El director de Asuntos Corporativos de la CBN se enorgullece de que su empresa sea el principal contribuyente; habla de cómo se puede fomentar el consumo responsable

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14 de julio de 2019, 4:00 AM
14 de julio de 2019, 4:00 AM

La Cervecería Boliviana Nacional (CBN) está presente en la vida de los bolivianos más allá de la mesa donde celebramos un acontecimiento especial. Esta longeva empresa privada industrial es, de lejos, la mayor contribuyente del país y una de la que más apoya al deporte y a la comunidad.

“La CBN significa una larga historia de tradición, pero también una historia de innovación, renovación tecnológica y de propuestas al consumidor, dentro del portafolio de lujo que tenemos”, dice Ibo Blazicevic, director de Asuntos Corporativos y Legales de la cervecera.

Blazicevic relata que todo empezó cuando unos emprendedores alemanes, en 1886, se dieron cuenta de que fabricar cerveza en la altura agregaba un valor único al producto. Así nació la cerveza Paceña, una marca insignia de Bolivia, que ya cuenta con 118 galardones internacionales.

De la misma manera, cada una de las bebidas del amplio portafolio de productos de la CBN tiene sus atributos únicos. Ibo explica que la Huari, por ejemplo, utiliza aguas de las serranías de Azanaques, cuyo pH es el ideal para hacer cerveza. “Es un agua dulce que casi no requiere tratamiento, y eso –más la calidad de la cebada e ingredientes seleccionados–, hace que esta sea la cerveza Premium de Bolivia”.

La innovación viene a la par de nuevos hábitos de consumo. Por ello es que la Huari tradicional ahora goza de la refinada compañía de la Huari Miel, la Huari Negra (café) y la Huari Roja (quinua), según describe el directivo. “Yo soy orgulloso: al país que voy, me encuentro con gente que ha probado la Paceña, que ha probado una Huari, y siempre la catalogan como una de las cervezas top del mundo”, dice nuestro entrevistado.

Ibo Blazicevic (der.) junto al Director Periodístico de EL DEBER, Juan Carlos Rivero

La gran contribución

Blazicevic señala que la CBN ha contribuido al erario nacional de maneras insospechadas. Ya durante la Guerra del Chaco, la empresa llevó adelante la construcción de un hospital en Villa Montes para atender a los heridos de la contienda. E incluso cuando la minería estaba en su auge, la cervecería tributaba más que los tres barones del estaño juntos. La situación actual no es menos sorprendente: la CBN aporta más de Bs 2.400 millones al TGN, lo que representa más del 5% de la recaudación tributaria privada del país.

Claro que el referido beneficio colectivo también representa una carga para la cervecera que puede resultar contraproducente. Blazicevic afirma que “Bolivia tiene un sistema fiscal y un Impuesto al Consumo Específico para la cerveza no solamente muy alto, sino además muy rígido”. Las variadas cargas fiscales y alícuotas no hacen una diferenciación respecto del contenido alcohólico de las bebidas.

“Nosotros quisiéramos producir cervezas con menor gradación alcohólica, pero que tuvieran el incentivo de pagar menos impuestos; tendríamos una categoría más saludable, pero para que el consumidor prefiera esta bebida, tenemos que darle una ventaja, y eso podría darse por el menor precio”, argumenta Blazicevic.

Responsabilidad, ante todo

La tradicional contribución de la CBN a la sociedad se viene sistematizando desde hace más de una década por medio de su programa de RSE, que tiene tres pilares: el consumo responsable, el cuidado del medioambiente y el apoyo a la comunidad.

Sobre el primero, Ibo destaca que la cervecería no quiere fomentar la irresponsabilidad del consumo excesivo de bebidas alcohólicas. “Queremos trabajar en un cambio de patrones del consumo del boliviano, que es un consumo nocivo porque está concentrado en el fin de semana”, añade. De ahí que la empresa prefiere que el consumo se alargue más durante la semana, como cuando se toma una cerveza para acompañar y maridar comidas especiales, tal como se da en otros países que tienen un mayor consumo de cerveza, lo cual no implica que esa costumbre entorpezca sus actividades normales.

En cuanto al tema ambiental, el directivo explica que la CBN ha invertido más de 38 millones de dólares para asegurarse que sus ocho plantas industriales tengan plantas de tratamiento de sus aguas residuales y que cumplan todos los requisitos medioambientales.

El tercer pilar implica el apoyo a numerosas causas, pero destaca el que se le brinda a los deportistas. Blazicevic habla con satisfacción del grupo de atletas de élite llamados Tunkas, que cuenta con el auspicio de la CBN desde 2012. Ellos ya participaron en los últimos Juegos Olímpicos y varios de ellos lograron superar sus marcas personales. Ibo ya tiene la mirada puesta en las Olimpiadas de Tokio 2020: “Pronto vamos a hacer el lanzamiento del programa para 38 ‘Tunkitas’; son muy jóvenes, van a ser nuestros futuros brillantes deportistas y queremos que logren una medalla para Bolivia, ese es nuestro sueño”.

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