Empresarios atribuyen las causas a los excesivos incrementos salariales y cargas sociales decretados en los últimos años. Fedemype también habla de deterioro

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1 de mayo de 2018, 8:15 AM
1 de mayo de 2018, 8:15 AM

En picada. Con indicadores de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) las utilidades del sector empresarial del país cayeron de Bs 49.207 a 38.600 (21,5%) millones en las últimas tres gestiones. Atribuyen el bajón a los costos laborales y sociales vinculados a los incrementos salariales decretados por el Gobierno.

A decir del líder empresarial del sector privado nacional, Ronald Nostas, las decisiones irracionales, inconsultas, sin consenso y sin un análisis económico de las variables relacionadas al salario mínimo han llevado a este país, en los últimos años, a que la tasa de desempleo e informalidad del empleo crezca imparablemente.

A juicio de Nostas, la discrecionalidad de la determinación afecta al 90% de las empresas ‘chicas’ del país que al no poder pagar el salario mínimo pasan a la informalidad y la población, frente a  la necesidad de costear la alimentación de su familia, trabaja por Bs 800, 900, 1.000 y 1.200. “Eso es lo que quiere la dirigencia cobista, seguir con sus privilegios y deteriorando el empleo formal”, dijo.

Con datos del INE Encuesta de Hogares, según la CEPB, existen 180.000 trabajadores desocupados en el área urbana y cada año 200.000 jóvenes se incorporan a la masa laboral. “Los incrementos excesivos condicionan las inversiones y extinguen el empleo formal en el país”, puntualizó Nostas.

Otros sectores

En el estudio Resultados de la Encuesta Anual de Unidades Productivas del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural (2015), según la Cámara Nacional de Industrias (CNI), se indica que existen 101.367  asalariados en el sector industrial manufacturero en Bolivia que perciben, por concepto de sueldos y salarios, Bs 5.332 millones al año. “Los incrementos salariales de los últimos años se constituyeron en un factor de desincentivo a la inversión privada y destrucción del empleo formal, aseguraron. 

Desde la Cámara Nacional de Comercio (CNC), su presidente Marco Antonio Salinas, advirtió que el incremento salarial tiene un efecto en el Presupuesto General del Estado (PGE), un aumento en el déficit fiscal, mayor desempleo y caída de la inversión privada.

En Santa Cruz, el presidente de la Federación de la Micro y Pequeña Empresa de Santa Cruz (Fedemype), Juan Carlos Vargas, en la línea con la CEPB, señaló que las utilidades en el sector, en los tres últimos años, se han deteriorado porque el mercado interno no refleja el mismo dinamismo de 2015 y está invadido de manufacturas foráneas que compiten en desigualdad de condiciones con la producción nacional. Sin dar cifras, detalló que muchas empresas del sector han salido del mercado, otras han disminuido su capacidad de producción y desvinculado personal porque han tenido que achicarse para resistir los decretos de alza salarial. 

Desde el Comité Ejecutivo Nacional de la Central Obrera Boliviana (COB), su presidente Juan Carlos Huarachi, dijo que las cifras de alza salarial definidas la semana pasada aseguran la estabilidad laboral, además del crecimiento y la redistribución económica con justicia social.