El gerente general de Autokorp conduce sus negocios y sus proyectos tecnológicos con una visión que considera el componente ambiental y el humano

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22 de septiembre de 2019, 6:00 AM
22 de septiembre de 2019, 6:00 AM

Roberto Landívar tiene una visión integral que aplica tanto al mundo de los negocios como a sus proyectos de sostenibilidad ambiental y de desarrollo humano.

Bajo ese criterio holístico concibió la idea de crear una distribuidora de vehículos que cumpliera el propósito de cubrir una necesidad de transporte con calidad, bajo costo y proyección de futuro. Así nació Autokorp, empresa que fundó con el apoyo de su abuelo y que ahora lleva adelante como gerente general.

 

Accesibilidad y calidad

En efecto, Landívar observó, hace poco más de diez años, que mucha gente de clase media tenía dificultades para contar con un medio de transporte de uso familiar o laboral: el crédito bancario era de difícil acceso y las posibilidades de compra se limitaban a vehículos de medio uso, ya sean siniestrados o que tenían que pagarse al contado. Exploró nuevas marcas, viajó a diferentes países y pronto llegó a la conclusión de que Great Wall Motors tenía buena proyección por sus vehículos de óptima calidad, sobre todo los de doble tracción, que se ajustaban a las exigencias del mercado boliviano.

Autokorp obtuvo la representación exclusiva de esta firma, que es el mayor productor chino de vehículos utilitarios, deportivos y camionetas. Landívar valora los atributos innovadores de la marca: “Great Wall tiene un propósito de mejora continua; cuenta con centros de investigación y desarrollo en Alemania y Japón, y, con su socio estratégico BMW, desarrolla vehículos que funcionan con nuevas fuentes de energía. Estas características nos dieron la pauta de que esta era una empresa en la que se podía apostar a largo plazo”.

Autokorp ofrece la gama completa de vehículos de esa línea, entre camionetas, sedanes, y crossovers. La oferta se completa con las marcas Forland, en camiones, y JMC, en minibuses.

La concesionaria ahora se apresta a hacer el lanzamiento de la nueva vagoneta H6, de Haval. El gerente adelanta que este modelo tiene un desarrollo tecnológico y de seguridad de vanguardia a nivel mundial: “Se parquea solo, tiene controles antiderrape y certificaciones de seguridad emitidos por agencias norteamericanas y europeas. Y su precio oscila entre los 29.000 y 30.000 dólares, muy bajo para vehículos con esas características”, añade. La H6 será uno de los productos destacados en la presente versión de Expocruz.

“Tenemos vehículos muy atractivos, sostenidos por un buen servicio técnico y con acceso a financiamiento”, dice Landívar. “Con esto se arma una triangulación que permite a una persona adquirir un vehículo para satisfacer una necesidad de transporte”.

 

Tecnología y sostenibilidad

Roberto Landívar participa en dos proyectos basados en la tecnología de blockchain, que permite las relaciones entre partes mediante contratos inteligentes. “Es una tecnología novedosa que tiene el potencial de revolucionar la interacciones al mismo nivel que internet”, afirma.

El primer proyecto se lleva adelante en la Amazonia peruana. “Allí vemos la posibilidad de desarrollar una economía agrícola que no termine depredando la selva”, dice. La plataforma está diseñada para hacer una evaluación basada en criterios de Naciones Unidas que contemplan la contabilización económica en combinación con el impacto ambiental y el desarrollo humano.

Explica que si la gente tiene un proyecto que cumple con esos objetivos y que pueden ser medibles y valorizados, entonces, desde la plataforma, se emiten criptomonedas de acuerdo con la valoración. Es decir, el proyecto también obtiene réditos económicos por causar impactos positivos en lo medioambiental y social”.

El segundo proyecto proporciona una valiosa herramienta para el arte. Landívar señala que, por lo general, la gran mayoría de artistas no tiene un espacio donde exponer su trabajo, ni tiene formas de monetizarlo. “Las plataformas permiten que ellos puedan desarrollar su creatividad, lo que a su vez genera un gozo y felicidad en quienes aprecian su arte”, añade. Eso también representa un valor que beneficia al creador.

Para Roberto, los nuevos paradigmas de negocios pueden ayudar a contrarrestar los modelos económicos no sostenibles que están condenando al planeta a sufrir daños irreversibles y catastróficos. Exhorta a los jóvenes a que orienten sus ideales, convicciones y energía en proyectos que sirvan a todos. “Si el enfoque está solo en mí, se pierde el sentido de la vida. Hay que quitar la línea que separa al otro del yo. Somos una sola familia global”.