El ministro de Obras Públicas aseguró que los propietarios del avión deben pagar Bs 46.000 para recuperar la nave. La presidenta de la Aduana dijo que el jet estaba en el país de contrabando y, por lo tanto, los dueños no lo pueden recuperar

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10 de julio de 2018, 4:00 AM
10 de julio de 2018, 4:00 AM

Al menos, Bs 46.000 es la deuda que debe pagar el dueño del lujoso jet Gulfstream GIII con matrícula N557 JK, que pernoctó desde abril del año pasado entre el aeropuerto Viru Viru y El Trompillo de Santa Cruz, según el ministro de Obras Públicas, Milton Claros. No obstante, la presidenta de la Aduana Nacional discrepó, declarando que la nave está incautada y no se devolverá al propietario. 

“Si los dueños de este avión tienen la buena voluntad y la buena fe de resolver el problema, deben pagar multas y sanciones porque eso dice la reglamentación. Pero hablar de incautación... para mí, es un tema de retención por incumplimiento a la normativa. Si el dueño quiere recuperar  ese avión, tiene que pagar. A Aasana (Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea), por el uso de aeropuerto, debe alrededor de Bs 46.000”, enfatizó el ministro de Obras Públicas, Milton Claros.

Más adelante, criticó a ciudadanos “que se meten a cuestionar temas que no conocen y ni siquiera se toman la molestia de revisar y verificar procedimientos” acerca de la aviación nacional e internacional.

La nave fue incautada

Pero en una entrevista realizada por la periodista Casimira Lema, la presidenta de la Aduana Nacional ratificó que la entidad aplicó la Ley de Aduanas (Ley 1999) contra una nave que está en el país de contrabando, por lo que no devolverían el avión.

“La aeronave estaba en el país, de contrabando. Lo dijo el ministro de la Presidencia (Alfredo Rada) y lo ratificamos. Lo que corresponde en ley, es pasarlo a este ministerio y ellos decidirán el mejor destino. Llegó legal, pero la internación y la estadía ya es de contrabando”, señaló.
En una conferencia de prensa, el director de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), Celier Aparicio, señaló el lunes que el jet retenido por la Aduana Nacional no salió de Bolivia debido a problemas de mantenimiento.

Cobro por pernoctar

El diputado de Unidad Demócrata (UD) Tomás Monasterio mostró en las últimas horas tres facturas de Aasana, en las que se ve que Bank of Utah Trustee y Ricardo Javier Torres Mayet pagaron Bs 68.044 por 218 días (siete meses) tiempo en el que la nave pernoctó en el país. Pero debían Bs 66.000, por 222 días hasta hoy, de acuerdo a los datos de Aasana, que cobra Bs 300 por día.

Sin embargo, lo que le preocupa al diputado Monasterio es la falta de transparencia y de información acerca del jet, que si bien la Aduana dijo que tenía un valor de $us 10 millones, el ministro Claros señaló que “no costaba ni medio millón”.

“El Movimiento Al Socialismo (MAS) está en jaque. Hay una falta de transparencia en torno a este hecho. Les pido que el MAS conforme una comisión para investigar. Porque no sé a quién creerle. Si a la pobre autoridad de la DGAC que habla mucho, pero al final no dice nada; al ministro de Obras Públicas, que dijo que el dueño puede pagar la deuda y llevarse el avión; o a la presidenta de la Aduana, que indica que este avión ha sido revertido a favor del Estado boliviano. Ni siquiera se ponen de acuerdo sobre el tema”, lamentó.

Por lo mismo, criticó que las autoridades no puedan desmentir lo que se ha venido sosteniendo, que “el Gobierno se está apropiando de manera ilegal de un bien que no le pertenece”.

Avión “pirata”

El diputado opositor Luis Felipe Dorado comparó el jet de lujo con el ‘avión pirata’ de Santa Cruz que se encuentra instalado en una plaza de la capital oriental. Cuestionó el encubrimiento de la Aduana a una persona que se mantiene en el anonimato y pagó alrededor de Bs 30.000 para que este avión se quede en ese aeropuerto.

Dorado hizo una petición de informe a la Aduana, por medio del Ministerio de Economía, para que informe sobre cuántas aeronaves han sido registradas y adoptadas durante los últimos cinco años y otra petición al ministro Claros acerca de las matrículas y los permisos de las avionetas en el país.

Sin información

El director de la DGAC manifestó, según una nota publicada por la agencia noticiosa ANF, que el vuelo realizado por la nave era de carácter privado, por lo que desconocía lo que transportaba, a quiénes llevaba o los fines por los que llegó al país.

En entrevista en el programa Hablemos Claro, Aparicio fue consultado sobre si tenía conocimiento de lo que transportaba el jet que aterrizó y la autoridad respondió: “Muy buena la observación, la DGAC (realiza) el trabajo específico normativo, una vez que aterriza la aeronave hay instancias como Aasana, Sabsa, Migración, Aduana que hacen el control específico”, agregó.

SOBRE EL CASO

Ingreso legal
El jet Super Mid-Size- Gulfstream GIII, con matrícula N557JK, ingresó al país de forma legal, pero sus representantes sobrepasaron la estadía legal del aparato en el país.

Procedencia y destino
La nave ingresó a Bolivia procedente de Cozumel (México) el 7 de abril de 2017 y tenía que regresar dos días después a Tamaulipas,  según la DGAC. 

Propietarios
El Gulfstream GIII estaba registrado por la empresa estadounidense Global Exec Aviation y la tripulación la integraban Ramiro Castillo y José Luis Cervantes.

Investigación
El diputado cruceño, el opositor Tomás Monasterio, aseguró que continuará con las investigaciones del avión “hasta las últimas consecuencias”.