La rentabilidad de las administradoras de pensiones cayó un 75%. Expertos cuestionan el proyecto y plantean que se establezca una tasa de rentabilidad fija. Más del 50% de los recursos está en los bancos

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16 de agosto de 2018, 6:00 AM
16 de agosto de 2018, 6:00 AM

Con la reducida tasa de rentabilidad de los ahorros de los trabajadores que están en manos de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), los jubilados apenas pueden captar el tercio de lo que ganaban cuando eran activos. El Gobierno analizará con la Central Obrera Boliviana (COB) una reglamentación de inversiones actualizada que mejore los ingresos de estos recursos para que los rentistas perciban una pensión digna que no los obligue a trabajar por más de 30 años.

Según los datos oficiales de la Autoridad de Fiscalización de Seguros y Pensiones (APS), la rentabilidad, a junio de 2018, tanto de BBVA como Futuro fue entre 2% y 2,5%. En agosto de 2002, esta tasa había llegado a entre 19% y 20%, en función de los rendimientos que había en el mercado.

“En años anteriores había inversiones en dólares y como el fondo estaba en bolivianos y había devaluaciones, siempre se iba ganando en rentabilidad. Con la nueva reglamentación hay que mejorar, buscar mayores opciones de inversión. Estamos trabajando con la COB para emitir un nuevo reglamento que nos va a permitir que haya mayores posibilidades”, manifestó el ministro de Economía, Mario Guillén.

Este año y los dos anteriores, la Fracción de Saldo Acumulado (Pensión de Vejez resultante del capital que se tiene en la AFP) sufrió una disminución en vez de un incremento. Y esto se ha debido a la baja rentabilidad, según los conocedores del tema.

Se necesitan expertos

Pero la observación a esta iniciativa para lograr mayores recursos viene de los economistas nacionales, que rechazan la participación de la organización cobista y plantean una conformada por expertos en el área.

“¿Cómo puede una entidad como la COB, que no tiene la mínima idea de inversiones ni de las finanzas, apoyar al ministro de Economía para este reglamento? Se requiere de un conocimiento muy especializado”, expresó el analista Alberto Bonadona.

El experto no descarta la participación de los trabajadores, espera que se contrate un equipo de especialistas, “incluso de gente del exterior”.

Esto porque la reglamentación tiene que estar dirigida a permitir las inversiones en el extranjero, buscando con las mismas características que se le pide a la inversión interna, una mayor rentabilidad.

Candado a la Ley de Pensiones

El experto David Villarreal expresó su total desacuerdo con que se tenga que consensuar con la COB este reglamento de inversiones, sin que se integren representantes de los aportantes del sector privado y sin antes poner un ‘candado legal’ al artículo 142 de la Ley de Pensiones.

La normativa, aprobada en diciembre de 2010, permite que “los valores emitidos por el Tesoro General de la Nación o el Banco Central de Bolivia no estén sujetos a los límites establecidos en la presente ley y sus reglamentos”.

Con esta nueva propuesta normativa, Villarreal teme que el Gobierno disponga discrecionalmente de los recursos de los trabajadores.

En enero del año pasado, el presidente Evo Morales propuso un Fondo de Inversión Cerrado para pequeños y medianos productores agropecuarios que contaría con $us 150 millones de capital que iban a ser invertidos del Fondo de Pensiones, que equivale al 1% del total de la cartera del fondo de jubilación.

Sin embargo, la COB y varios sectores rechazaron la creación del fondo entendiendo que no había garantías para el retorno del capital hacia el ahorro.

Inversiones de operadoras

En la actualidad, las inversiones que realizan las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) se concentran, en su mayoría, en la banca. De hecho, según datos de la Autoridad de Pensiones y Seguros (APS), de los $us 16.335 millones que manejan tanto BBVA como Futuro de Bolivia hasta un 55,3% está colocado en Depósitos a Plazo Fijo (DPF). Además, cerca del 27% se registra en bonos o letras del Tesoro General de la Nación (TGN).

Disgregando los datos se observa que BBVA, de capitales españoles, colocó hasta junio de 2018 cerca de $us 4.646 millones en los bancos. Y otros $us 2.663 millones en el Tesoro General de la Nación (TGN).

En la AFP Futuro de Bolivia, las inversiones en la banca totalizaron $us 4.388 millones. La firma también colocó dinero de los aportantes en el TGN. La cifra colocada en esa entidad estatal llegó a los $us 1.737 millones.

Sin embargo, la rentabilidad de estas operaciones es baja. De acuerdo a datos de la APS, hasta junio de este año la tasa de ambas administradoras rondaba entre 2% y 2,5%. Estos datos reflejan una caída de hasta el 75% en la última década si se toma en cuenta que para junio de 2008 estos promedios se encontraban en un 8%.

¿Por qué baja la rentabilidad?

Para expertos consultados, la caída en la rentabilidad de los Fondos de Pensiones (AFP) se debe a dos factores: la inestabilidad que generó el anuncio de la creación de una Gestora Pública de Pensiones en reemplazo de las actuales operadoras privadas y los candados legales que impiden realizar inversiones en otros sectores mucho más rentables.

El especialista en pensiones Gustavo Rodríguez explicó que desde el anuncio de que se crearía una nueva gestora, hace ocho años, las administradoras de estos fondos trabajaron a media máquina. Además, la actual normativa impide que se puedan colocar recursos en otros sectores, limitándose las operaciones a actividades como la banca, que paga muy poco, o prestar este dinero al Estado.

El especialista planteó fijar tasas mínimas de rentabilidad a las operadoras actuales o a la próxima Gestora Pública de Pensiones para mejorar la rentabilidad de los futuros jubilados.

“En otros países se fijan tasas y se realizan inversiones de alto y bajo riesgo. El asunto es que los que están a cargo se pongan a trabajar”, afirmó.

Si la situación no mejora, según Rodríguez, los ahorristas van a tener que jubilarse con hasta el 17% de sus ingresos actuales.

“Están condenando a la gente a trabajar hasta morir”, matizó.