Medidas. PIL Andina y productores lecheros piden al Gobierno activar políticas públicas para dinamizar la exportación de la leche en polvo, frenar el contrabando de países vecinos e incentivar el consumo interno

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22 de enero de 2019, 4:00 AM
22 de enero de 2019, 4:00 AM

Un informe proporcionado por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) señala que la leche es el producto de la oferta exportable más golpeado en 2018. De enero a noviembre marcó un descenso, en volumen, de 2.908.881 toneladas que corresponde a un -44% comparado con igual periodo de 2017.

Desde la principal industria láctea del país –PIL Andina– atribuyen la caída de ventas a los precios internacionales, particularmente a la leche en polvo, que sigue con tendencia a la baja, en comparación con los precios actuales que hay en Bolivia. Ven una situación que resta competitividad en el sector.

Para revertir los indicadores negativos de exportación, según da cuenta PIL Andina, se están concentrando más en el mercado local y estableciendo políticas de acopio que permitan recolectar solo lo que se puede vender localmente. Temen repetir la historia del ‘sobre stock’ y, en consecuencia, pérdidas para la industria y el sector lechero.

Este lesivo resultado no solo afecta a PIL Andina, también a los proveedores del líquido fluido blanquecino, agrupados en la Federación Departamental de Productores de Leche (Fedeple), quienes indicaron que el precio fijo del dólar, la importación y comercialización legal de leche en polvo proveniente principalmente de Argentina y Uruguay son los causantes. “Es difícil competir con empresas e industrias bolivianas que traen legalmente leche en polvo más barata, además del fuerte contrabando, que no ha sido controlado hasta el momento”, declaró el expresidente de la entidad lechera José Luis Farah.

Fedeple planteó a la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) ser la entidad que gestione políticas que endurezcan los aranceles de importación para frenar el ingreso de leche al país de forma legal y de contrabando. Justamente, en este último tema piden un control más estricto en las fronteras. “El libre comercio a través del tratado del Mercosur permite la liberación de ciertos impuestos a la leche proveniente de los países vecinos y, obviamente, importarla de manera legal es más fácil que comprar producto boliviano”, señaló Farah.

Wilfredo Rojo, presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia, manifestó estar alarmado con este porcentaje negativo. “Le hemos pedido al Gobierno permanentemente medidas de competitividad y de productividad, además de mayor flexibilización en el campo laboral, porque cuando hay mucha burocracia hay menor posibilidad de poder exportar”, refirió.

La inquietud de protección al mercado también la tiene PIL Andina, que propone trabajar en programas orientados a una mejora de la productividad y de la calidad de materias primas, además de incentivar la escala para buscar eficiencias y ser competitivos.

Para Fedeple se hace necesario que el Estado incentive el consumo de productos lácteos, principalmente la leche: “Queremos pasar de consumir 61 a 90 litros por persona por año. Esto nos ayudará a permanecer como sector. Como Fedeple caímos un 2% en 2018”, dijo Farah.

Los productores lecheros están gestionando el ingreso de productos lácteos en el desayuno escolar que aporta la Gobernación cruceña a los municipios y que llega a 100.000 niños, además de campañas que incentiven el hábito de consumo desde temprana edad.

Para PIL Andina es imprescindible apoyar con programas y políticas ágiles a las iniciativas de exportación de productos no tradicionales, porque beneficiará a toda la cadena productiva.

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