Hoy finaliza el evento, que muestra un cine preocupado por la problemática actual. Lazzaro Felice y Leto son favoritas

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19 de mayo de 2018, 4:00 AM
19 de mayo de 2018, 4:00 AM

La presencia de Cate Blanchett como presidenta del jurado de Cannes y el momento que atraviesa el cine, de reivindicación de la presencia femenina, dan aún más puntos a Alice Rohrwacher, directora de Lazzaro Felice, aunque la película por sí sola ya tiene los suficientes méritos como para llevarse la Palma con una historia que contiene crítica social.

 Junto a ella, es Leto, la reivindicación de la libertad firmada por Kiril Serebrennikov, un director en arresto domiciliario en su Rusia natal, la que tiene mejores puntuaciones entre los críticos cinematográficos presentes en el festival de Cannes.

Si algo se destaca en la edición de este año es el alto contenido político de los filmes en competición, que incluyen también la guerra de Siria en Les filles de Soleil, de la francesa Eva Husson, y sus efectos en Capharnaüm, de la libanesa Nadine Labaki, uno de los últimos títulos proyectados y que también ha gustado mucho. O Blakklansman, una historia en clave de comedia, de Spike Lee, sobre la discriminación de la población afrodescendiente.

Ayer, Cannes se convirtió en un altavoz para las reclamaciones de los indígenas brasileños con el premio especial del jurado de Una Cierta Mirada para Chuva é cantoria na aldeia dos mortos, de los directores Renée Nader Messora y João Salaviza.

Una cierta mirada es el segundo apartado en importancia de Cannes, detrás de la competición oficial, que acoge películas más atrevidas de cineastas noveles.

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