Las farmacias, laboratorios y otros actores del sector cumplen con las normas, pero ven una falta de compromiso estatal para ser más competitivos en el mercado nacional

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31 de julio de 2018, 13:39 PM
31 de julio de 2018, 13:39 PM

Visible y de puertas abiertas. Ese es el objetivo que afronta la industria farmacéutica boliviana (donde los protagonistas no son solo farmacias, sino que también aglutina a otras empresas que completan el círculo económico del sector), carrera en la que se le presentan dolencias de las que no depende por sí sola para sanar y repuntar sus negocios.

Los esfuerzos no son suficientes y requieren del apoyo de otros actores económicos y sociales, según la dirigencia de la Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol).

Desde la perspectiva del gerente general de esa entidad que aglutina y representa a las industrias productoras de medicamentos e insumos, Armando Quiroz, se notan falencias en políticas que fomenten o promuevan a la industria farmacéutica, la cual debe competir en un desequilibrio de condiciones con productos que ingresan vía importación.

Ante esta situación, el ejecutivo considera que también se requiere trabajar en aspectos de seguridad jurídica para continuar invirtiendo en tecnologías, condiciones de equidad en el mercado farmacéutico privado, el trabajo armónico entre el Gobierno, universidades y sector productivo, además de alcanzar las escalas de certificaciones internacionales.

Quiroz resume que Cifabol aglutina y representa a las industrias productoras de medicamentos e insumos en Bolivia, las cuales se hallan comprometidas con ofrecer medicamentos de calidad, seguros y eficaces; contribuyendo tanto a la salud de los habitantes del país, como al propio desarrollo económico social ya que se invierte en infraestructura, maquinariagenera empleo, ellos sin dejar de lado su importante contribución al erario nacional a través del pago de impuestos.

"Contamos con una política comunicacional orientada a promover al 'Medicamento boliviano, un compromiso de calidad para los bolivianos', como un factor importante para poner en el ideario de los bolivianos que existe una industria farmacéutica, que tiene más de 80 años y que les provee medicamentos de calidad, seguros y eficaces, producidos pensando en las enfermedades que aparecen en el país", expone el ejecutivo.

Durante la presentación del estudio El negocio de la muerte - Comercio informal de medicamentos en Bolivia, organizada por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), especialistas observaron también que el centro de esta investigación -impactos del contrabando- golpea al empleo y a la producción, y que fue reconocido por el titular de la Cámara de Despachantes de Aduana, Antonio Rocha

‘Estado dormido’

Los actores coinciden en que la falta de amparo estatal afecta al desempeño de la industria. Desde la Sociedad Boliviana de Ciencias Farmacéuticas, el presidente, Carlos Colque, asevera que urge contar con una nueva ley de medicamentos que regule los negocios donde se venden.

Para los gobiernos subnacionales la solución es el control. El secretario de Salud de la Gobernación cruceña, Óscar Urenda, expresa que más que una nueva ley se precisa que los niveles intermedios, como la Aduana, Impuestos Nacionales y municipios, controlen mejor el comercio.

Desde la Aduana informaron que estos temas se coordinan con la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnologías en Salud (Agemed), pero la entrada informal en pequeñas cantidades es el mayor desafío.

El gerente general de Farmacias Chávez, Leonardo Salvatierra, lamenta que las fiscalizaciones no son las mismas para unos y para otros, y ve que faltan más campañas de comunicación para impulsar los medicamentos nacionales.

Las tecnologías para desarrollar productos con valores que aseguren la competitividad, diversificación de envases y nuevos canales de venta son uno de los avances que presentan las empresas bolivianas del sector, entre ellas Laboratorios VITA, de acuerdo con el reporte de la gerente comercial, Giovanna de Ugarte.