La nueva presidenta de la Cámara Departamental de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) hizo un diagnóstico sobre la realidad del sector que aún siente las secuelas de la pandemia

20 de marzo de 2022, 10:01 AM
20 de marzo de 2022, 10:01 AM


Carolina Gutiérrez, la nueva titular de la Cámara de Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), es clara y contundente al hablar de la realidad del sector que arrastra secuelas de la pandemia. Está abierta al diálogo con los tres niveles del Estado que adeudan millones a las empresas constructoras.

_ ¿Qué significa ser la primera mujer en asumir la presidencia de la Cadecocruz?
Siempre será un honor ser la primera en cualquier lugar donde hagas una apertura importante para mi género. Pero a la vez no lo siento diferente; son siete años que vengo trabajando en la cámara y siempre me sentí uno más. Nunca hubo la diferencia entre hombre o mujer. De que es importante para el género femenino, eso sí, y para mí es un orgullo. 

_ Asume la presidencia después de dos años de pandemia, ¿cómo encuentra al sector?
El reto es revertir todos los números rojos y para eso la Cámara de la Construcción siempre vela por el asociado, para tratar de mejorar esta situación. Venimos de dos años súper complicados. Y el desafío mayor es superar las cifras que teníamos en prepandemia.
Cuando habla de números rojos, ¿a qué se refiere?
A las deudas que hay con las empresas constructoras, en especial las que están trabajando con el sector público. Se han pagado planillas, pero muy pocas a las empresas constructoras. Hubo algunos desembolsos parciales. Hay una deuda muy importante con las compañías a nivel gubernamental, de la Gobernación y de los municipios.

_ ¿Cuál es el mayor deudor ; el Gobierno central, el municipio o la Gobernación?
En este momento la deuda de la Alcaldía cruceña es de Bs 280 millones. A nivel de Gobernación son Bs 80 millones que representan las contrapartes de proyectos específicos. Del Gobierno central es muy difícil determinar los montos. Consultamos a nuestros asociados y muchos no quieren decir por temor a represalias.

_ En este escenario, ¿han planteado alguna solución?
Siempre optamos por el acercamiento con el Gobierno, pero no hemos tenido suerte. Con la Gobernación y la Alcaldía sí, se trabaja en bastante comunicación. Pero somos una institución propositiva. Vamos a seguir insistiendo para reunirnos con ellos.

_¿De qué depende que exista este acercamiento?
Es un tema de voluntad política para lograr eso. Nuestra puerta está siempre abierta para el diálogo. 

_ ¿Cuáles son los proyectos que están dando soporte al sector constructor?
Los proyectos privados están sosteniendo la construcción. La inversión pública está prácticamente en cero, está sobre el 1% de las obras que están en Santa Cruz. No hay obras públicas, todo lo levanta el empresariado cruceño. Entonces, eso da un parámetro de que el empresariado constructor es valiente y le pone el pecho.

_De lo que se perdió en el 2020, ¿cuánto se recuperó?
No llegamos a niveles de 2019. Hubo un crecimiento importante, pero no hemos alcanzado los niveles de prepandemia. El empleo se recuperó un poco, pero lamentablemente no tenemos cifras actualizadas del INE. La obra pública representa un 72% de lo que significa la construcción de infraestructura en Bolivia. El sector privado ha comenzado a tener una reactivación, pero a un porcentaje menor.

_ Dentro de plan de trabajo, ¿se plantearon incrementar la participación de las empresas en obras de inversión pública?
Siempre está en la agenda. Es más, el eslogan de la Cadecocruz es construyamos Bolivia con empresas bolivianas. Estamos tratando de que por ley, el 30% de las contrataciones sea para compañías nacionales. El problema está en que ahora las constructoras que se adjudican los trabajos son de China. De 100 proyectos viales que hay, 20 son para empresas chinas que se comen el 80% del presupuesto. No podemos hablar de una reactivación económica si no se dan esos proyectos a los constructores bolivianos.

_¿En qué condiciones están recontratando estas empresas a las compañías nacionales?
Las empresas (chinas) agarran las obras por un tema de garantías. Pero no dan condiciones de trabajo, los precios son bajos y las ganancias se van directo a ellas. Las empresas están trabajando por miserias, siendo subcontratados.
Hay un tema crítico porque las empresas dejan de ganar una parte de sus utilidades que destinan para el recambio de equipos. Por ejemplo, si tengo una máquina que vale $us 100.000 en cinco años en obras se debe recuperar lo invertido, después de ese tiempo esa máquina no funcionará y luego no tengo capacidad de comprarla. 

_¿Se vienen tiempos mejores para la construcción o todo dependerá de que se pongan al día todos los niveles del Estado?
Tendría que haber una tormenta perfecta. Primero se necesitaría una inversión, según el análisis de nuestro centro de estudios económicos, de $us 5.015 millones, de la parte del sector público más un crecimiento del 5%, y si todo esto se junta tendríamos un crecimiento del sector constructor de entre el 7 y 8%. La idea es crecer, pero en los últimos tres años las estadísticas nos dicen que no se cumplió con la ejecución presupuestaria.

PERFIL

Licenciada en Ingeniería Económica de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra, con especialización en Gestión de Proyectos, Gestión Financiera y en Habilidades Gerenciales de Alta Dirección -Escuela de Negocios. Es subgerente de la empresa Construmat LTDA. Forma parte de Cadecocruz desde 2015, fue directora, tesorera y vicepresidente.