El ‘grano de oro’ ancestral tropicalizado que se cultivará en los llanos y valles orientales tendrá un fruto más pequeño, pero con un ciclo reproductivo máximo de cuatro meses desde la siembra hasta la cosecha

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18 de agosto de 2018, 4:00 AM
18 de agosto de 2018, 4:00 AM

Revolución productiva. Si bien el trabajo de investigación y desarrollo de material genético de quinua tropicalizada en los llanos y valles orientales está en proceso de exploración y adaptación, los resultados alcanzados en el ámbito vegetativo y productivo son extraordinarios.

Ayer, en el marco de la primera Feria de Quinua Tropicalizada, que tuvo lugar en la Facultad Integral del Noreste (FINE), dependiente de la Uagrm, ubicada en el municipio cruceño de San Julián, distante 150 km al este de la capital cruceña, el investigador y responsable del proyecto de mejoramiento genético de la quinua para la región tropical, Marín Condori, ofreció datos reveladores que hacen augurar un despegue productivo del ‘grano de oro’ ancestral en el oriente.

Así, por ejemplo, Marín describió que en las experiencias de campo realizadas en parcelas demostrativas se constató que la adaptabilidad de la quinua a los pisos ecológicos de los llanos (San Julián, San Pedro y Aguaí) y valles (Quirusilla, Comarapa y Saipina) es notable. La rusticidad hace resistente el cultivo a condiciones más extremas del cambio climático y es ideal para hacer rotación en el ciclo de invierno.

El investigador dio cuenta de que la quinua tropicalizada es tolerante a la sequía -con 50 y 100 mm de humedad puede desarrollarse-. La precocidad y productividad es lo más asombroso.

Desde la siembra hasta la cosecha tarda cuatro meses -en la zona andina del país se prolonga hasta ocho meses- y el rendimiento promedio alcanzado varía entre 1,8 y 2 toneladas por hectárea -en el occidente no llega a más de 800 kilogramos-.

Marín aseguró que este proyecto, impulsado por la Uagrm, tiene un enorme potencial y por los resultados obtenidos asoma como una alternativa de rotación de cultivo para los productores en invierno. Desde 2018 prevén empezar la multiplicación de semillas y desde 2020 lanzar al mercado una variedad comercial para abarcar una extensión agrícola de al menos 500 hectáreas.

Se conoció que la universidad estatal cruceña presupuestó un monto de Bs 933.886 para promover y potenciar la investigación y el desarrollo de semilla de este cultivo, que es estratégico por su importancia alimenticia y valor nutricional.

Voces del sector productivo

Para el gerente general de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Edilberto Osinaga, por la orientación productiva dirigida a promover la quinua como un cultivo de rotación en invierno, por la rusticidad y la tolerancia a la sequía, asoma como una buena alternativa para el productor.

Desde la filial Anapo San Julián, su presidente, Susano Terceros, cree que la quinua tropicalizada, por la resistencia a la seca, es una buena alternativa en invierno, en ese municipio productivo, para evitar pérdidas como las que ahora afrontan atribuidas a la prolongada ausencia e irregularidad de lluvias.

Mercados de exportación

China y México asoman como los mercados emergentes de destino internacional para la quinua producida en las regiones andinas del país. Así lo hizo saber el director general ejecutivo del Centro Internacional de la Quinua (CIQ), Édgar Soliz, en la feria de la quinua en San Julián.

La autoridad aseguró que las regiones tradicionales que concentran la mayor área sembrada y exportación son Oruro, Potosí y La Paz. El 95% de la oferta exportable sale de esos departamentos.

Cochabamba, Chuquisaca y Tarija aportan el resto porcentual de la producción nacional, que en 2017 rondó las 65.000 toneladas. La frontera agrícola quinuera abarca unas 110.000 hectáreas.

Para Soliz, el proyecto de la quinua tropicalizada es interesante porque contribuirá a cubrir la creciente demanda de los mercados de exportación.