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25 de abril de 2024, 4:00 AM
25 de abril de 2024, 4:00 AM

Un hecho es considerado noticia cuando tiene algunos factores de interés para muchas personas. En la teoría periodística se maneja seis factores: actualidad, novedad, proximidad, trascendencia, hallazgo, conflicto, prominencia, magnitud y rareza. A esa lista, el boliviano Erick Torrico le ha agregado el interés humano, la rivalidad, el dramatismo, la utilidad, los derechos, el entretenimiento, la criminalidad, la moralidad y el sexo y, finalmente, la privacidad de los famosos.

La prominencia es el carácter relevante que tienen algunas personas, lugares, animales o cosas y que las ponen temporalmente por encima de sus similares. Por eso es que interesa lo que hacen las autoridades, aunque sus acciones no estén necesariamente vinculadas con sus funciones.

Debido a la prominencia, los medios están plagados de referencias a los famosos y sus acciones, incluso su intimidad. Por eso es que Torrico incluyó su privacidad como un factor de interés aparte.

Esa es la razón por la que muchos medios le dieron amplia cobertura a Lily Melgar, la niñera de los hijos de la cantautora colombiana Shakira y el exfutbolista español Gerard Piqué. No la buscaron solo por ser la niñera, sino por el protagonismo que tuvo en el culebrón de esa pareja. Para ponerlo en claro: Piqué sostenía una relación extramatrimonial con Clara Chía y Lily, que se enteró de todo, se lo contó a Shakira pese a que el “pateapelotas” era su empleador. Ese hecho detonó la separación de la mediática pareja.

Como era de esperar, Piqué echó a la niñera sin pagarle beneficio alguno, pero la cantante no solo la acogió e indemnizó, sino que la hizo famosa al dedicarle la canción “El jefe” en la que le dice “Lily Melgar, para ti esta canción, que no te pagaron la indemnización'”.

El escándalo Shakira-Piqué lo conocemos todos, porque nos sale hasta en la sopa, y, en el último episodio, el futbolista sacó a relucir su odio por Bolivia en una conversación televisiva con la cantante argentina María Becerra. Cuanto ella dijo que daría dos shows en nuestro país, el exfutbolista replicó que “la gente esperaba Barcelona, Santander, Madrid, (pero) ¿Bolivia? ¡Joder!”.

Sus ofensivas expresiones merecieron respuestas inmediatas y él tuvo que justificarse, pero queda claro que habló por despecho. Bolivia le recuerda a la boliviana Lily Melgar, que destapó su infidelidad.

Gracias a la amistad que me regaló Samuel Blanco, yo pude conocer cómo era la vida de muchos futbolistas y por eso es que sé que la mayoría de ellos se caracteriza por un coeficiente intelectual bajo. Si se toma en cuenta que cambió a una mujer excepcional, no solo por su talento y hermosura sino también por su inteligencia, con otra a la que los medios tienen que inventarle méritos, Piqué no parece ser la excepción a la triste regla de los “pateapelotas”.

“Clara-mente” se puede ver que no solo habló por despecho, sino también por no ser muy claro de mente.

 

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