Trabajo. El ente presentó el Reporte de Economía y Desarrollo 2018, que identificó que la productividad en la región presenta debilidades asociadas con una ineficiente distribución del empleo, entre otros factores

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13 de noviembre de 2018, 4:00 AM
13 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Los desafíos para mejorar la productividad en América Latina no se centran en el qué, sino en el cómo, según el diagnóstico realizado en el Reporte de Economía y Desarrollo (RED 2018) elaborado por la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.

El rezago en la región se debe, principalmente, a una muy baja productividad de todos los sectores que conforman sus economías, más que al hecho de que América Latina tenga, en comparación con países desarrollados, una fuerte concentración de sus recursos en sectores de particularmente baja productividad.

En el caso de América Latina, la productividad presenta debilidades que se pueden asociar con problemas en el proceso de entradas y salidas de compañías, a la baja innovación o crecimiento de la productividad de aquellas que sobreviven, y a una ineficiente distribución del empleo y capital entre las firmas, incluyendo a aquellas que están en la informalidad; se detalla en el reporte.

“El problema de la productividad es transversal: en todos los sectores que conforman la economía se verifica un rezago considerable con respecto a los países líderes. Esto se debe en parte a un importante grado de informalidad productiva que se hace presente en la mayoría de los sectores”, señaló Pablo Sanguinetti, vicepresidente de conocimiento de la CAF.

Para dar el salto en productividad se requiere de una adecuación del entramado institucional que se traduzca en un mejor entorno productivo que incentive más innovación, más eficiencia en la asignación de recursos y una mayor integración productiva. Este cambio institucional es complejo y demanda de importantes consensos políticos.

El Gobierno debe ser eficiente

Se gana productividad cuando se tiene buena infraestructura (carreteras, puentes), un mercado laboral flexible, tipos de cambio competitivo que fomenten las exportacciones, un Estado proactivo que no obstaculice la iniciativa privada y una clase empresarial eficiente, según el economista Teófilo Caballero.

“El gran problema es que eso solo se puede alcanzar en el largo plazo. Para ello, se necesita un Gobierno que fomente y estimule la iniciativa. Además, debe ser eficiente y capacitado para acompañar y entender esos procesos”, dijo Caballero.

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