El movimiento trabaja este mes junto con el Centro de la Cultura Plurinacional Santa Cruz en diversas actividades. Desde hoy una exhibición mostrará el trabajo de cuatro mujeres que utilizan esta técnica

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13 de marzo de 2019, 4:00 AM
13 de marzo de 2019, 4:00 AM

Alejandra Dorado, Silvia Cuello, Antagónica Furry y Érika Ewel son las artistas que exhibirán desde hoy, hasta el 18 de mayo, sus trabajos en collage en el Centro de la Cultura Plurinacional de Santa Cruz (calle René Moreno # 369).

El collage es un lenguaje artístico basado en la apropiación de imágenes ajenas, su descontextualización y resignificación. En el contexto nacional esta técnica es poco practicada y asimilada por artistas y público, por tal motivo es que el CCP, junto al colectivo Mujeres Tijera del que forman parte Dorado, Cuello, Antagónica Furry y Ewel, han organizado una serie de eventos relacionados a la promoción y enseñanza del collage.

La raíz del movimiento

El trabajo del colectivo y el centro iniciaron con un taller intensivo sobre esta técnica dirigido por Cuello. El curso tuvo como objetivo proporcionar una base teórica sólida sobre diferentes aspectos del collage a nivel técnico, conceptual y estético.

Pero, ¿cómo nace este movimiento? “La idea de formar el grupo Mujeres Tijera surgió a raíz de un artículo periodístico de Cuello sobre el collage en Bolivia. Para la redacción de ese artículo la ‘collagista’ española entrevistó a las tres artistas con las que más tarde conformaría el colectivo#, informaron desde el CCP.

El objetivo del grupo ha sido, desde un principio, unir fuerzas para reivindicar el arte contemporáneo hecho por mujeres en Bolivia, específicamente el realizado con la técnica del collage tanto a nivel de creadores como de coleccionistas y lograr su reconocimiento como lo que realmente es, una forma de arte.

En un manifiesto compartido en su página web, Mujeres Tijera critica que el apego a la tradición ha sido una barrera para la introducción de nuevos lenguajes plásticos en el país.

“En general, el público en Bolivia consume arte fácil, típico. Hay una falta de conocimiento sobre la historia y las técnicas del collage. Por ese motivo, gran parte de la gente no está lista para procesar el collage y lo infravalora, lo ve más como un hobby; es una técnica que no tiene encaje en las colecciones locales de arte”, dice parte del escrito.

Sobre las artistas

Desde octubre de 2016, Cuello reside en Cochabamba. Ha expuesto su obra en España, Francia, EEUU y Bolivia, donde cuenta ya con siete exposiciones individuales y ha participado en los festivales de muralismo Ñatinta (La Paz) y la Bienal de Arte Urbano en Cochabamba. Su producción es difícil de etiquetar bajo un solo epígrafe puesto que abarca temas, técnicas y estilos diversos.

De padre colombiano y madre paceña, Antagónica Furry es autodidacta en ilustración, poesía, fotografía, pintura, dibujo, collage. Expuso en más de treinta países. Su fuerte es el collage vintage analógico dadaísta. Sus obras son vendidas en Europa.

Dorado ejerció por 15 años como docente de la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad Privada Boliviana. Creadora y directora del proyecto La caja verde, un taller de artes visuales para jóvenes no videntes. Fue invitada a muestras, festivales y residencias en Chile, EEUU, Cuba, Argentina, Canadá, Venezuela y Ecuador.

Ewel es curadora de Cimientos. Representó a Bolivia en bienales internacionales de arte, en Cuenca (Ecuador), Porto Alegre (Brasil), Tijuana (México). Realizó más de 30 exposiciones individuales en el país. Recibió diferentes premios del Salón Municipal Pedro Domingo Murillo y el Gran Premio del Salón Internacional de Arte SIART 2001. En su obra, ella explora y combina distintos medios, desde la pintura, el dibujo, el collage hasta el bordado y la fotografía, para reflexionar acerca del espacio subjetivo, la memoria y la identidad.

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