Aiquile ha consolidado su feria y su festival alrededor de este instrumento. Insisten en reconocer que la cuna del charango es Potosí. Vienen de Argentina, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Japón y Perú.

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26 de octubre de 2018, 4:00 AM
26 de octubre de 2018, 4:00 AM

Durante tres días, la población de Aiquile (193 km de Cochabamba) se convertirá en el epicentro del charango. Ayer se realizó el lanzamiento oficial de este evento, declarado en 2003 Patrimonio Oral e Intangible de Bolivia. En esa misma fecha se reconoció a Aiquile capital nacional del charango.

El Centro de Residentes Aiquileños de La Paz confirmó que estarán artistas de Argentina, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Japón y Perú en esta versión, que se realizará entre el 1 y el 3 de noviembre. Desde hace 35 años, el evento se realiza ininterrumpidamente.

Desde que en 1984 un grupo de jóvenes aiquileños llamado Los Jarkhiris organizó la primera feria y festival nacional, el evento ha crecido. En un concierto, uno de estos jóvenes músicos vio que el charango del intérprete estaba cubierto con una etiqueta. Logró acercarse al intérprete y le pidió que quite la etiqueta. Debajo vio la marca de un maestro constructor aiquileño. En ese momento, decidió, con sus compañeros, hacer algo para defender la producción de los maestros fabricantes.

Naranjillo y mara

Percy Cardona es un entusiasta divulgador de las actividades de su pueblo. Señala que, aunque el instrumento se fabricaba desde el tiempo de sus abuelos y mucho antes, fue importante el descubrimiento de que se podía fabricar charangos de la madera de naranjillo.

Así comenzaron a fabricarse los charrangos llaukeros, que es como se conoce al instrumento inacabado, en ‘obra bruta’. “El constructor solo sacaba el naranjillo, pero no se ocupó de plantar más. Lamentablemente se perdió en la provincia Campero. Ahora el constructor utiliza mara, que también tiene buena acústica”, explica.

El charanguero que fabricaba estos instrumentos inacabados era, en importancia, el último eslabón en la cadena de producción. Después de una serie de capacitaciones, la calidad ha mejorado y el acabado es tan elegante que son requeridos en Perú, Ecuador y Colombia, además de otras regiones del país.

Ahora, un maestro que antes vendía su instrumento en 200 bolivianos puede venderlo hasta en 300 dólares, según el director de Cultura del municipio de Aiquile, Iván Molina. “Tenemos registradas tres asociaciones de fabricantes; una en el pueblo, otra en San Pedro y la tercera en Comun Pampa. Esas dos comunidades viven del charango. Lograron articular su dinámica productiva alrededor del instrumento”, comenta el funcionario, que, además, menciona los dos monumentos al charango que están en Aiquile, como eje de su identidad cultural.

Música y gastronomía

La presencia de la orquesta Qhewiña y la presentación del maestro Alfredo Coca, dará inicio a una competencia de intérpretes y otra de constructores de charango. Intérpretes prejuveniles, juveniles y mayores competirán frente a un jurado.

El marco artístico lo formarán grupos y solistas como Kereimbas del Chaco, Eleonora Cardona, Thempo, Sisay Bolivia, Guery García y los Jarkhiris, además del grupo Proyección y Amaru.

Entre las costumbres aiquileñas está la degustación del famoso uchuku, cerveza de quinua, cocofresco, papa wayku, chorizo aiquileño, dulces y phiri de trigo.

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