Perú, Chile, Ecuador. Tienen planes de penetrar a Colombia y a países de Centroamérica.

Reinstch también criticó el ingreso a Bolivia de cerámica de procedencia china y brasileña sin control y normativa que regule la calidad y el precio. “Los productos importados ingresan a precios económicos y hacen que las fábricas nacionales ajusten sus precios y bajen sus márgenes de utilidades, dificultando así la operación normal de las empresas”, exclamó.

Incerpaz, otro jugador que nutre a la industria de la construcción, se ve afectado por la competencia interna del mercado informal por encima del contrabando o de la importación de productos chinos o brasileños, según el gerente general, Juan Manuel Bejarano. “Necesitamos más apoyo gubernamental en la regulación de informales e incentivos para quienes cumplen con la reglamentación”, sostuvo el ejecutivo.

Esta firma especializada en la fabricación de ladrillos, tejas y otros materiales cerámicos destina las 30.000 toneladas de productos que produce en Santa Cruz al mercado nacional, pero tiene proyectos para abrirse a nuevos espacios en Argentina y Paraguay, de acuerdo con Bejarano.

No obstante, las regionales de Oruro y La Paz ya conocen de internacionalizar la marca a Chile y Perú con un 30% de su producción. Bejarano resaltó que la empresa cuenta con una propia planta de producción en Brasil desde hace tres años.

Oferta china y brasileña

En puntos de venta de materiales de construcción en la zona de la avenida Brasil, entre el segundo y el tercer anillo, más de un vendedor indicó que la agresiva incursión, con precios bajos, de material cerámica y porcelanato importado, principalmente, de China y de Brasil, ha debilitado la preferencia de consumo de la producción nacional.

En una importadora de material cerámico y porcelanato de industria china, la encargada refirió que la oferta de precios bajos condiciona la venta. Refirió que tiene porcelanato triple A -de primera calidad- desde Bs 65 el metro cuadrado y que Santa Cruz es una plaza comercial atractiva.