Problema. Bolivia tiene la economía informal más grande del orbe, según el FMI. La situación desalienta la inversión privada directa, nacional y extranjera, en sectores productivos o la concentra en los servicios

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31 de julio de 2018, 4:00 AM
31 de julio de 2018, 4:00 AM

Bolivia padece un grave problema: la informalidad. Y es que el país tiene la economía informal más grande del mundo, según revela el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ante esa realidad, surge la interrogante: ¿qué medidas se deben implementar para revertir esa situación?

El camino no es atacar a los informales, sino generar las condiciones para que les sea más atractivo ingresar en la formalidad y para esto hay que revisar y modificar la política de presión salarial e impositiva, generar incentivos para apoyar a las medianas, pequeñas y microempresas y aplicar medidas serias para enfrentar el contrabando, dijo Ronald Nostas, titular de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB).

A decir del dirigente, el problema es de fondo y tiene relación con el modelo económico actual, que asume que el mecanismo idóneo para generar recursos es precarizar y exprimir a las empresas privadas que trabajan en la formalidad. Por otro lado, ‘invisibiliza’ los efectos perversos de la informalidad porque, al crear (el sector informal) fuentes de trabajo, genera la falsa sensación de que el desempleo es bajo y la economía popular se ha dinamizado.

“El hecho de que tengamos una economía informal tan grande desalienta la inversión privada directa, nacional y extranjera, en sectores productivos o la concentra en servicios o actividades primarias”, indicó.

El presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Jorge Akamine, explicó que al manejarse el grueso de la economía boliviana de una manera informal, desalienta a las inversiones, sobre todo en las pequeñas compañías que enfrentan una competencia desleal.

La informalidad es producto de las políticas económicas que implementan los gobernantes, según Akamine. Un ejemplo es la política salarial. El costo laboral por trabajador equivale a un incremento del 100%; es decir, que si una empresa tiene una planilla de Bs 5.000, el costo real llega a sobrepasar los Bs 10.000. “Esos costos muchas veces no se los ven, no son palpables, hasta el momento de desligar a una persona”, expresó.

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