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22 de septiembre de 2019, 11:48 AM
22 de septiembre de 2019, 11:48 AM

En un coloquio organizado por la Academia Boliviana de Ciencias Económicas (ABCE), expertos economistas coincidieron en que el actual Modelo Económico Social Comunitario Productivo aplicado por el Gobierno, traería problemas a la próxima gestión estatal. Incluso, uno de ellos, dijo que no le gustaría estar en los zapatos del próximo gobernante.

El análisis es similar al expuesto en meses anteriores, por organizaciones empresariales del país, como la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) o la misma Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) que propusieron ajustes al modelo. Sin embargo, el Ministerio de Economía mantiene su defensa férrea al sistema, asegurando que la participación activa del Estado en la economía, fomenta programas estratégicos para mejorar las condiciones de vida de la población.

“No se puede seguir con el modelo tradicional de ventajas comparativas, basado en la dependencia del petróleo, del gas, de los minerales, de la agroindustria. Ya no es lo mismo (ahora) el negocio del gas que hace 20 años. Brasil hizo grandes descubrimientos, lo mismo Argentina. El futuro no es fácil. Yo no quisiera estar en los zapatos del próximo Gobierno. No importa quién sea, porque necesariamente, el siguiente gobierno tiene que llevar adelante, los ajustes en la macroeconomía”, manifestó el expresidente de la Corporación Andina de Fomento (CAF), Enrique García, en el coloquio realizado por el 50 Aniversario de la ABCE.

Añadió además que, el país no puede seguir con un déficit del 8%, ni ‘comiendo’ sus Reservas Internacionales Netas (RIN). Expresó que aunque los datos económicos “no son traumáticos”, no se va a poder seguir creciendo al 4% sino “más modestamente” y que, entre lo más importante, “no se puede seguir con la inversión pública en los niveles actuales”.

A futuro, aconsejó que Bolivia tiene que ser pragmática para acercarse a los países vecinos, así como lograr acuerdos con países de la Unión Europea (UE), sin dogmatismos. Dijo que se tiene que volver al concepto de darle el rol al sector público en áreas en las que el sector privado no puede estar, “pero se tienen que abrir las posibilidades de inversión al sector privado, a la inversión extranjera que sea de calidad”.

Las cifras económicas

Con respecto a dichas cifras, según el Programa Fiscal Financiero, firmado por el Ministerio de Economía y el Banco Central de Bolivia (BCB), se prevé que el déficit bordee el 7,8% con respecto al Producto Interno Bruto (PIB) al finalizar el año 2019. Hasta el 10 de septiembre, las RIN sumaban $us 7.876 millones, un poco más que a finales de la gestión 2008, cuando llegó a $us 7.722 millones. En tanto que la programación de inversión pública para este año, es de $us 5.323 millones, un 14,28% menos que el año pasado. Si se añaden los recursos asignados a empresas que tienen como socio al Estado la cifra se eleva a $us 903 millones para 2019.

No puede seguir como ahora

Prosiguiendo con la exposición del coloquio de economistas, Juan Antonio Morales, expresidente del BCB, señaló que el actual modelo de desarrollo no puede seguir como ahora. “Cualquiera que sea el Gobierno ganador de las próximas elecciones, incluyendo el MAS, va a tener que hacer ajustes en la economía y tienen que ser bien pensados. Y todos vamos a tener que participar en esa difícil tarea. Hemos llegado a un punto tal que el tema principal es evitar caer en una crisis económica. Todavía tenemos tiempo y recursos para no caer en esa crisis”, dijo, en un tono esperanzador. Más adelante, manifestó su apoyo al sector privado, que debe tener mucho más espacio y “más juego de cintura, reglas de juego claras, seguridad jurídica y sobre todo, tribunales de justicia que funcionen. “Una economía privada necesita un armazón institucional muy fuerte y parte de este armazón es un poder judicial que sea digno de ese nombre”, sostuvo.

Déficit y política energética

García y Morales fueron los analistas invitados que emitieron su análisis en el coloquio. Más adelante, participaron otros economistas, como Rolando Morales, ex superintendente de Empresas, quien dijo que lo primero que se tiene que hacer para transmutar el modelo, es atender problemas de coyuntura, como el déficit “demasiado grande en el sector público y en el sector externo”. “Pero eso no es suficiente. Hay que pensar en un cambio estructural orientado a mejorar los rendimientos de la producción.

Pienso que es necesario dar un mayor apoyo al sector agropecuario tradicional, que es huérfano de todos los gobiernos de los últimos 50 años. El sector agrícola tradicional tiene muy bajos rendimientos, por eso es que se importan papas, tomate, cebolla. La pobreza de los campesinos del sector agrícola tradicional (que es el 40% de los trabajadores) es muy grande”, expresó. Criticó también que ninguno de los candidatos a la presidencia hable de potenciar la agricultura tradicional. Estimó que la razón de la pobreza rural es que los rendimientos de la agricultura son demasiado bajos, comparados con los países vecinos. Puso como ejemplo, la quinua. Mientras los productores bolivianos sacan 600 kilos por hectárea, en Perú producen 2.000 kilos en promedio.

El analista Francesco Zaratti, por su parte, criticó la política energética que “ha sido funesta” para Bolivia. “Se ha limitado a monetizar las reservas que habían sido descubiertas antes y cuando se dieron cuenta de la necesidad de capitales de riesgo para exploración, primero, que fue muy tarde, segundo, que lo hicieron de la peor manera posible, poniendo reglas, condiciones, que espantaron el capital exterior”, dijo. Por otro lado, cuestionó que los nuevos contratos que se lograron firmar después de 2006, fueron contratos que no contemplaban ningún compromiso de inversión, simplemente, inversión en exploración. “Nos encontramos ahora, después de 13 años, con reservas menguadas, con mercados inciertos (Argentina y Brasil), con la necesidad de rebajar volúmenes y precios”. “De manera que es necesario un cambio radical en esta política. Tal vez el poco gas que tenemos, utilizarlo inteligentemente y no quemarlo con subvenciones en las termoeléctricas, cuando tenemos alternativas de poder producir con energías renovables y buscar mercados donde podamos ser competitivos como el mercado de Brasil. La actual política energética es un fracaso total”, señaló.

 

En defensa del modelo

Se consultó sobre estas opiniones de expertos al Ministerio de Economía. Hasta ahora, no hubo respuesta al cuestionario enviado, explicando que no estuvieron presentes en el coloquio de los economistas. Pero hace pocos días, el ministro del área, Luis Arce defendió en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm) de Santa Cruz, su modelo económico, vigente desde el año 2006 sosteniendo que “se convirtió en la antítesis del modelo neoliberal”.

“Con este modelo estamos pensando en los jóvenes, en los niños, estamos sentando las bases para garantizar el futuro de los bolivianos. Con nuestros propios recursos estamos transformando las materias primas”, remarcó.

Explicó que el modelo neoliberal beneficiaba a un grupo reducido de personas y concentraba la riqueza en pocas manos en desmedro de la mayoría. El ministro Arce aseveró que, a pesar del contexto internacional adverso, Bolivia mantiene por quinto año consecutivo, el mayor crecimiento de Sudamérica y este año se perfila que el país tendrá nuevamente la mayor expansión económica.

Sobre esta medición que hace el Gobierno, Enrique García aclaró que el indicador de productividad y competitividad del Foro Económico Mundial aplica una nueva metodología desde el año pasado, (Competitividad 4.0), que tiene 12 pilares. “En cuanto a esa medición, nuestra región está mal. El único país con buena posición es Chile. Bolivia está en la posición 150. Hay que considerar eso”, finalizó.