Llegó para el Festival Internacional de Teatro Santa Cruz de la Sierra y estará el fin de semana en La Paz. Aprovecha su estadía para dar un seminario sobre el humor

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1 de mayo de 2019, 4:00 AM
1 de mayo de 2019, 4:00 AM

Llegó para participar del XII Festival Internacional de Teatro Santa Cruz de la Sierra. El humorista cubano Joel Sánchez, además de presentar el stand-up Otros Con-textos, se encuentra dictando el seminario El proceso creativo en el humor.

Un tal Joel Sánchez es su nombre artístico, con el que ha recorrido diversas ciudades del mundo, entre las que se encuentra La Paz, donde también se presentará este domingo, desde las 19:00, en el Teatro Nuna Espacio de Arte.

Sánchez relató su recorrido por esta profesión y que lo ha llevado a trabajar no solamente en las tablas y detrás de telones, sino también a realizar investigaciones relacionadas con este arte para publicarlas en libros.

¿Cuándo empezó a interesarle el humor?

Estudié Agronomía y me acerqué a un proyecto que fundamos en la Universidad de La Habana que se llama Humoris Causa, en el que yo dirigía. Terminamos siendo una compañía de humor que pasaba la mayor parte del tiempo en el Teatro Nacional, trabajando con muchos proyectos en la década de los 90. Tuve la suerte de encontrarme con tipos como Facundo Cabral, Les Luthiers y el humorista cubano Virulo, que trabaja en HTV. Esto me dio la posibilidad de viajar por el mundo.

El humor ha sido una de las manifestaciones culturales que más libertades ha tenido en Cuba, porque hay dos conceptos, que son la ironía y el sarcasmo, que te dan la posibilidad de decirlo todo sin que haya alguien que diga que tú lo dijiste; con eso tuvimos la posibilidad de salir vivos.

Desde 2003, cuando me volví independiente, hasta ahora no me volví a presentar en Cuba, porque se armó como una nebulosa alrededor de mi nombre y ya no lo intenté más. La última presentación que realicé fue en Bellas Artes, porque suponen que entre ironía y sarcasmo se dice demasiado.

Empecé a salir de Cuba en 1998, pero el 2003 me establecí en Medellín (Colombia), donde tengo la única escuela de comedia que hay en América Latina, la Escuela Cómica de Aburrá.

¿A qué se refiere cuando habla de humor de pensamiento?

Una vez le dije a Cabral: ‘A mí me gusta hacer humor de pensamiento’. A él le gustaba ese concepto. Le dije que era casi una redundancia, porque el humor es pensamiento. Me respondió que eso le deja claro al público que uno no es un cuentachistes de TV, que hay algo más que el chiste, algo que quedará latente en la gente.

El humor de pensamiento es una fina agudeza de los sentidos, estar entrenado para entender. Que una película de Cantinflas no es solo una película, es un homenaje al oficio de bomberos, de policía, entre otros.

Pero hay que tener cuidado, porque detrás de lo cómico hay humor de pensamiento. Cuando mis alumnos llegan y me dicen que harán chistes de suegras, les digo que deben tener cuidado y no terminen haciendo una ridiculización al sexo femenino.

En el caso del humor sobre política, ¿qué elementos se deben manejar para entender que es humor?

El humor siempre va a ser en contra de, no hay el humor a favor de. Siempre es subversivo. Lo más importante es que haya complicidad entre la capacidad de lectura del espectador y la capacidad de enunciación del que dice.

José Martí afirmaba que el humor tiene que ser en la sociedad como un látigo con cascabeles en la punta. La gente se entretiene con el ruido de los cascabeles, pero le están dando con el látigo.

El humor ni tumba gobiernos ni pone en crisis estatutos morales. Es todo lo contrario. Cuando yo le preguntaba a un humorista argentino cómo pudo hacer humor político en medio de la dictadura, él decía que era la válvula de escape de la gente.

El humor no cambia situaciones, le hace un favor a la gente, que se ría, afloje sus tensiones y mañana acepta la realidad como es. Reírse de algo no es en contra de, reírse de algo es la primera posibilidad de aceptar la situación.

Lanzará el nuevo libro Breve e irresponsable historia de la comedia. ¿De qué se trata?

Breve, porque son 400 páginas, que es breve porque la comedia tiene 2.800 años en el occidente, de 4.000 a 5.000 años en Asia y si nos vamos a África están los griot (un movimiento de cuentacuentos), que tienen 5.000 años. Irresponsable porque lo estoy haciendo yo (risas). Descubrí que hay un subgénero asiático que tiene más de 4.000 años que es el kiojen, cuando los más antiguos que se conocían eran los mimos siracusanos y sicilianos, que datan de 800 años antes de Cristo. El libro arranca desde ahí hasta la década de los 50, cuando se inicia el boom de la TV.

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