En el Norte Integrado reportan el cierre de 90 granjas avícolas y en Mairana, otrora centro de producción avícola, la ‘carga’ animal cayó de 3 a menos de un millón de aves. Avipar pide pausa en el pago de deudas

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31 de marzo de 2019, 11:00 AM
31 de marzo de 2019, 11:00 AM

El desplome del precio atribuido a la sobreproducción actual de pollos parrilleros en el mercado ahonda la crisis de la avicultura nacional y, principalmente de Santa Cruz, que es el departamento de Bolivia que aporta y concentra la mayor producción de aves de engorde, huevo y reproductoras de pollos BB.

A decir del vicepresidente de la Federación Nacional de Avicultores y titular de la Asociación de Avicultores de Pollos Parrilleros (Avipar) de Santa Cruz, Winston Ortiz, el eslabón más débil de la cadena productiva avícola (pequeños y medianos granjeros) tocó fondo y la descapitalización que afrontan por las condiciones actuales de precio -reciben Bs 4 y 4,50 por kilo de pollo vivo en granja y producirlo le cuesta Bs 8,20- los está obligando a salir de la actividad productiva.

Ortiz dijo que de las 2.700 granjas avícolas que hay en el país un 25% (675) que corresponden a pequeños y medianos avicultores quebró y dejó la actividad. La imposibilidad de pago de créditos, además de multas, según él, es la mayor preocupación sectorial. Ortiz dijo que la salida forzada de los granjeros representa un bajón en la producción de 3,5 millones de pollos al mes.

En este dato, hizo un paréntesis para refutar las cifras oficiales que hablan de una sobreprodución de 1,5 millones de pollos parrilleros por mes. Explicó que Bolivia produce, en promedio, 20 millones por mes -el consumo nacional ronda los 16-. “Si se dejó de producir 3,5 millones de pollos por el cierre de 675 granjas y sigue habiendo abundancia de este producto y precios bajos en los mercados, la sobreoferta supera 1,5 millones de pollos”, sentenció. En valor, Ortiz estima un daño económico sectorial de $us 30 millones mensuales. En el caso de Santa Cruz, dijo que las pérdidas suman unos $us 10,5 millones.

El dirigente avícola cargó la culpa de la debacle de los pequeños y medianos avicultores a las reproductoras de aves de engorde de las que sospecha no han disminuido la entrega de pollos BB a las granjas antiguas y nuevas registradas en el servicio oficial nacional de sanidad animal -Senasag- y a las granjas que operan en la ilegalidad y la clandestinidad.

“Necesitamos el auxilio del Gobierno y la presencia del presidente Evo Morales para que ponga orden en las reproductoras de pollos BB y siente los lineamientos para planificar la producción avícola nacional. En las condiciones actuales, donde ‘moros y cristianos’ producen pollos, estamos rumbo a una catástrofe”, sentenció.

Los afiliados a Avipar piden al Gobierno intervenir, con sus competencias, en la banca para que se active una pausa en el pago de las deudas, transparentar los números de importación de las reproductoras y huevos fértiles y hacer una planificación ordenada de la avicultura nacional.

Mirada de otros productores Para el presidente de la Asociación Departamental de Avicultores (ADA) Santa Cruz, Ricardo Alandia, el sector arrastra una crisis desde 2016 debido a la sobreproducción que actúa en la caída del precio.

Cree, además, que la desaceleración de la economía nacional y la especulación motivada por algunos comercializadores, en los mercados, también impactan en el sector. “No es posible que el comercializador gane Bs 6 por kilo y al productor, en su granja, le paguen Bs 4”, dijo. Con ese precio y esas pérdidas, Alandia señaló que varios productores han dejado de ‘cargar’ aves en sus granjas y, en otros casos, han salido de la actividad avícola. “La situación sectorial es preocupante”, puntualizó el dirigente.

En el Norte Integrado el panorama avícola es también duro. A decir del presidente de la Asociación Integral de Pequeños Avicultores y Agropecuarios del Norte Integrado, Luis Jimmy Rojas, las condiciones financieras de los 50 afiliados a la organización están cada vez más deterioradas. Reveló que la caída del precio del pollo que recibe el avicultor -Bs 4 y 4,50- está provocando el cierre de granjas y la migración de varios productores a otros sectores.

En el último periodo, según el dirigente, se han cerrado unas 90 granjas en zonas de Montero, Saavedra, Minero, Portachuelo y Santa Rosa de Sara. “La crisis del precio está descapitalizando a los productores y en las condiciones actuales seguir con esta actividad es una lotería”, sentenció Rojas.

Desde la granja avícola ‘Hermanos Rojas’, situada entre Warnes y Montero, Rogelio Rojas indicó que, por el desplome de los precios, los insumos caros para la alimentación de las aves, el incremento de los costos laborales y las obligaciones jurídicas han tenido que ajustar números, achicar la producción de huevo y reducir su nómina de colaboradores de seis a tres operarios.

Desde Mairana, la presidenta de la organización de productores avícolas de esa problación de los valles cruceños, Marineli Rosales, indicó que la mayoría de los productores no está ‘cargando’ pollo en sus granjas porque han perdido todo su capital y han quedado endeudados. Refirió que Mairana tiene una capacidad instalada para cargar 3 millones de pollos, cifra que hoy ni siquiera llega al millón.

Lectura oficial estatal En el tema precio, el director nacional del Senasag, Javier Suárez, indicó que no tienen ni tuición ni competencia para ver este aspecto, pero que, en el marco de sus facultades y el reglamento general de sanidad animal, a solicitud del sector avícola, se está ejerciendo un mayor control en la implementación de la guía de aves y el registro de las granjas, centros de faena y de las granjas de incubación. “Hemos endurecido los controles y procediendo a clausurar granjas clandestinas”, dijo.