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5 de mayo de 2019, 4:00 AM
5 de mayo de 2019, 4:00 AM

Pedro Colanzi Serrate asumió la presidencia del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) el 25 de abril. Estará a la cabeza de la institución para la gestión 2019-2020. El empresario forestal se ha propuesto consolidar la salida por el océano Atlántico como la mejor opción para las exportaciones.

¿En qué puntos enfocará su gestión al frente del IBCE?

Los puntos más importantes en los que vamos a trabajar son hacer que el comercio exterior se convierta en una herramienta para el crecimiento productivo de Bolivia. Eso es lo principal, es una máxima que se tiene que cumplir. En cosas más puntuales, por supuesto que vamos a trabajar por la liberación de las exportaciones y en la lucha contra el contrabando de una manera integral, no solamente en la interdicción, sino ayudando a mejorar las competencias y agilidad de la Aduana.

También ayudaremos a renovar algunas normas que hacen que el emprendedor formal se vuelva informal. Además, trabajaremos para que en seis años Bolivia duplique la producción alimentaria. Ya está garantizada y vamos a contribuir a que haya excedentes para que podamos exportar. Como IBCE consideramos que es muy importante la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Es fundamental hacer que la competitividad sistémica del país se complete. Cuando hablo de competitividad sistémica me refiero a que los empresarios tenemos que ser más eficientes, debemos invertir, pero también el Estado tiene que cumplir su rol; debe implementar una normativa social-salarial que no sea tan pesada y estrangule al empresariado, que no le quite competitividad, sino más adecuada a la realidad. También nos vamos a enfocar en el tema impositivo y el uso de la biotecnología.

En el tema de las exportaciones, ¿por qué razón considera que aún no se han liberado plenamente?

Ya se han dado los primeros pasos. El Estado tiene que trabajar de la mano con el sector privado. Voy a tomar como un desafío personal volcar totalmente la mirada hacia el océano Atlántico. Luego del revés de La Haya en la demanda marítima de Bolivia, los pasos que se han dado para internacionalizar nuestros puertos son fundamentales. La Hidrovía Paraná-Paraguay tiene que ser la vía para integrar el Cono Sur. Si queremos volver con buen paso al Pacífico tenemos que mirar al Atlántico. La realidad económica nos golpea, las condiciones por la que está pasando el país son especiales.

Si bien tenemos un buen crecimiento del PIB en comparación con nuestros vecinos, hemos dejado de crecer. Tenemos $us 4.500 millones acumulados de déficit en la balanza comercial, el Estado presenta déficit fiscal y tenemos ‘atado’ un tipo de cambio que perjudica mucho a los exportadores. Si se quiere mantener ese tipo de cambio debemos ser más competitivos.

¿Cómo ve el crecimiento?

Las ecuaciones macroeconómicas son muy claras. Queremos crecer, el Gobierno o se gasta sus reservas internacionales o el sector productivo empieza a crecer más, a ser más eficiente. Hay una realidad en el mundo. Se ha ralentizado la economía, esa situación macroeconómicamente es complicada y tenemos también un año electoral que hace que las ‘aguas se vuelvan turbias’. Desde el IBCE vamos a impulsar todas las iniciativas para que prime lo técnico a lo político. La realidad económica exige la liberación de las exportaciones. En su momento las restringieron por un tema de control de precio y seguridad alimentaria y ya se ha demostrado que el sector agroproductivo del país tiene excedentes para exportar y los precios internos están regulados.

¿Qué tipo de ‘ajustes’ precisa el sector exportador para poder expandirse?

Si queremos verlo desde el punto técnico y analítico, el Gobierno debería escuchar al empresariado que ha pedido que durante cinco años no haya incremento salarial. Esto en lugar de perjudicar al trabajador lo ayudará mucho, porque si ven los estudios que existen la calidad del trabajo en Bolivia ha decaído, la informalidad está creciendo. Hagámosle un beneficio a los trabajadores, seamos responsables con ellos y mejorémosle la calidad de su empleo. Eso no es subiéndole el sueldo, ya que las pequeñas, medianas y microempresas han tenido que cerrar porque no pueden afrontar el incremento. Otras se han hecho informales y las hemos perdido.

En cuanto al tema del contrabando, ¿cómo cree que se debe encarar?

Al contrabando no hay que encararlo solo con la interdicción. En ese aspecto, lo felicito al Gobierno por haber sumado al ejército a la lucha contra el contrabando. Recién tuve una reunión con el general Williams Kaliman, quien nos explicó cómo están afrontando con mucha seriedad la lucha contra el contrabando. Lo felicito por ese trabajo, pero la interdicción solamente es una parte de esa lucha. Mucha gente se dedica al contrabando porque su pequeño capital cuando llega a un recinto aduanero se queda dos meses, lo que ocasiona que para la próxima oportunidad esa persona opte por la informalidad o el delito, ya que reditúa más que la legalidad. La formalidad tiene que ser más ágil y barata que la informalidad. Ahí tenemos que apuntar, debemos mejorar nuestro sistema aduanero y la normativa que hace onerosas las importaciones.

¿Cómo cree que impactará en la economía nacional la exportación de carne bovina a China?, ¿qué otros productos agroindustriales se podrían vender al exterior?

Aunque ya tenemos tradición exportadora, ya que exportamos 3.000 toneladas de carne bovina, pasaremos a exportar 20.000 toneladas, pudiendo duplicar esa cantidad en los próximos años. Considero que será fundamental y cambiará la tónica exportadora del país. En cuanto a otros productos o sectores, el forestal, de donde provengo, tiene un potencial exportador inmenso. En lo últimos años se ha visto alicaído por el cambio fijo, los costos internos (sueldos, entre otros) y restricciones, pero ahora presenta una mejoría. Después de exportar $us 120 millones cayó a $us 60 millones, mientras las importaciones que eran de $us 17 millones subieron a casi $us 58 millones. Bolivia se convirtió en importador de madera, pero esa situación se está revirtiendo, hemos encontrado buenos mercados en Asia, además los cambios de normativas internas nos han permitido repuntar. El sector forestal, en muy corto plazo, podría exportar casi $us 1.000 millones si se dan las condiciones adecuadas. Las perspectivas para este año son alentadoras.

El Gobierno confía en incrementar las exportaciones de urea, ¿considera que la urea boliviana puede conquistar mercados externos?

Es un tema factible, ya que el problema de los suelos no solo lo tenemos en Bolivia, sino en los países vecinos. La urea se utiliza para mejorar la productividad de los suelos ácidos. En el interior de Bolivia, puede ayudar para que Beni, que modificará el PLUS, sea más productivo y a que sus tierras dejen de ser solo para ganado extensivo. Esto cambiará la realidad de la producción agropecuaria.