Entrevista. El líder de la constructora Mancilla y la marca Macororó proyecta $us 13 millones en sus próximas dos edificaciones y ve que hace falta ‘rescatar’ a quienes optan por vivir en las zonas periféricas

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15 de enero de 2019, 4:00 AM
15 de enero de 2019, 4:00 AM

Con la convicción de introducirse y ser protagonista de la ola evolutiva y la dinámica de la construcción en Santa Cruz, Giovanni Mancilla (42), director general de la constructora Mancilla, mueve su red estratégica desde su centro de operaciones en el edificio Macororó 8, plaza desde donde proyecta las próximas estructuras para la capital cruceña. Creció conociendo al sector desde sus cimientos y hoy se atribuye ser artífice de más de 1.000 departamentos que fueron levantados en 12 años.

—La constructora Mancilla lleva 10 edificios consolidados bajo el sello de Macororó, ¿Cuál es el balance que hace en este tiempo de vigencia?

El resumen de Macororó en todo este tiempo ha sido de evolución. Se cumplió el propósito de crecer, no necesariamente en términos de volúmenes y economía, sino un crecimiento más integral. El primer proyecto, que lo iniciamos hace 12 años, fue un pequeño edificio de nueve departamentos. Desde ahí determinamos que los nombres se mantengan. El último edificio que inauguramos -Macororó 10- tiene 200 departamentos y más de 10 tiendas comerciales. En total podríamos decir que son más de 1.000 inmuebles entre los 10 proyectos.

—¿A qué atribuye el éxito comercial de su marca?

Fue clave ir con calma, analizar el mercado y la coyuntura para dar un producto acorde a cada etapa y necesidad de la demanda. Macororó nunca repitió un producto; ni en propuesta, ni en formato ni en superficie. No hacemos un copy and paste de nosotros mismos. En el futuro pretendemos lanzar nuevos proyectos. Si bien puede haber contingencias políticas y económicas, también hay oportunidades. La gente busca seguridad en sus inversiones y hemos tenido la suerte de comercializar nuestros proyectos antes de colocar la piedra fundamental.

—Durante la presentación de su último proyecto usted refirió que conocer el mercado internacional cambió su visión sobre el sector de la construcción, ¿qué se ha hecho mal en el pasado y cómo ve que se transformará la forma de construir edificios o viviendas?

Más que hacerlo mal ha habido una falta de experiencia y una economía poco desarrollada. Santa Cruz recién está empezando en la construcción y viendo el paisaje no hay muchos edificios; son contados. El sector empezó un poco tarde, pero los factores tecnológicos y de recursos humanos han contribuido a cambiar la realidad. Vamos por buen camino.

—Según su criterio, ¿cómo están asimilando las nuevas tecnologías en el sector?

La construcción necesita de bastante tecnología para garantizar el tema de calidad. Es un desafío hacer esa transferencia para estar a la par de otros países. Es un proceso continuo. La construcción debe funcionar como una fábrica donde se estandariza y se serializa; estamos caminando paso a paso para llegar a eso.

—Además de esto, ¿qué medidas contemplan para aumentar la competitividad del sector?

Si bien hay mucho que descubrir, pero sí hay mucho más que incorporar. Los nuevos productos deben estar acordes con la coyuntura y ser más económicos, así como de mayor de calidad. Esto se logra con la optimización de procesos y eso se logra a través de la tecnología.

—¿Esto significa que ya hay planes de expansión en agenda?

Tenemos dos proyectos encaminados, uno ya está en construcción. Se trata de un nuevo concepto de condominio enfocado en el nuevo usuario que todavía no se percibe en Santa Cruz. Entonces pretendemos ‘rescatar’ a quienes se van a vivir fuera del octavo anillo y que expanden el crecimiento horizontal de Santa Cruz hacia un nuevo producto. Será muy interesante cuando lo consigamos, ya que nadie ha podido hacerlo. Queremos diversificar a nuestro usuario y ahora queremos atraer a familias. También proyectamos empezar con construcción de viviendas.

—¿Cuánto creció la constructora en el último año y a cuánto asciende la inyección económica realizada en Santa Cruz?

El tema de la construcción no es como una empresa donde se mantienen variables estables y donde se puedan medir de la misma manera sus estándares. Nuestro crecimiento el año pasado fue muy bueno por la entrega de proyectos grandes. Está planificado que este año disminuya, pero es un tema de estrategia. Es variable. En el último proyecto invertimos unos $us 18 millones. Como mencioné, este 2019 tenemos dos proyectos encaminados de $us 6 millones y $us 7 millones. Esto desde luego lo hacemos con el apoyo de la banca.

—¿Planean el ingreso a otras ciudades?

Por ahora no hay planes de expansión a otras ciudades; tenemos mucho que desarrollar y consolidar en Santa Cruz.

—Según su opinión, ¿qué medidas son las que más urgen para impulsar la transformación del sector de la edificación y hacerlo más sostenible?

Necesitamos una reorganización del uso de suelo, si bien ya se ha hecho hace falta más planificación por la velocidad a la que crece Santa Cruz. La ciudad está muy extensa y hay que comprimirla un poco eso ayudaría a los servicios y equipamientos. Santa Cruz es una las ciudades menos concluidas de la región y hace falta planificación acorde a la velocidad. Obviamente los inversionistas que vayan acompañando las necesidades. Hay que ir a la par de la evolución de la ciudad, acompañarla y estar atentos en todos los sentidos.

Perfil

Nació en Cochabamba hace 42 años y se formó como arquitecto en la Universidad Mayor de San Simón. Tiene un posgrado en Proyectos y una Maestría en Construcción. Tiene experiencias en trabajos con obras civiles y materiales construcción prefabricados. Actualmente es director general de la constructora Mancilla.

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