Desde hace seis años, la expansión del departamento empezó a situarse por encima de la nacional, logrando un promedio del 6,78% frente al 5,10%

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3 de octubre de 2018, 10:08 AM
3 de octubre de 2018, 10:08 AM

Santa Cruz es sinónimo de prosperidad y calidad de vida. El departamento, durante las últimas décadas, ha experimentado un desarrollo mayor al resto del país no por casualidad, sino gracias a un trabajo sostenido de los nacidos y no nacidos en sus 370.621 kilómetros cuadrados de superficie. Prueba de ello es el comportamiento de su Producto Interno Bruto (PIB), el cual creció un 40,9% en los últimos seis años, al pasar de $us 7.698 millones en 2012 a $us 10.848 millones el año pasado, según datos del INE. La agropecuaria es la principal actividad económica del departamento, aportando en la gestión pasada un 17,22% al PIB, seguido de la industria manufacturera, con el 14,36%.

En los últimos seis años, la producción agrícola cruceña pasó de 11,6 millones de toneladas, en 2012, a 12,7 millones toneladas, en 2017. Ese mismo año, Santa Cruz fue el principal departamento que aportó al PIB nacional, con un 28,7%. En cuanto al PIB per cápita, este fue de $us 3.442, superando al nacional, que es de $us 3.353. Las fortalezas cruceñas La mayor fortaleza actual de la economía cruceña es la consolidación de una cultura empresarial y de trabajo afincada en la iniciativa de sus emprendedores, señaló Ronald Nostas, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB). “Los recursos y las potencialidades de una región no se convierten en riqueza y bienestar si no intervienen la decisión y la acción de sus habitantes.

Precisamente, a base de esta fortaleza, Santa Cruz ha avanzado mucho en la diversificación de su economía”, afirmó Nostas. Esto ha permitido que, además de los hidrocarburos, sean la agroindustria, la pecuaria, los servicios y la construcción, entre otros sectores, los que impulsen su crecimiento, alejándola de la dependencia de los recursos no renovables. A decir de Luis Barbery, titular de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (Fepsc), la estructura productiva e industrial cruceña ha constituido un entorno logístico, comercial, de servicios financieros, que han impulsado la hotelería y gastronomía, la inmobiliaria y construcción, cada vez más modernas y más eficientes. Esto, además, ha convertido a Santa Cruz en una región atractiva para el turismo y los eventos internacionales. La existencia de entidades empresariales como Cainco, CAO, Asosur, Cadecocruz y muchas otras permite dar un sentido práctico a los diferentes emprendimientos privados, manteniendo una articulación activa con el sector público, según Barbery.

Para Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), no es exagerado decir que Santa Cruz es una tierra de oportunidades, ya que su exitoso modelo productivo le permite ser una gran proveedora de bienes y servicios para Bolivia, pero además ser una importante exportadora de productos no tradicionales, convirtiéndola en una región generadora de empleos. Desde el Cebec, de Cainco, indicaron que la agroindustria es uno de los motores importantes del crecimiento cruceño, así como los sectores cárnico y de la construcción.

Desafía a la desaceleración Desde hace seis años, el crecimiento del departamento empezó a situarse por encima del nacional, logrando un promedio del 6,78% frente al 5,10% en el periodo 2012-2017, a pesar de la desaceleración económica. “Santa Cruz se encuentra en un momento de expansión constante, lo que se da únicamente cuando confluyen una serie de factores como la estabilidad, diversificación económica, bono demográfico, creciente inversión pública y privada, mejor redistribución de la riqueza, liderazgos institucionales sólidos y legítimos y, sobre todo desarrollo de la iniciativa privada”, explicó Nostas.

Para Barbery, los factores que han permitido ese crecimiento son la existencia de una base agroindustrial productiva vigorosa, un sector comercial y de servicios moderno, un poderoso sector de la construcción e inmobiliario, un aparato logístico y de transporte eficiente, una industria del turismo sustentada en hotelería y oferta gastronómica de primer nivel. “Con una población de más de tres millones de habitantes –la mayor del país– Santa Cruz cuenta con un importante mercado interno que se constituye, en muchos casos, en una plataforma para proyectos de exportación, al mismo tiempo que un gran colchón para el crecimiento del PIB, producto de la constante migración interna y su explosiva expansión urbana”, manifestó Rodríguez.

Para el Cebec, desde el sector privado se han desarrollado inversiones en agroindustria y en otros sectores de la economía, sobre todo de servicios relacionados al turismo y la gastronomía, además del desarrollo del sector inmobiliario. “Esto permite que ante la baja de las ventas estemos soportando la actual coyuntura”, indicaron. Gobierno resalta el modelo El vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, durante su discurso en la inauguración de Expocruz 2018, felicitó a los empresarios cruceños por tener una visión de desarrollo no solo regional, sino también nacional.

La autoridad destacó el aporte económico de Santa Cruz haciendo foco en su poderosa agricultura, que tiene el 69% de las tierras cultivadas del país y es la responsable del 68% de la producción de cereales y del 93% de las oleaginosas.

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